ABC MADRID 20-06-2016 página 48
- EdiciónABC, MADRID
- Página48
- Fecha de publicación20/06/2016
- ID0006578458
Ver también:
48 CULTURA LUNES, 20 DE JUNIO DE 2016 abc. es cultura ABC Victoria Ocampo Mucho más que una musa sin obra Recuperan la Autobiografía de la autora argentina, una de las primeras mecenas y gran agitadora cultural del S. XX INÉS MARTÍN RODRIGO MADRID Victoria Ocampo, fotografiada por Léopold- Émile Reutlinger en su estudio de París L a noche había caído ya hacía largo rato sobre Villa Ocampo, pero las conversaciones seguían brotando de los inquietos paladares allí citados. El cansancio, sin embargo, empezaba a hacer mella en el ánimo de los contertulios. La mayoría decidió, entonces, poner rumbo a Buenos Aires. Norah Borges, la hermana del autor de El Aleph ensimismada en la estética de la residencia, se quedó despistada y, cuando el grupo estaba a punto de cruzar el umbral, gritó: ¡No me dejen sola con la inmensidad! La inmensidad tenía un nombre: Victoria Ocampo (1890- 1989) Aquella mujer, de presencia impresionante, dejó huella en todos los que se cruzaron en su vida. Una vida que marcó la cultura de buena parte del siglo XX y que, ahora, de la mano de la Fundación Banco Santander, vuelve a estar de actualidad en nuestro país. La Colección Obra Fundamental ha recuperado Darse. Autobiografía y Testimonios una obra hasta ahora inédita en España, que resulta fundamental para acercarse a su figura y, de La hermosa rebelde que hizo de su vida un sueño Perfil Lectora culta e informada, seducida y seductora, pero, ante todo y sobre todo, rebelde. Victoria Ocampo nació el 7 de abril de 1890 en Buenos Aires, en el seno de una familia aristocrática. Sus padres, controladores hasta la asfixia, llegaron a prohibirle leer De profundis de Oscar Wilde. En los libros, Ocampo buscaba aquello que le negaba la vida, superando, mediante la evasión literaria, los límites que le imponía su clase social. Cuanto más vivo, más segura estoy de que no encontraré a un ser capaz de comprenderme. Me quedo con los libros, por el momento confesó, en una carta, a su amiga Delfina Bunge. En 1912 se casó con Luis Bernardo de Estrada, del que terminó separándoAFP