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ABC MADRID 15-08-2016 página 35
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC LUNES, 15 DE AGOSTO DE 2016 abc. es conocer SOCIEDAD 35 Medio ambiente Espacios marinos protegidos Siete nuevas Zonas de Especial Conservación en el Mediterráneo A. CARRA MADRID CÉSAR NOMBELA CIUDAD El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha declarado siete lugares marinos del Mediterráneo como Zonas Especiales de Conservación. Las peculiares características de estas regiones marinas les hacen merecedores de esta figura de protección europea. Fondos Marinos de la Bahía de Estepona. Frente a las costas de esta localidad se encuentra la única comunidad de grandes algas pardas (feofíceas) de todo el litoral malagueño, además de especies amenazadas como el puercoespín marino, el coral anaranjado y la caracola o bocina. El Saladillo- Punta de Baños. En esta parte de las costas orientales de Estepona hay praderas de posidonia oceánica entre los 3,5 y los seis metros de profundidad en los que habitan grandes bancos de peces como la sama de pluma y el dentón. Arrecifes de Roquetas de Mar. Esta parte del golfo de Almería se caracteriza por sus praderas de posidonia, que forman un singular arrecife barrera que ya fue declarado monumento natural por ser uno de los pocos que sobreviven en el litoral Mediterráneo. Fondos Marinos de Punta EntinasSabinar. En las costas de los municipios almerienses de El Ejido y Roquetas de Mar se encuentran las praderas occidentales más extensas de posidonia oceánica del litoral español, además de especies de invertebrados amenazados como la nacra, la estrella roja y la estrella de capitán. Fondos Marinos Levante Almeriense. En los fondos marinos de Pulpí, Cuevas del Almanzora, Vera, Garrucha, Mojácar y el extremo septentrional de Carboneras también hay grandes praderas de posidonia oceánica. Entre las especies más llamativas que viven en ellas está el falso coral. Valles Submarinos del Escarpe de Mazarrón. El elemento más singluar de este enclave de las costas de Murcia es la espectacular pared submarina, perteneciente al sistema de fallas de desgarre que delimitan la plataforma y el talud continental de la llanura abisal Argelo- Balear, de más de 2.600 metros de profundidad. Área Marina del Cap Martinet. Al este de la isla de Ibiza. Destaca por sus extensas praderas de posidonia y presencia de delfín mular y tortuga boba. REESCRIBIR LA VIDA Corregir errores en las células sería la deseada terapia génica que cure enfermedades C onocemos detalles de las enfermedades genéticas mucho antes de saber que el ADN es el material hereditario. A comienzos del siglo XX se puso de manifiesto la transmisión de enfermedades ligadas al sexo, como la hemofilia por vía materna. Se pudieron cartografiar genes de enfermedades en cromosomas sexuales, antes de conocer la naturaleza bioquímica de los propios cromosomas. Ese recorrido culminó cuando fue posible leer las secuencias de bases de todos los genes para establecer qué errores hay en el gen patológico, que no se dan en el normal. Corregir esos errores en las células sería la deseada terapia génica que cure numerosas enfermedades. Pero, reescribir en los genes para corregir errores supone acceder con enzimas al lugar cromosómico en el que están, evitando actuar sobre ninguna otra zona. Una tarea que se revelaba como ingente hasta hace apenas unos tres años en que se introduce el sistema llamado de edición genómica CRISPRCas. La ansiada terapia génica puede estar ya muy cerca, pero aún han de vencerse varios obstáculos. El principal es que la actuación editorial sea específica, que se limite a cambiar el gen solamente en la zona errónea, algo que no es seguro que ocurra. Tras el descubrimiento de CRISPR- Cas, en el que destaca el español Martínez Mojica, aparecen otros como el NgAgo, que pretenden asegurar la especificidad, incluso poder actuar sobre varios genes a la vez si fuera necesario. La reescritura de genes abre el camino a otras muchas posibilidades; entre ellas la modificación de células y organismos con las más diversas aplicaciones industriales, incluida la producción de nuevos materiales biológicos sintéticos. También la concesión de patentes en este campo es objeto de disputas que acaban en pleitos. Vigente sigue la necesidad de que criterios éticos rigurosos prevengan el empleo de esta técnica con la pretensión de modificar la naturaleza del hombre, contraria a la dignidad humana.

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