ABC MADRID 26-11-2016 página 42

42 SOCIEDAD SÁBADO, 26 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es conocer ABC Trastornos alimentarios Un juez autoriza a una joven anoréxica en EE. UU. a que no coma ni beba ABC NUEVA JERSEY Un juez de Nueva Jersey ha dictaminado que una joven de 29 años ingresada en un hospital psiquiátrico desde 2014 por anorexia severa tiene derecho a negarse a comer, informa la prensa estadounidense. La joven de Morris County, que pesa tan solo 31 kilos y cuya densidad ósea es la de una anciana de 92 años, informó al juzgado a principios de este mes de que no quería alimentos ni agua y que, en su lugar, prefiere entrar en cuidados paliativos. El Estado se opuso a su petición, con los fiscales argumentando que ella no es competente debido a su depresión crónica y que la anorexia no es una condición terminal. Los médicos, por su parte, declararon que la mujer ha sido diagnosticada de anorexia nerviosa terminal. El juez consideró creíble el testimonio de la joven y alegó que el tratamiento podría causar graves lesiones a la paciente. La alimentación forzosa implica introducir un tubo por la nariz de la mujer, que previamente tendría que ser inmovilizada. Esta inmovilización es la que según el juez podría tener fatales consecuencias para A. G. El juez también señaló que la mujer, cuya declaración tildó de franca, coherente y creíble tomó esta decisión sabiendo cuál puede ser el desenlace: la muerte El módulo de aterrizaje Schiaparelli se estrelló en Marte el pasado 19 de octubre ESA Fallo en el sistema de navegación La sonda de ExoMars se volvió loca antes de estrellarse en Marte G. L. S. MADRID Los datos recogidos por la Agencia Espacial Europea (ESA) han permitido averiguar que su módulo de aterrizaje experimental, Schiaparelli, uno de los componentes de su programa ExoMars, se estrelló en Marte el pasado 19 de octubre a causa de un fallo en los sistemas de navegación. En un comunicado, la ESA ha sopesado una saturación de la Unidad de Medición de Inercia (IMU, por sus siglas en inglés) como causa del fatal desenlace de Schiaparelli. Esta unidad, cuya función era medir la tasa de rotación del vehículo, envió información errónea al ordenador, y como resultado este interpretó que la altura de la nave estaba bajo el nivel del suelo cuando en realidad estaba a a varios kilómetros de altitud. Según la ESA, esto provocó que los motores que debían frenar al módulo de aterrizaje para posarlo sobre la superficie se apagaran a una altura de 3,7 km, lo que evidentemente provocó el desafortunado desenlace de la misión. Sin embargo, los demás datos han confirmado que hasta ese punto la manio- bra fue como se esperaba. El paracaídas supersónico se abrió a una altura y una velocidad correctas. El escudo térmico funcionó bien, y se liberó a una altitud de 7,8 km. El radar Doppler, que funcionó como altímetro, funcionó también correctamente, y guió a los sistemas de navegación y control. Pero una medida errónea de la Unidad de Medición de Inercia, que llevó más tiempo del previsto, inició la cascada de errores que llevó a Schiaparelli a quedar aplastada contra el suelo de Marte. Esta es aún una conclusión muy preliminar. La imagen global la conseguiremos en 2017. Aprenderemos muchas cosas de Schiaparrelli que contribuirán directamente a la segunda misión del programa ExoMars avisó David Parker, director de la ESA para la Exploración Humana y Robótica.