ABC MADRID 23-05-2016 página 58

58 ABCdelDEPORTE LUNES, 23 DE MAYO DE 2016 abc. es deportes ABC Final de la Copa del Rey Imagen general del Vicente Calderón mientras sonaba el himno de España El himno coreado gana a los pitos Los abucheos surgidos del sector azulgrana fueron superados por los cánticos de medio estadio sevillista TOMÁS GONZÁLEZ- MARTÍN MADRID A las 9.25 de la noche sonó el himno español en la final de Copa. Se esperaban los pitos de los independentistas catalanes, como de costumbre. Había esteladas, pero se veían menos de las que se auguraban. Y la afición sevillista, que conquistó medio estadio, ganó la batalla contra el abucheo al himno nacional al corear sus sones con potencia y refrendar sus sentimientos con palmas. También con cientos de banderas españolas que vencieron a las esteladas. El cántico de ¡Que viva España! de Manolo Escobar, fue una rúbrica que se repitió a lo largo del partido, con el postre de ¡Yo soy español, español, español! cantado también por algunos barcelonistas con la camiseta de Messi que se unieron a los sevillistas. El estadio Vicente Calderón vivió una situación muy diferente a la presenciada en las finales disputadas entre el Barcelona y el Athletic. Anoche, la afición del Sevilla fue el contrapeso de los independentistas situados en la zona Los Reyes estuvieron acompañados en la fila principal del palco por Ada Colau, Josep Bartomeu, Carles Puigdemont, Íñigo Méndez de Vigo, Ángel María Villar, Susana Díaz, José Castro, Juan Espadas y Manuela Carmena DE SAN BERNARDO de los seguidores azulgrana, que exhibieron esteladas desde que entraron en la grada y abuchearon el himno de España cuando comenzó a sonar en el coliseo rojiblanco. No todos los forofos del Barça pitaron, por supuesto. Ni mucho menos. Y lo expresaron antes de ocupar sus asientos. Muchos catalanes se sienten españoles y están molestos con esta politización del club, como demostraron las peñas azulgranas ante ABC hace dos días. Pero ya se sabe que solo se escucha a quien se manifiesta. Y es cierto que se oyen más las protestas que los aplausos. A pesar de ello, los incondicionales del Sevilla, más de 20.000 en los graderíos del Manzanares, más otros 6.000 que no tenían entrada y se quedaron en los alrededores del estadio, vencieron a los silbidos de los independentistas coreando el himno nacional y aplaudiendo en una demostración de sentimiento y de respeto a la música que representa a su país. Cántico popular Menos esteladas y más Cruzcampo heladas fue la tonadilla del sevillismo, con su gracia habitual Como se permitió la estelada por decisión de un juez, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, asistió al palco del Calderón, al igual que Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, que se había solidarizado con su amiga. Allí estaba Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat. Y en el centro del palco, en el centro de todos, el Rey, que vio cómo el sevillismo jaleaba el himno en una vivencia muy distinta a la de otros años. La bandera española colgaba de muchos balcones en las calles cercanas al estadio Calderón. Y los sevillistas cantaron en las tribunas el estadio desde una hora antes un soniquete que