ABC MADRID 18-09-2016 página 5

ABC DOMINGO, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2016 abc. es ENFOQUE 5 Mariano Rajoy interviene en un mitin en el Teatro Campos de Bilbao, al que asistieron, entre otros, Mari Mar Blanco y Pilar Elías EFE Rajoy carga contra Pedro Sánchez El problema de todos JUAN PABLO COLMENAREJO Está llegando al límite. Rajoy ya no sabe qué más decirle a Sánchez. El secretario general del PSOE está achicado detrás del burladero de los ERE hasta que escampe. El presidente en funciones le acusó ayer en Bilbao de casi todo. Del resto ya se está ocupando Susana Díaz desde Sevilla. Lo de obstruccionista, antipatriota y poco democrático es lo último antes del final. En el barco donde los líderes de la Unión Europea almorzaron el pasado viernes en Bratislava, el jefe del Gobierno español en funciones no tuvo más remedio que encogerse de hombros otra vez mientras contaba lo del PSOE. España zozobra políticamente por muchas razones que ahora ventilan los tribunales de Justicia, pero los escándalos, aumentados por el dolor de la crisis, no deben impedir la salida ni tapar la vista. El ajuste de cuentas de ida y vuelta con los rescoldos del caso Soria, el pegajoso escaño de Barberá y el escrito de acusación de la Fiscalía certificando la corrupción de reparto en la Junta de Andalucía de Chaves y Griñan irrita mucho, pero nada más. No añade ninguna solución ni, por supuesto, una pacificación de los frentes abiertos. El PP, con su presidente a la cabeza, ha tenido otra semana horrible en términos de opinión publicada. Cada vez que aparecen mil euros volando a un bolso se les monta una crisis intergeneracional en el partido. A diferencia de otros líos, en esta ocasión han echado mano del acuerdo con Ciudadanos para hacer el petate y marcharse al siguiente problema. Si hay elecciones en diciembre, sólo con el partido de Rivera habrá salida. Y ese es el temor del PSOE. Otro paso por las urnas y sale mayoría absoluta del PP con Ciudadanos. Lo sabe hasta Sánchez, que va a hacer lo que sea para sobrevivir como secretario general del PSOE. Dentro de ocho días se soltarán amarras y empezarán las hostilidades internas si el resultado, tanto en Galicia como en el País Vasco, es como dicen las encuestas. Sánchez se aferra a un par de carambolas para evitar la avalancha de los barones encabezados por la presidenta de la Junta de Andalucía. Poco importan en este caso las salpicaduras del festín de los ERE. Ni a ella ni a él les conviene el reproche en este asunto. No es seguro que tras el 25 de septiembre alguien tome en el PSOE la decisión de dejar gobernar en minoría, y por lo tanto con angustia diaria, al PP. Ni siquiera valoran lo fácil que sería hacer oposición. No están. Su problema es ya el de todos. ESPAÑA