ABC MADRID 10-07-2016 página 10
- EdiciónABC, MADRID
- Página10
- Fecha de publicación10/07/2016
- ID0006584068
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10 ENFOQUE DOMINGO, 10 DE JULIO DE 2016 abc. es ABC Víctor Barrio trata de defenderse, ya sin recursos, del toro que ayer terminó con su vida en la plaza de Teruel EFE El torero muere en la plaza de Teruel Víctor Barrio se deja el corazón en la arena No había cumplido veintinueve años y se ganaba la vida delante de toros como el que ayer lo mató en la plaza de Teruel. Víctor Barrio era uno de esos toreros que ven el escalafón desde abajo, a ras del albero que pisan en verano, muy lejos también del brillo que desprenden las lentejuelas que cubren los trajes de las primeras figuras. Al matador segoviano le atravesaron el pecho cuando lidiaba al primero de su lote. No hay equipo médico que pueda salvar a un hombre que llega a una enfermería con el corazón partido en dos. Barrio, al que su cuadrilla sacó de la arena sin aliento, sin vida, es el primer torero que muere en una plaza de toros en lo que va de siglo, mártir de una disciplina artística cuyo reverso más trágico, relegado a los manuales de historia, casi había olvidado ya la afición. Abundan las cogidas, algunas terribles, pero también el magisterio y la experiencia de los cirujanos para coser y remendar los cuerpos heridos y abiertos de quienes caen, una y otra vez, entre las astas del toro. Esas son las reglas de un juego en el que también participa la fatalidad. Ayer en Teruel, Víctor Barrio no pudo levantarse del albero en el que se dejó el corazón. Barrio deja en la arena del coso turolense, ya para siempre, una reliquia inmaterial de su valor, pero también una muestra de la grandeza de la fiesta de los toros, cuyo argumento no es otro que la muerte y el engaño. Toda la verdad que encierra la tauromaquia cabe en la que ayer fue su última faena. TOROS