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ABC MADRID 25-03-2016 página 18
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  • EdiciónABC, MADRID
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18 PRIMER PLANO Atentado en Bruselas Los errores policiales VIERNES, 25 DE MARZO DE 2016 abc. es ABC Las críticas a los fallos policiales hacen tambalear al Gobierno Dos ministros han presentado su dimisión, que el premier no aceptó ENRIQUE SERBETO CORRESPONSAL EN BRUSELAS Un sistema que no funciona Críticas Hasta el pasado martes las críticas contra la Policía belga procedían esencialmente de Francia, molesta por los atentados de París del 13- N. Bruselas y su pusilanimidad eran responsables. Tras los atentados del martes y después de saberse que Turquía deportó dos veces a uno de los responsables, la opinión pública belga ha estallado. Dos ministros presentaron su dimisión, que no fueron aceptadas. El primer ministro belga, Charles Michel, ha prometido que no habrá ni impunidad ni zonas de sombra en la investigación de los atentados del pasado martes. Cuando pronunció esta frase en el acto de homenaje a las víctimas, acababa de rechazar la dimisión de los dos ministros más directamente implicados, el de Justicia, Koen Geens, y el de Interior, Jean Jambon, a causa de las críticas cada vez más generalizadas de que la actuación del aparato de seguridad de este pequeño reino ha sido más que deficiente. Los dos responsables dieron este paso movidos, no tanto por las críticas más o menos ácidas que se habían generalizado desde los atentados de París el 13 de noviembre, sino por la revelación hecha la víspera por el presidente turco Tayip Erdogan de que Ibrahim el Bakraoui, uno de los suicidas asesinos del aeropuerto, había sido deportado no una sino probablemente dos veces desde aquel país, acusado de merodear en la frontera con Siria, sin que la Policía belga tomase medidas o lo identificara como terrorista potencialmente peligroso. Hoy está prevista una primera reunión de la comisión de investigación del Parlamento destinada a esclarecer el papel de las autoridades en esta sucesión de fallos. Está previsto que comparezcan tanto el de Justicia y el de Interior como el de Asuntos Exteriores, Didier Ryenders. Los dos ministros habían presentado su dimisión en una reunión restringida del gabinete pero el primer ministro, Charles Michel, ha pre- ferido espaciar los acontecimientos, teniendo en cuenta que el país sigue aún bajo los efectos del ataque terrorista. Hasta ahora las críticas eran casi un privilegio de medios franceses a los que se atribuía cierto resentimiento justificado por el hecho de que los ataques habían tenido a París como blanco. Ahora, las críticas de Turquía tenían que ver con la irritación del régimen de Ankara por la tolerancia hacia los kurdos en Bélgica. Sin embargo, la acumulación de evidencias de tanto menoscabo hacia la acción de las autoridades belgas ha acabado por hacer mella en el país. Excesiva permisividad Apenas terminado el duelo oficial, los periódicos empezaron ayer mismo a publicar revelaciones sorprendentes sobre la laxitud de las leyes y la aplicación que hace la Policía de ellas. Si Ibrahim el Bakraoui había viajado a Turquía para pasar a Siria varias veces a pesar de encontrarse en libertad condicional, su hermano Khalid también se paseó ante todas las barreras de seguridad del Estado como Pedro por su casa. Es detectado por un agente de la Policía en un coche mal aparcado junto a uno de sus antiguos cómplices, algo prohibido por los estatutos de la libertad condicional, que entonces debió haber sido anulada. Pero como acude a las citas para decir que está buscando trabajo, la Policía lo deja en paz. La última de esas reuniones obligatorias a la que asistió fue el 22 de octubre del año pasado, días antes de los atentados de París. No se volverá a saber nada de él hasta que se hace estallar con una bomba en el metro el pasado martes. Los dos ministros habían reconocido ya que las cosas no se habían hecho bien. En el caso de Ibrahim, el ministro del Interior admitía en una entrevista al diario Le Soir que la labor de los oficiales de enlace con la Policía turca no había funcionado y que la actitud de la Justicia tampoco había Las leyes Los medios empiezan a publicar revelaciones sorprendentes sobre la laxitud de las leyes y de su aplicación por parte de la Policía. ¿Por qué se libera a un presunto terrorista aunque lo haya advertido el Gobierno turco? ¿Por qué un sospechoso viola la libertad condicional y no se le detiene? ¿Por qué le basta a un sospechoso con acudir a una oficina de empleo y decir que sigue buscando trabajo para que no se le detenga? No se hace nada Hace más de una década el mundo se escandalizó con el caso del pedófilo belga Dutroux. Después de un intenso debate parlamentario, todos los partidos aprobaron medidas correctoras. Ninguna ha entrado en vigor. ayudado. Este descendiente de marroquíes había sido condenado a nueve años de prisión en 2010 por haber disparado contra la policía en un atraco. Solo cumplió cuatro y a pesar de la libertad condicional fue varias veces a Turquía de donde fue deportado como sospechoso de actividades terroristas. A la vista de lo que ha pasado, es legítimo que la gente se haga preguntas. Se puede intentar entender cómo ha podido suceder que una persona con estas características haya sido liberada tan pronto y que hayamos dejado pasar la oportunidad de detenerlo otra vez cuando estaba en Turquía ha admitido Jambon en televisión. Pero no solo se pueden señalar res- Dos ministros cuestionados JAN JAMBON MINISTRO DEL INTERIOR Un nacionalista flamenco polémico Perfil Jan Jambon sigue en el ojo del huracán. Las críticas recibidas por no haber sabido prevenir la peor matanza en Bélgica desde la II Guerra Mundial no han cesado ni siquiera después de haber presentado su dimisión. Quizás para no crear un problema mayor en unos momentos tan complicados, el primer ministro, Charles Michel, no se la ha aceptado y ha obligado a este político nacionalista flamenco, nacido en Genk en 1960, a seguir velando por la integridad de sus conciudadanos. Jambon es un hueso duro de roer, un tipo curtido en la polémica, y también especializado en generarla. El pasado 28 de octubre fue criticado muy duramente por los responsables de Amnistía Internacional en Bélgica tras declarar en una entrevista radiofónica que los refugiados que lleguen al país deberían llevar siempre un distintivo que les identifique como tales, tendrían que registrarse en centros de acogida y que esa información debería estar a disposición perma- nente de la Policía. No fue este ni mucho menos su momento más complicado. En 2001 participó en el Cincuenta aniversario del SintMaartensfonds, una asociación de combatientes flamencos que habían ayudado a los nazis durante la II Guerra Mundial, y aseguró que la colaboración con los invasores fue un error, pero es fácil decirlo ahora. Los que colaboraron con los alemanes tenían sus razones Las críticas no se hicieron esperar, ni tampoco las amenazas de muerte por parte de grupos extremistas musulmanes o, al menos, eso es lo que denunció él mismo en TV. El lunes pasado dijo que temía una venganza por la detención de Abdeslam.

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