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ABC MADRID 21-03-2016 página 12
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  • EdiciónABC, MADRID
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12 OPINIÓN CAMBIO DE GUARDIA PUEBLA LUNES, 21 DE MARZO DE 2016 abc. es opinion ABC GABRIEL ALBIAC NI RITA NI RITA Una ley a la medida no es ley. Y en un país sin ley universal no hay ciudadanos. Ni Rita, ni Rita. Ambas ludo cualquier equívoco. No soy creyente. En nada. Soy, sí, cultural y estéticamente católico. Un ateo católico, en rigor. Esto es, un hombre de esa modernidad barroca que nace en Trento y sabe que el poder es liturgia escénica. He leído a Pascal, también. Es mi trabajo: hay locuras peores. Pascal, que formula un esencial principio de cautela: que no siéndonos posible hacer que lo justo sea fuerte más nos vale hacer que lo fuerte sea justo La ley se aplica porque es ley. No por ser buena ni mala. Eso define la sociedad moderna: la desacralización de lo político y de lo jurídico. No hay verdad en las leyes. Ni mentira. La ley es una convención ritual de reglas acotadas. Que a mí me guste o no la legalidad vigente, no me exime de cumplir su protocolo. Hay, en esa legalidad, cosas que me resultan, no ya impropias, sino inmorales. Irracionales, incluso: lo cual es bastante peor. Pero sé que si cada uno se arrogara la potestad de violar las leyes o de hacer de ellas uso según su privado criterio, lo arbitrario y lo irracional imperarían. Las leyes puede cambiarlas el Parlamento. Mientras tanto, rigen para todos. Y si uno viola la ley, debe asumir el coste. Puede, a veces, ser admirable o heroico hacerlo. Pero no puede nunca salir gratis. Si es admirable, lo es por eso: porque se paga. Y héroe es aquel que afronta el precio. El revolucionario ha hecho sacrificio de su vida escribía Saint- Just. Y morir en la cama le es impensable. La ley española prevé la existencia de capillas en las Universidades. Me parece un error. Pero, mientras el Parlamento no legisle en otro sentido, es eso lo que la ley protege. Frente a la agresión ajena. Sin excepción. La ley castiga la ofensa al creyente de cualquier fe. Y eso no es específico de la aconfesional España. En la laica República Francesa, la pena de la concejala Maestre por violar las convicciones religiosas de un conciudadano hubiera sido bastante más dura. Las normas, o son universales o no son. Cuando una organización política acude a las urnas con un programa que promete destituir a cualquier electo que esté, no ya condenado, no ya procesado siquiera, sino sólo imputado, no puede luego someter esa destitución a su valoración del delito o la falta cometidos. El código ético de Podemos inhabilitaba a los imputados incursos en casos de acusación judicial por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los Derechos Humanos La humillación a creyentes católicos en oración está tan incluida en la xenofobia (aversión del ajeno) como lo estaría la humillación a cualquier otro grupo por razón de su credo. Nadie los obligó a comprometerse a eso. Pero, si tal código se aplica, Maestre dejó de representar a nadie el viernes. Si no, nadie tiene por qué dimitir de nada, condénenlo por lo que lo condenen. Ni siquiera la otra Rita, la de Valencia. Porque una ley a la medida no es ley. Y en un país sin ley universal no hay ciudadanos. Ni Rita, ni Rita. Ambas. E EL ÁNGULO OSCURO JUAN MANUEL DE PRADA NOTICIAS DE SIRIA La única solución a la crisis siria es el restablecimiento de la autoridad en el país, que hoy por hoy sólo Al Assad puede garantizar R EPUGNA sobremanera el chalaneo que las colonias del pudridero europeo han mantenido y mantienen para evitar el paso a sus territorios de los llamados equívocamente refugiados sirios Pero no es sino un eslabón más en la cadena de crímenes que se inicia cuando Bush II declara a Siria parte de aquel demente eje del mal prosigue con las primaveritas árabes y los intentos de enzarzar a Siria en diversos conflictos (a veces mediante agresiones al Líbano) alcanza su crisis con la pretensión de Estados Unidos de lanzar una operación militar contra Al Assad (frenada por Rusia) y se desmadra definitivamente con la aparición de la marioneta del mundialismo llamada Daesh o Estado Islámico, que sólo empezó a flaquear cuando se produjo la intervención militar rusa. Durante todo este arco temporal, siempre nos tropezamos con Estados Unidos, Israel, Turquía y Arabia Saudita manejando los hilos del desastre; y, en algunos casos, financiando y armando directamente a la marioneta llamada Daesh. En toda esta escalada criminal las colonias del pudridero europeo han desempeñado, ciertamente, un papel vicario, más no por ello venial: han tratado de desestabilizar a Rusia, sumándose cipayamente a las sanciones decretadas por el tío Sam; han vendido armas a los abastecedores del Estado Islámico (España, sin ir más lejos, vendió a Riad en el primer semestre de 2015 material bélico por va- lor de 450 millones de euros que, por supuesto, Riad distribuye entre sus marionetas) y han respaldado las acciones más repugnantes de Turquía, el mayor enemigo de la Cristiandad que vieron los siglos y hoy, bajo la presidencia del protervo Erdogan, la principal amenaza para Europa. Pues se ha demostrado fehacientemente que en Turquía se han entrenado las alimañas del Daesh, que en Turquía se han refugiado las alimañas del Daesh, que Turquía ha comerciado con el petróleo que las alimañas del Daesh han extraído de suelo sirio. Pues a Turquía, unos de los principales valedores del Daesh y nuestro mayor enemigo histórico, vamos a pagar 3.000 millones de euros al año, para que impide la avalancha de refugiados en Europa. Pero esa avalancha ha sido provocada por los Estados criminales que han promovido, financiado y abastecido de armas al Daesh; y, de forma vicaria, por las colonias del pudridero europeo, que han mantenido su alianza con esos Estados criminales, siguiendo las consignas del mundialismo. La única solución a la crisis siria es el restablecimiento de la autoridad en el país, que hoy por hoy sólo Al Assad puede garantizar. Así lo acaba de recordar Antoine Audo, obispo católico de Alepo, quien ha anunciado que la inmensa mayoría de cristianos sirios apoyarán al presidente Al Assad en las elecciones del próximo 13 de abril. Y así lo acaba de afirmar también Jacques Benham Hindo, arzobispo de la archieparquía de Hassaké- Nísibis, quien ha pedido a sus fieles que no olviden los procesos que llevaron a la creación del monstruo yihadista, desde la guerra librada en Afganistán contra los soviéticos hasta la aparición repentina y anómala del Daesh. Claro que no todos opinan lo mismo que estos obispos sirios. Por ejemplo, Michael Oren, embajador de Israel en Estados Unidos hasta 2013, acaba de afirmar: Si tuviéramos que escoger entre Daesh y Al Assad, escogeríamos Daesh Que es, exactamente, lo mismo que dijo Moshé Yalón, ministro de defensa israelí, hace un par de meses. Quien con niños se acuesta, mojado se levanta. Quien se convierte en el felpudo del mundialismo y de su marioneta Daesh se levanta con problemas migratorios irresolubles. Las colonias del pudridero europeo llevan en el pecado la penitencia.

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