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ABC MADRID 07-10-2016 página 62
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  • EdiciónABC, MADRID
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62 ABCdelOCIO VIERNES, 7 DE OCTUBRE DE 2016 abc. es ABC C ine La jauría humana, al ralentí DESPUÉS DE ESTO Dirección: Magnus von Horn. Con: Ulrik Munther, Mas Blomgren FEDERICO MARÍN BELLÓN U n joven vuelve a casa de su padre tras cumplir castigo por algo que el espectador descubrirá de forma gradual. El delito es lo de menos. Lo interesante del planteamiento del guionista y director (en estas lides debutante) Magnus von Horn es la condena social de sus compañeros de instituto, el linchamiento público. Esta vez, y ya es casi una originalidad, nos libramos del acoso mediático. Los menos jóvenes recordarán la formidable La jauría humana de Arthur Penn, en la que Brando recibía una de sus mejores palizas, aunque el condenado era Robert Redford. Aquí John (Ulrik Munther) es a la vez perseguido y fajador. Solo quiere empezar de nuevo. Y huir de la soledad. Acepta la dureza de la segunda parte de su vida a cambio de compañía, más o menos humana. Todo esto lo cuenta el cineas- ta sueco a la manera nórdica, con la temperatura bajo mínimos. El director de fotografía polaco Lukas Zal Ida añade algunos cubitos. Otro rasgo interesante, que gustará más a los críticos que al espectador normal, es la afición de Zal y Von Horn a dejarse cosas fuera de campo. La cámara prefiere a menudo la reacción a la acción, una decisión poco popular. Morosa y sin música ni adornos, esta jauría da para reflexionar sobre la culpa y el perdón, pero ladra y muerde mucho menos que la de 1966. Holocausto canibal LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS Retrato de artista OLEG Y LAS RARAS ARTES Dirección: Conrad Vernon, Greg Tiernan. Animación A. WEINRICHTER Dirección: Andrés Duque. Documental ANTONIO WEINRICHTER S eth Rogen, entrañable actor gamberro, inspiró este proyecto. para el que se reservó además la voz de la salchicha protagonista. Seth, que debe ser tan porrero como sus personajes, pensó, qué buena idea describir la cadena alimenticia... desde el punto de vista de los alimentos. No se quedó en la ocurrencia sino que la llevó a puerto, hasta el infinito y más allá, habría que decir, ya que la película comienza con una parodia de Toy Story ¿qué hacen los juguetes, es decir, aquí, los alimentos cuando sus dueños no están mirando? Pues cantan como si no hubiera mañana y sueñan con el momento en que al ser elegidos por los dioses (los clientes) conocerán el más allá (lo que hay fuera del super en el que viven) Todo muy lindo, esto de los alimentos humanizados... aunque, ojo, esto no es para niños: las salchichas son fálicos artefactos que solo sueñan con meterse dentro de unos panecillos claramente femeninos y con un orificio que remite claramente a... la sonrisa vertical, que A diría el maestro Berlanga. Los chistes sexuales culminan en una orgía panteista donde la panecilla Kirsten Wiig es enfilada por el perrito (muy) caliente de Seth mientras un taquito mexicano lésbico aun más caliente (Salma Hayek) le hace un panilingus... Bueno, más chocante es el momento en que los alimentos comprueban que lo que les espera es como ver la matanza del cerdo desde el punto de vista del cerdo; ni Babe se atrevió a tanto. Esa escena gore sanciona el curioso espiritualismo de los alimentos que se preguntan por ese más allá que prometen las religiones. La función acaba siendo demasiado cansina y ruidosa, sobre todo, pienso, para adultos que prefieran ver estas cuestiones metafísicas planteadas por entes con más entidad ndrés Duque lleva años desarrollando una estimulante carrera en la periferia de la industria del cine español. Ha firmado películas diarísticas, se ha filmado ejecutando una performance de memoria caníbal; pero una de sus especialidades es el retrato. Suyo es el mejor que existe de Iván Zulueta Iván Z y aunque muchos esperamos que lo completara con su lógica secuela, el retrato de su actor fetiche Will More, ahora se descuelga con el de un artista aún más pintoresco. Se trata del ucraniano Oleg Nikolaevitch, pianista prodigio, protegido de Stalin, que también censuró su música; y el prodigio debió verter su talento en bandas sonoras para el cine. A sus casi 90 años falleció poco después del rodaje, se avino a ofre- cer ante la cámara su indescriptible perfil de ave arcana que ningún dibujante de cómic pudiera haber imaginado. Y Duque responde como solo podría hacerlo con un personaje así, fascinado, dejando que despliegue su plumaje paseando, por derecho, por los pasillos del Hermitage y tocando un piano que perteneció al zar. No es un retrato crítico, o dialéctico, es una performance consentida de un ser irrepetible. El repartidor de estopa THE MECHANIC: RESURRECTION Dirección: Dennis Gansel. Con: Jason Statham, Jessica Alba JOSÉ MANUEL CUÉLLAR V aya por delante que Statham tiene su público. Y es numeroso. Hoy por hoy no hay héroe de acción que se le compare. De ahí esta resurrección de The Mechanic secuela de la primera película que tuvo tanto éxito. Se trata de un asesino a sueldo que ha de conseguir que todas sus víctimas mueran con aquella frase famosa de que parezca un accidente Al igual que en la mítica saga de Saw donde se inventaban trucos cada vez más hábiles para matar a la gente, en este filme la gracia está en ver cómo los guionistas se la ingenian para que dichas muertes parezcan en verdad accidentes. En este aspecto, hay que reconocer que su tarea es brillante. El resto es ya sabido y consabido: Statham repartiendo estopa que da gusto. Eso sí, si alguien tenía esperanzas de que fuera el próximo James Bond que se vaya olvidando. Su salida del agua intentando imitar a Daniel Craig resulta irrisoria. Más parecía un oso mojado que un 007 con su habitual elegancia rebozada en dureza.

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