ABC MADRID 12-11-2016 página 32

32 INTERNACIONAL EE. UU. 16 Crisis entre los perdedores SÁBADO, 12 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es internacional ABC HERMANN Sanders empuja al Partido Demócrata hacia la izquierda El político socialista apoya al radical Keith Ellison para presidir la formación JAVIER ANSORENA NUEVA YORK EL DEBER CON LA REALIDAD El Partido Demócrata se quedó sin nada cuando creía tenerlo todo ás allá de la conmoción generada en Occidente por un triunfo que ha sido tan sorprendente por la capacidad del mensajero de engañarse a sí mismo y más allá de los sustos reales y las histerias interesadas, la realidad se hace camino. Con que todos los enemigos y odiadores de Donald Trump acepten el hecho de que es el nuevo presidente de EE. UU. se habrá andado mucho. El presidente saliente ayudará a una buena transición. No solo por buena voluntad. También porque tras la catástrofe personal que también ha supuesto para él la derrota de Hillary Clinton en una campaña en la que se volcó como ningún presidente antes, no puede enturbiar aun más su despedida con un traspaso conflictivo. Dramático es también para Obama saber que del triste balance de sus dos mandatos, desastrosos en la política exterior, tampoco quedará para la posteridad apenas nada de sus maltrechas reformas internas. El Partido Demócrata tardará en recuperarse de la terrible frustración de quedar sin nada cuando creyó tenerlo todo. Los medios que se comprometieron con su candidata hasta una complicidad inaudita, tardarán en salir del hoyo. Las manifestaciones en contra de un resultado electoral, ese fenómeno tan europeo, son como los intentos desesperados de los periodistas de la CNN de retrasar y no reconocer la caída de los estados que creían bastión de Clinton. Ahora Obama y Trump tienen que verse muchas veces para que el traspaso sea impecable como a ambos conviene. Y el equipo republicano, con Newt Gingrich y Rudy Giuliani a la cabeza, preparar sus estructuras, que dependerán mucho de lealtades y cercanías habidas. Parece que Trump prepara unos primeros cien días de revolución en Washington. Bien estará que antes incluso de eso avance el presidente su mensaje al exterior a unos aliados que requieren seguridades y están confusos en parte por culpa propia. La fobia anti Trump de algunos solo estorba. Todos tienen el deber de reconocer la realidad. Nuestro problema común es la seguridad europea, no unos derechos garantizados en EE. UU. a los que ridículamente aludieron algunos gobernantes europeos. M El partido demócrata tiene la pinta desconcertada de un boxeador al que un rival que creía menor le acaba de conectar tres golpes en el rostro: uno por la Casa Blanca, otro por el Senado y un tercero por la configuración del Tribunal Supremo. Son tiempos de incertidumbre para la formación política, sin un liderazgo claro y que todavía digiere los resultados del pasado martes. En esas aguas revueltas trata de pescar Bernie Sanders, el candidato de corte socialista que puso contra las cuerdas a Hillary Clinton en las primarias demócratas. El senador por Vermont aprovecha el desastre electoral para que el partido pivote hacia las posiciones de izquierda que él ha defendido toda su vida y que hasta el año pasado parecían marginales entre los demócratas. No le falta legitimidad para ello. Tras el descalabro de Clinton, se han recordado hasta la saciedad las encuestas que le daban más posibilidades que a la candidata final en un hipotético enfrentamiento contra Donald Trump. Además el presidente electo ha basado buena parte de su victoria en la movilización de la clase trabajadora blanca descontenta, la misma que prefirió a Sanders en las primarias. En tres estados donde predomina este electorado y que favorecieron a Trump contra pronóstico Wisconsin, Michigan y New Hampshire (aunque en estos dos últimos todavía no ha acabado el recuento) Sanders se impuso en las primarias. Para el veterano político izquierdista, la incapacidad del partido demócrata de atraer a la clase trabajadora blanca es una vergüenza Sanders Clinton y Sanders en un mitin a principios de este mes REUTERS Hillary reaparece en el bosque Una vecina del suburbio adinerado en el norte de Nueva York donde vive Clinton salió a dar un paseo con su hija por un bosque cercano a su casa. No pudo imaginarse que se toparía con la propia Hillary, que había elegido la misma manera de digerir su fracaso. Se consolaron mutuamente, se dieron un abrazo y se sacaron una foto. criticó en una entrevista con AP que su formación no tuviera el coraje de enfrentarse a Wall Street y a los multimillonarios Derecho a la cólera También defendió en la CNN el derecho de la gente a estar airada pero dijo que esa cólera hay que canalizarla contra quien ha causado el deterioro de la clase media y que haya tanta gente viviendo en la pobreza, no llevarlo contra nuestros vecinos que son musulmanes, latinos o mujeres Sanders ya ha empezado a dar pasos para reorientar al partido en esa dirección. Para empezar, ha secundado la candidatura de Keith Ellison para presidir la formación. Se trata de un congresista de izquierdas que apoyó a Sanders en las primarias y que también cuenta con el visto bueno de la plataforma MoveOn. org, que ha hecho un llamamiento para hacer limpieza en el partido, El puesto de presidente del partido está en el aire, después de que sus dos últimas presidentas, Debbie Wasserman y Donna Brazile, se vieran envueltas en escándalos por favorecer a Clinton en las primarias. Si Hillary hubiera ganado las elecciones, no le hubiera costado señalar a alguien cercano para el cargo. Pero tras el descalabro electoral, eso ya no es una opción. Clinton y una simpatizante, de paseo ayer en un bosque de Nueva York ABC