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ABC MADRID 10-03-2016 página 62
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62 DEPORTES JUEVES, 10 DE MARZO DE 2016 abc. es deportes ABC Casemiro y Lucas se ganan la Zidane acaba con las viejas jerarquías y apuesta por el rendimiento de dos jugadores sin pedigrí que tuvieron que demostrar su valía lejos del Bernabéu TOMÁS GONZÁLEZ- MARTÍN MADRID un sitio en el once gracias a su eficacia y compromiso con el equipo. Zidane busca el máximo rendimiento de la plantilla y lo ha encontrado con dos suplentes. El técnico ha cambiado con ellos las estrategias ofensiva y defensiva en busca de mayor variedad de opciones de ataque y de una destrucción más sólida. Los damnificados Isco No disputó ni un minuto frente a la Roma y fue suplente ante el Levante. La entrada de Casemiro en el esquema implica que sobre uno de los otrora titulares de la media. C asemiro ha conseguido la titularidad en el Real Madrid a fuerza de trabajo, perseverancia y un esfuerzo físico en el campo descomunal, traducido en eficiencia destructiva. Ancelotti no confiaba en él. Decía que daba mal demasiados pases. Tuvo que marcharse al Oporto para demostrar que era el medio centro que necesita el conjunto blanco. Lucas Vázquez es el nuevo extremo del fútbol moderno, un hombre que tiene regate, velocidad y una capacidad defensiva impensable en los tiempos de Amancio y Kopa. El canterano ejerce hasta de lateral derecho con la misma eficacia que da goles a Cristiano. Los dos futbolistas son el ejemplo de la revolución ejecutada por Zidane. Ambos han sentado a Isco y James. Los que llamaban novato a Zidane ya no filtran que está verde. Los que mascullaban que no podría con el poder del vestuario se callan. Sin declaraciones altisonantes, el francés lleva a cabo un cambio en el equipo que arrolla las jerarquías. No hay nombres, sino hombres. Casemiro y Lucas son los ejemplos de futbolistas sin caché inflado que se han ganado El segador Casemiro es el único medio centro puro del plantel y Zidane ha encontrado con él la horma del zapato que necesitaba su sistema. Entra duro, corta, se anticipa. Y permite por fin que Modric y sobre todo Kroos jueguen en su sitio ideal, como interiores de ataque para crear jugadas distintas a las que Isco y James hacían por ambos flancos. Ya no vemos al Real Madrid previsible de antes. Con el brasileño detrás, el croata y el alemán miran hacia adelante sin pensar que han dejado un hueco atrás. Están pro- James No disfrutó de ningún minuto ante el Celta. Casemiro ha jugado los últimos tres encuentros en el one inicial. Kovacic Tanto con Benítez como con Zidane era el primer relevo. Ha perdido la batalla con el brasileño y con Lucas Vázquez. Cambio de estrategia Casemiro ejerce de pivote puro; Lucas se convierte en medio defensivo sin el balón CASEMIRO LUCAS VÁZQUEZ El nuevo Makelele que siempre faltó La presencia de sus ochenta kilos en el césped impone. Da miedo escucharle llegar por la espalda. Palpitan sus tambores de guerra y el augurio de una entrada que te dejará, como mínimo, sin el balón. Carlos Henrique Casemiro (Sao José dos Campos, 1992) ha vuelto a ser alguien importante en el fútbol después de cuatro años de entrega total para ser el que fue. Porque este brasileño fornido, alto, potente, ya triunfó en 2011, cuando a sus diecinueve años conquistó el Mundial y el Campeonato Sudamericano sub 20 en un año estelar. La Roma quiso ficharle entonces. Ofreció 20 millones de euros al Sao Paulo. Su club se negó. Lo malo para el chaval, procedente de una familia El ejemplo del futbolista moderno Lucas Vázquez nació en 1991 en Curtis, La Coruña, tierra de grandes futbolistas como Amancio y Luis Suárez. Desde niño destacó por su regate con la derecha. Sus dotes le predestinaron para ser extremo. Brillaban su finta, su desborde, sus centros. Era un espectáculo verle jugar en el Ural. El Real Madrid le cazó a los 16 años, en 2007. Tres años más tarde ganó la Copa de Campeones y la Liga Juvenil al lado de Carvajal y Morata. En 2011 ascendió al Castilla. Su carrera parecía trazada para triunfar. Era una evolución constante. Pulía su clase como extremo con la potencia necesaria para jugar al más alto nivel. De su espíritu de sacrificio dependería su llegada a la cumbre, el primer equipo del Real Madrid, el sueño que perseguía desde que humilde, es que aquella fama le superó. Rodeado de gentes que deseaban aprovecharse de su dinero, el joven Casemiro se dejó ir. El fútbol pasó a un segundo plano. Podía comprenderse. Disfrutó por fin de la vida y del dinero, ese bien desconocido para él. Hasta que su apoderado, Walter Ribeiro, le puso entre la espada y la pared. El Sao Paulo no continuaría pagándole si persistía su bajo rendimiento. Ribeiro le buscó una última oportunidad. Vino cedido al Castilla en enero de 2013. Casemiro contestó que trabajaría al máximo para volver a ser quien fue. Así sucedió. Mourinho le dio un partido y aconsejó su ascenso al primer equipo. Ancelotti no creyó en él, aunque le salvara en Dortmund. Cedido al Oporto, confirmó su nivel. Benítez, a su regreso, confió en Casemiro. Después le olvidó. Ahora, Zidane le ha recuperado como titular. Es su nuevo eje.

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