ABC MADRID 28-11-2016 página 30

30 INTERNACIONAL En la muerte de Fidel Castro LUNES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es internacional ABC La transición Los desesperados intentos para salvar el agónico socialismo a la cubana Raúl Castro se vio obligado a acometer pequeñas reformas para evitar la quiebra F. J. CALERO MADRID Minirreformas Rectificamos pronto al borde del precipicio o nos hundimos declaró el presidente de Cuba, Raúl Castro, en el año 2010 ante los diputados de la Asamblea Nacional, admitiendo así los errores cometidos por el Gobierno en medio siglo de comunismo. De forma temporal y a causa de su frágil estado de salud, cuatro años antes Fidel Castro había delegado el poder en él, en su hermano pequeño. Como presidente interino, Raúl condujo el país como lo hacía Fidel, sin tocar un ápice del socialismo a la cubana Pero la situación cambió al asumir formalmente la presidencia en febrero de 2008, cuando implantó un plan de medidas económicas con las que actualizar el modelo socialista. Raúl Castro introdujo cambios para atraer la inversión extranjera y reducir el hipertrofiado Estado, cuyo exceso de regulaciones agravaba la crisis económica de la isla. Desde reducir las plantillas estatales hasta la ampliación del trabajo privado a 178 actividades cuentapropismo el régimen parecía intentar modernizarse. Incluso en la compraventa de ca- sas y coches privados a precio de mercado, fuera del alcance del cubano corriente, con un salario medio de 15 euros al mes. Siempre con la ayuda de su gran aliado en la región, Venezuela, uno de los mayores petroestados del mundo, que con Hugo Chávez y el precio del barril de crudo por las nubes podía utilizar el petróleo barato para tejer redes de influencia política. Una de las primeras medidas aprobadas fue el acceso a los electrodomésticos, telefonía móvil con monopolio de la estatal Cubacel y a los hoteles para turistas, donde los cubanos más pudientes pueden ya alojarse y acuden para conectarse a internet. Aunque el principal interés es atraer capitales e inversiones extranjeras, que son las que, después de todo, dan de comer a la élite del poder. Un coche pasa frente a la sede del Capitolio en La Habana EFE Inversión extranjera Reformas maquillaje Estas son reformas maquillaje, lo único que han hecho es devolvernos los derechos que nos habían robado dice a ABC el conocido bloguero Yusnaby Pérez. Mediante su teléfono móvil con número español (roaming) denuncia la realidad cubana a través de Twitter. Yusnaby asegura que la única reforma que le ha favorecido es la migratoria, que entró en vigor en enero de 2013 y puso fin a engorrosos trámites que el Gobierno imponía a los cubanos para poder viajar. Entre otros, suprimió el permiso de salida y amplió de 11 a 24 meses el periodo máximo de estancia fuera de la isla. Tras el deshielo de las relaciones entre EE. UU. y Cuba, la Casa Blanca adoptó nuevas medidas relacionadas con los viajes y el envío de remesas que suavizan las sanciones contra la isla. Unos meses antes, la Asamblea Nacional cubana aprobó la Ley de Inversión Extranjera, que incluye beneficios fiscales, con el objetivo de atraer el necesitado capital foráneo. Mercado inmobiliario Desde que Raúl Castro autorizó la compraventa de viviendas en 2011, la isla vive cierto boom inmobiliario, sostenido por las remesas que los familiares envían del exterior. El cubano medio necesita 700 años para poder comprar una casa. Unidad monetaria Compraventa de coches Después de que se anunciase el proceso para eliminar la doble moneda, la unidad monetaria es el gran reto de Cuba. El decreto para la compraventa de automóviles fue pensado para renovar los vetustos modelos que circulan por la isla. Pero en los primeros seis meses desde su entrada en vigor solo se matricularon cincuenta coches. Los cubanos no pueden permitirse pagar al menos 25.000 euros por un Peugeot 508, fabricado en Europa. Hoteles, móviles A principios de 2008 se anunciaron las primeras reformas y el fin de prohibiciones absurdas en palabras del presidente Raúl Castro. Los particulares ya podían comprar teléfonos móviles, ordenadores, electrodomésticos y alojarse en los hoteles para turistas. Otra cosa es que pudieran pagarlos. JOSÉ MARÍA BESTEIRO CABANAS DIOS EN CHÁNDAL Fidel era un psicópata de manual. Si se salvó del manicomio fue porque tenía las llaves de la finca idel Castro es un epígono muy logrado de los tiranobanderas que se creen en la obligación de salvar el mundo y acaban regalando ollas exprés. Es cierto que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz. Lo malo es cuando imponen la dieta de arroz con gusano y ya no hay granos para cocinarlo, sino cartillas de racionamiento. En esto Latinoamérica se lleva la palma. Pinochet, Trujillo y Chávez fueron ejemplos muy destacados de patriarcas en cuyo otoño se confunde el país con los mapas. No importa que sean de derechas o de izquierdas, todos creen que tienen la fórmula de la cocacola para instalar el paraíso en la tierra cuando en realidad son vendedores de crecepelo para calvos. Fidel decía que tenía una deuda con la humanidad y que estaba llamado a ser el segundo jesucristo. La imagen de la paloma sobre su hombro verde oliva es una prueba de que se creía Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lo de ser Cristo, aunque fuera laico, le parecía poco. Su legado es espectacular. Bajo su mandato proliferaron los forrado- F res de botones, los limpiadores de bujías y los elaboradores de natillas de vainilla. Un comunismo como de Lepe, vamos. También ejerció un uso muy elaborado de la manipulación televisiva. Cuba fue la primera telecracia de la Historia y Fidel su rey catódico. Un cruce muy logrado de emperador romano y dibujo animado. Y es que a veces los humanos necesitamos de los mesías igual que los niños de los Reyes Magos. Creo que era Chesterton quien decía que no hay Historia, sino biografías. La suya está cargada de felonías e imposturas. Fidel Castro era un psicópata de manual. Si se salvó del manicomio fue porque tenía las llaves de la finca. Quienes culpan a Estados Unidos de todos sus males se limitan a mirar para otro lado. El solito proclamó la pena de muerte para los opositores y dictó cárcel para los homosexuales. En lo referido a los derechos de las mujeres, basta mirar las fotos de su Estado Mayor para hacerse una idea del machista que llevaba dentro. Todos los dictadores necesitan tener un enemigo, y Fidel, que era un ególatra de libro, eligió el país más poderoso de la tierra como su íntimo enemigo. Claro que detrás tenía a la Unión Soviética, que ejercía de prima de Zumosol. Sorprende la ceguera de algunos para justificar los desmanes y los desmadres de un ser tan abyecto. Su marxismo tropical era una versión chévere del comunismo. Lucía más sexy que en la Unión Soviética, pero resultaba igual de efectivo a la hora de cazar ratones. Personalmente, hace muchos años que me cuesta distinguir a Fidel Castro del Woody Allen de Bananas. El comandante en pantuflas y vestido de adidas era ya una caricatura muy lograda de sí mismo, la metáfora de un régimen que pretendía instalar el paraíso en la tierra y que acabó, ya digo, regalando ollas exprés. Dios en chándal, en fin.