ABC MADRID 30-07-2016 página 41

ABC SÁBADO, 30 DE JULIO DE 2016 abc. es conocer SOCIEDAD 41 HA TERMINADO El Papa firmó ayer en el libro de visita de Auschwitz SANTIAGO MARTÍN EL CRIMEN PERFECTO Al descristianizar Europa han dejado a esta y a la Iglesia a merced de los violentos nte el asesinato del P. Hamel, la mirada de todos no se ha dirigido a los musulmanes sino a los propios católicos. ¿Cómo reaccionarían estos? ¿Al ver que degüellan curas, dejarían de lado su discurso de que los musulmanes radicales son extremistas traidores al verdadero Islam? O, por el contrario, ¿se unirían a las voces que desde el mundo político más conservador identifican cada vez más al propio Islam con la violencia? La Iglesia hace lo que tiene que hacer: perdonar. De ahí nadie la va a mover, porque eso es lo que hizo Cristo. Lo que hay que preguntarse es por qué en lugar de mirar a los culpables se está mirando a las víctimas. ¿Y quiénes son los culpables? Por supuesto hay uno inmediato, que es el fundamentalismo islámico son los musulmanes los que tienen el verdadero problema, pues después de acabar con los católicos acabarán con los que no sean radicales, y por lo tanto son ellos los que tienen que hacer mucho más para dejar claro que no se puede ser musulmán y terrorista Pero hay otro culpable, moviendo los hilos: el laicismo agresivo de la izquierda, que tiene como objetivo romperle la columna vertebral a la Iglesia y transformarla en una esclava políticamente correcta. Ningún país se verá libre de los atentados islámicos mientras se siga acosando al cristianismo, pues se está dejando al mundo sin un alma pacífica que deja un vacío fácilmente ocupable por un alma violenta. Pensaron que podrían integrar a los musulmanes en Europa ofreciéndoles comodidades sin alma. Al final, ni les dieron comodidades ni lograron privarles del alma y esa mezcla explosiva de frustración es lo que está llevando a jóvenes nacidos en Europa a matar muriendo. Éstos son culpables, pero el verdadero culpable se oculta tras ellos, pues al descristianizar Europa han dejado a esta y a la Iglesia a merced de los violentos. Querían acabar con la Iglesia y puede que alguno se alegre de haberla puesto bajo el foco del terror, ¿por qué, sino, no se ha escuchado el mismo clamor que cuando los periodistas de Charlie Hebdo fueron asesinados? Quizá piensen que es el crimen perfecto, pero les puede salir caro. Buscan una cosa y se van a encontrar con otra. A Vía Crucis de la JMJ REUTERS La agenda del Santo Padre SABADO 30 10.15 horas Misa en el santuario de Juan Pablo II. 19.00 horas Vigilia con más de un millón de jóvenes en el Campus de la Misericordia. DOMINGO 31 10.00 horas Misa de clausura de la JMJ en el Campus de la Misericordia. 18.30 horas Regreso a Roma REUTERS Vea la fotogalería con las mejores imágenes del Papa rraba a los prisioneros para que murieran de hambre y sed, Francisco pudo conversar con once personas que consiguieron sobrevivir al horror de estos campos. Entre ellos se encontraba Helena Dunicz- Niwiska, nacida en 1915 en Viena, aunque vivía junto con sus padres en el municipio de Lviv hasta que fue detenida con su madre María en 1943 y deportada a Auschwitz en octubre de ese mismo año. Helena era violinista, por lo que fue obligada a formar parte de una orquesta que tocaba para los nazis en el cercano campo de Birkenau. Su madre solo sobrevivió dos meses en este lugar. El Papa saludó asimismo a otro cen- tenario, Alojzy Fros, nacido en 1916 en la localidad polaca de Rybnik, marcado con el número 136223 y detenido en abril de 1943 acusado de conspiración. Fue deportado a Auschwitz el 9 de agosto de 1943 y, tras pasar dos meses en el hospital del campo por una enfermad, fue destinado a la zona donde se inspeccionaban las pertenencias de los prisioneros, informó Efe. Con la emoción contenida, el Santo Padre también saludó a Marian Majerowicz, nacida en 1926 en Myszków. En Auschwitz murieron sus padres y su hermano pequeño, y ahora es presidenta de la Asociación de Veteranos y Víctimas de la Segunda Guerra Mun- dial judía de Varsovia. En su recorrido silencioso, Francisco se detuvo en Bikernau para conocer también las historias de quienes ayudaron a los judíos y han sido reconocidos por ello como Justos de las Naciones por el Yad Vashem, el museo de la Memoria del Holocausto de Jerusalén. Frente a las lápidas que recuerdan en 23 idiomas al millón de personas que murieron en Auschwitz se encontraba María Jamro. Sus padres, campesinos, dieron cobijo a Hena y Oskar Oliner quienes, desfallecidos, llamaron a la puerta de su casa para poder pasar la noche, a lo que ellos aceptaron para ayudarles en todo.