ABC MADRID 23-09-2016 página 47

ABC VIERNES, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2016 abc. es cultura CULTURA 47 Una ciudad destruida a sangre y fuego A- 4 Cuatro Vientos Río G uad alqu ivir A- 44 Rastros de la batalla Castulo Jabalquinto Villanueva de la Reina r ima dal Gua Río Iliturgi Maq Maquiz Mengíbar Torresblascopedro 2 km La Muela N- 323 Río Gu ad alq uiv ir Restos en las tres zonas exploradas La intervención arqueológica ha comenzado con la exploración de tres zonas diferentes del yacimiento. En seguida han aparecido restos del asedio y la batalla. La excavación mostrará muchos más a partir de 2017 Mengíbar Fo ograma Fotograma de un vuelo vuelo norteamericano norteamericano, en 1945, teameric 1945, con loca iz ción del co la loca ización del caliza calizació ce cerro de La Muela Muela Flechas, clavos y monedas 1 km 500 m ABC Además de bolas de plomo que se lanzaban con onda (arriba) han aparecido monedas romanas y cartaginesas, clavos (emplearon algunos para improvisar escalas en la muralla) y mortíferas puntas de flechas. que facilita los trabajos previos a la excavación, que debe de autorizar la Junta de Andalucía. Hasta el momento sólo se han llevado a cabo prospecciones superficiales en el terreno, del que, además de las armas, han surgido varias monedas cartaginesas y otra romana de gran rareza en la Península. El instituto arqueológico, que pre- vé comenzar a excavar cerro Muela durante el primer trimestre de 2017, confía en encontrar en el subsuelo numerosas huellas y también los restos de las víctimas de la matanza. La rabia y el deseo de venganza de los romanos se trasladaron hasta el final de las Guerras Púnicas, cuando Cartago fue destruida y arrasada. Mataron a los hombres, las mujeres y los niños Ecos del relato de Tito Livio Han pasado más de dos mil años y sobre la tierra hoy sembrada de olivos laten los restos de la batalla narrada por Tito Livio. Aquel asalto a sangre y fuego, sin prisioneros, pretendía y consiguió ser un duro escarmiento a los pueblos ibéricos que osaron mostrar cualquier tipo de indisciplina hacia la República Romana. Para dejar sentado para siempre un precedente temible a fin de que nadie en ningún momento, en ninguna circunstancia, considerase susceptible de afrenta a un ciudadano o un soldado romano... Escipión el Africano planeó de forma minuciosa el asedio a Iliturgi y Cástulo. Espera a concluir definitivamente la guerra contra los ejércitos cartagineses que son vencidos y expulsados de la Península. Solo entonces inicia esta nueva acción militar. Por tanto una vez que el enemigo cartaginés había sido derrotado hizo venir de Tarragona a Lucio Marco y le envió a atacar Cástulo con la tercera parte de las tropas, y él, con el resto del ejército, llegó a Iliturgi... Una vez ante el oppidum de Iliturgi, atacó la ciudad en dos puntos a la vez. Tito Livio describe la existencia de una potente muralla que delimitaba todo el oppidum Escipión mandó traer escalas y amenazó con subir él mismo y nos deja entrever el potente sistema defensivo con el que contaba Iliturgi, llegando incluso a poner en evidencia la capacidad ofensiva del ejército romano: aquel ejército dominador de Hispania entera fue rechazado varias veces de las murallas por la juventud de una sola ciudad y anduvo amedrentado en una batalla no demasiado gloriosa Un punto de la acrópolis está defendido por una roca natural y por allí logran entrar las fuerzas de Escipión, mientras las escalas abaten a los defensores en las murallas. Quedó patente que el ataque a la ciudad era debido a la rabia y el odio. Nadie pensó en coger prisioneros, nadie, pensó en botín a pesar de que todo se ofrecía al saqueo; degollaron indiscriminadamente a los que tenían armas y a los que estaban desarmados, a las mujeres y a los hombres; en su airada crueldad llegaron a dar muerte a los niños de corta edad. Después prendieron fuego a las casas y arrasaron lo que no podía ser consumido por las llamas