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ABC MADRID 20-11-2016 página 118
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118 GENTESTILO TV DOMINGO, 20 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es estilo ABC Sobre estas líneas, Gia Carangi durante una sesión de fotos. A la derecha, Angelina Jolie en una escena de la película Gia ABC La vida de dolor y excesos de Gia Carangi, la primera supermodelo Cuando Angelina Jolie la encarnó para la HBO, sus vidas guardaban muchas similitudes ANGIE CALERO MADRID Creo que Dios tiene un plan para mí reflexionó Gia Marie Carangi meses antes del 18 de noviembre de 1986, cuando, después de una corta pero intensa existencia, la que fuera la primera supermodelo del mundo fallecía víctima del sida a los 26 años. Lo que ella no llegó a saber es que su sensualidad salvaje y su desenfado frente a la cámara eran el mayor legado que podía dejar en la industria de la moda. Esta semana se cumplían treinta años de su muerte. Doce después, la historia de Gia había llegado a la gran pantalla con la productora HBO. Una joven y alocada Angelina Jolie dio vida a Gia que se estrenó en 1998. Esta interpretación encumbró a la exmujer de Brad Pitt, que ganó un Globo de Oro a la mejor actriz de película para televisión En 2014, el camello de Jolie durante la etapa más oscura de su vida filtró a The National Enquirer un vídeo de la actriz grabado en 1998, donde aparecía bajo los efectos de la heroína. En aquella época no distinguía la vida real de la del celuloide. Como otros artistas, músicos o pintores reconocidos póstumamente, la infancia de Gia estuvo marcada por la ausencia de su madre, que huyó de casa por miedo a que su padre la acabase matando. Los malos tratos y un fuerte sentimiento de abandono lastrarían la vida de Gia, que creció sin disciplina y haciéndose cargo de un padre que abusó sexualmente de ella cuando tenía 5 años. Estas carencias afectivas destaparon el lado más selvático de Gia en una temprana adolescencia, cuando empezó a fumar marihuana en clubes gais de Filadelfia y formó parte de los Bowie Kids. En una de esas salidas nocturnas, a los 16 años, se produjo su primer contacto con las drogas. Allí Maurice Tannenbaum le robó varias fotos que conquistaron a Wilhelmina Cooper, quien le ofreció su primer contrato. Gia odió la industria de la moda desde el principio contó su pareja de aquel momento al periodista y biógrafo de Gia, Stephen Fried. Se sentía como un trozo de carne, era demasiado sensible para ese mundo Seis meses después de su llegada a Nueva York (en febrero de 1978) ya había protagonizado los anuncios de los almacenes Bloomingdale s y varias portadas en Cosmopolitan firmadas por el que se convertiría en su gran amigo, el fotógrafo Francesco Scavullo. En uno de esos primeros trabajos Gia conoció al gran amor de su vida, la maquilladora Sandy Linter, con quien posó desnuda en una icónica sesión de fotos tras una valla metálica bajo la mirada de Chris Von Wangenheim para Vogue Que Gia revolucionó un mundo acostumbrado a maniquís de ojos azules y cabellos dorados se demuestra en cifras: ganó más de 200.000 dólares (184.000 euros) durante sus dos Gia no tardó en tener graves problemas con las drogas, que no le impidieron pasar su 20 cumpleaños en París posando para Vogue o viajar a St. Barts con Scavullo y Patti Hansen para producir el editorial más importante de su carrera. En enero de 1983 ya figuraba la primera en la lista negra de modelos. Su adicción era extrema y sus hábitos de trabajo erráticos: llegaba tarde a las sesiones de fotos y la pillaban inyectándose heroína en el baño. En medio de una sesión de Richard Avedon para Giani Versace dijo que iba a comprar tabaco y no volvió. En otra se quedó dormida con un cigarrillo en la boca y ni la quemadura que le provocó la despertó. La madre de Gia la obligó a ingresar en un programa de desintoxicación de 21 días. Al salir, vendió las joyas de su madre para comprar heroína. Desesperada por conseguir dinero, Scavullo le regaló la que sería su última portada. Posó para Cosmopolitan con un vestido palabra de honor y esICONO condió bajo el vuelo de la Llegó a falda sus brazos, para taganar 460.000 Última portada Scavullo par los estigmas de su euros al año. Sus siempre negó que este adicción. Por respeto a su imágenes posado disimulase las musa, Scavullo siempre inspiran hoy a marcas de los brazos de Gia negó ese gesto. fotógrafos Cuando se le acabó el dinero empezó a prostituirse por primeros años como modelo. El terceAtlantic City a cambio de heroína. ro ganó 500.000 dólares (460.000) Por Allí volvió a sufrir abusos sexuales. Su un día de trabajo cobraba 18.000 (16.500) madre se la llevó a Filadelfia, y nunca En 1980, la muerte inesperada de Wil- más salió de allí. En 1984 los médicos helmina, la ruptura con Sandy y un éxi- detectaron en su organismo el virus del to desmesurado que era incapaz de di- VIH. ¿Y eso cómo se cura? preguntó gerir llevaron a Gia a reencontrarse con ella. Era una de las primeras mujeres en sus adicciones. Coincidió con la famo- Estados Unidos que manifestaban el visa fiebre neoyorquina del sábado no- rus del sida, una epidemia sin tratamienche, cuando la beautiful people frecuen- to. Dos años después Gia fallecía. A fitaba Studio 54 y The Mudd. Clubes don- nales de los 80 una jovencísima Cindy de Gia era la preferida de Debbie Harry Crawford pisaba por primera vez las y Jack Nicholson, que llegó a darle un pasarelas. Cuando Scavullo la vio no juego de llaves de su apartamento. pudo evitar bautizarla como Baby Gia

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