ABC MADRID 21-11-2016 página 48

48 ABCdelDEPORTE LUNES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es deportes ABC CRISTIANO VUELVE MAÑANA El niño que retaba a los coches en las paradas de semáforo RUBÉN CAÑIZARES ENVIADO ESPECIAL A LISBOA M adeira, el jardín del Atlántico, es una hermosa isla con una orografía de marcado carácter volcánico, coyuntura que condiciona la disposición de sus ciudades, en especial la capital, Funchal. En los ochenta y noventa, con un solo campo en toda la ciudad, jugar al fútbol en Quinta do Falcao era un ejercicio de funambulismo, aunque para Cristiano Ronaldo fue una bendición. Las empinadas calles y el deteriorado asfalto del humilde barrio que vio nacer y crecer al futbolista luso ejercieron sobre él una impagable enseñanza: Regresaba del colegio, comía y le mandaba a hacer los deberes, pero en cuanto me daba la vuelta cogía un yogur de la nevera y se escapaba de casa. Hasta casi la medianoche estaba jugando al fútbol recuerda María Dolores dos Santos, su madre. Ronaldo, llamado así por Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos entre 1981 y 1989, fue el cuarto hijo de Dolores y José Dinis Aveiro, tras Elma, Hugo y Katia. Vino al mundo en el hospital Cruz de Carvalho a las 10.20 horas del 5 de febrero de 1985. Pesaba cuatro kilos y medía 52 centímetros: Con ese porte va a ser futbolista le vaticinó el ginecólogo a la progenitora. La premonición no pudo ser más acertada. dorinha, su periplo en el Nacional apenas dura un par de temporadas. Su crecimiento era imparable. Tanto que Fernando Sousa, padrino de Cristiano, pone en contacto a su amigo Joao Marques de Freitas, asistente del procurador de Madeira y presidente de la peña del Sporting de Portugal en Funchal, con Aurelio Pereira, el jefe de reclutamiento del club lisboeta. Era la Semana Santa de 1997, y a sus 12 años, Cristiano iba a subirse a un avión por primera vez en su vida. Ronaldo llegó al aeropuerto de la capital portuguesa con un letrero de cartón colgado al cuello y su nombre escrito en él: Lloré mucho, pero sabía que estaba haciendo lo mejor para él. Encima, tenía opciones de ir al equipo del que yo era hincha y en el que jugaba Figo, mi ídolo rememora la madre de Cristiano. La noche de antes del vuelo, Ronaldo no pegó ojo. Estaba muy nervioso, pero el test salió niquelado: Nada más terminar las pruebas, el resto de chicos se acercaron a Cristiano para felicitarle y para preguntarle si podían ser Obsesión total por el fútbol Regresaba del cole y en vez de hacer los deberes se iba de casa para jugar con los amigos explica su madre Aprendizaje de barrio La calle te da confianza y chulería. O pisas o te pisan recuerda el presidente del Andorinha, su primer club Inicios callejeros Sus primeros pasos en el fútbol los dio en el Andorinha, con 8 años. Hasta entonces, Cristiano forjó su marcada personalidad y desarrolló su potencia y técnica en las sinuosas avenidas de Quinta do Falcao. Partidos con dos piedras que ejercían de portería y un balón que una veces era una botella de plástico y otras una pelota hecha de papel y bolsas. Y cuando no había nadie para jugar, horas y horas de disparos contra una pared: La calle te da chulería y confianza detalla Rui Santos, el presidente del Andorinha, orgulloso del paso de Ronaldo por su club: Un futbolista como él no aparece todos los días. Era especial Allí le colgaron el mote de abelhinha (abejita) por su forma de entender el fútbol. Estaba todo el partido revoloteando por el campo. A los 10 años, Cristiano fichó por el Nacional de Madeira a cambio de dos balones y veinte equipaciones. Allí siguió puliendo sus enormes cualidades: El fútbol de la calle era el culpable de su talento y coraje explica Antonio Mendoça, su entrenador. Como en el An- su amigo. Fue un recital. El balón era una extensión de su cuerpo explica a ABC su mentor. Aurelio Pereira redacta un informe demoledor: Cristiano es jugador con un talento fuera de serie y técnicamente muy desarrollado. A destacar su capacidad de desborde, tanto parado como en movimiento. Tiene una gran variedad de regates y es buenísimo con los pies, sin miedo y atrevido En ese momento, el Nacional tenía una deuda con el Sporting de 5.000.000 escudos (25.000 euros) Demasiado dinero para un crío de 12 años, pero Aurelio Pereira convenció a los dueños del club luso: Era una gran inversión de futuro Y tanto que lo fue. Ronaldo se instaló en Lisboa en agosto. Un radical cambio de vida para un chico de una familia en el umbral de la pobreza, con un padre en el paro, una madre doblando jornadas como cocinera y cuatro bocas que alimentar: Su primer año fuera fue duro. Tenia saudade a todas horas. La mayoría de los chicos que no son de Lisboa y vienen al Sporting regresan a su hogar a las pocas semanas de llegar al club. Solo los más fuertes y ambiciosos resisten explica Aurelio Pereira. En el colegio, los compañeros se mofaban de Cristiano por su acento isleño. Su ira la pagaba con los profesores, mal- Cristiano, con la camiseta del Sporting de Portugal Cristiano, con 8 años, con la camiseta del Andorinha, su primer club ABC