ABC MADRID 02-03-2016 página 48

48 FAMILIA MIÉRCOLES, 2 DE MARZO DE 2016 abc. es familia ABC Anorexia nerviosa Se adelanta a los 13 años el inicio de los trastornos de alimentación Es la enfermedad mental con mayor índice de mortalidad (5 mientras que un 20 cronifica los síntomas CARLOTA FOMINAYA MADRID os trastornos de alimentación, más frecuentes en la adolescencia que en cualquier otra época de la vida, cada vez se inician antes. Según los últimos datos epidemiológicos de la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de Comportamiento Alimentario (Aeetca) los diagnósticos por cuadros completos de anorexia nerviosa se adelantan a los 13 años, cuando antes se producían a la edad de 14 o 15. Cada vez ingresan chicas más jóvenes (en una proporción de 9 a 1 frente a los chicos) corrobora Montserrat Graell, coordinadora del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infanto- Juvenil del Hospital Universitario Niño Jesús, de la cual depende la Unidad de Trastornos de Alimentación. El dato del debut de la enfermedad es relevante, indica esta psiquiatra, porque este problema de salud tiene importantes repercusiones en el desarrollo biológico, psicológico, social y familiar de los niños y adolescentes que lo padecen, además de suponer la enfermedad mental con mayor índice de mortalidad a lo largo de la vida de la persona que lo sufre (5 Si bien se ha adelantado el momento de su debut, también es un hecho que en la última década, prosigue esta doctora, el diagnóstico y el tratamiento por trastorno de alimentación por anorexia nerviosa se realiza de forma más precoz, y esto hace que el pronóstico vital de los enfermos mejore. La detección es un trabajo de todos L Detectar la enfermedad Junto con pediatras de Atención Primaria y profesores, la familia se convierte en el escenario perfecto para la observación de conductas alimentarias alteradas. De ahí la importancia de que se conozcan los síntomas de la enfermedad, muchos de los cuales se instalan en la vida de los menores meses antes de que se produzca un cambio llamativo del patrón alimentario o del peso. Es verdad que muchos son los adolescentes que muestran preocupación por su peso e imagen corporal, pero cuando empieza a mostrarse cierta obsesión por el contenido calórico, por las etiquetas de los alimentos, las dietas... es que algo no funciona como debería apunta la coordinadora del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infanto- Juvenil del Hospital Universitario Niño Jesús. La tecnología tiene mucho que decir en este aspecto. Muchas son las chicas que consultan webs donde se proponen carreras de kilos, dietas restrictivas, y hasta oraciones a Ana (anorexia) y a Mía (bulimia) explica la experta en educación nutricional y trastornos de comportamiento alimentario y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) la doctora Marga Serra. Son contenidos denunciables, pero en nuestro país aclara no hay legislación al respeto También en estas fases iniciales es habitual que se muestren cambios en el estado de ánimo, con intensa irritabilidad, inestabilidad emocional, tristeza o aislamiento social. No es raro, añade la psiquiatra del Niño Jesús, que meses antes de la pérdida de peso la adolescente muestre rechazo a socializarse con sus coetáneos por pérdida de interés, sentirse diferente o rechazada. O que establezca relaciones de competencia y comparación exagerada con los compañeros, y surja un interés desmedido por el deporte como medio para quemar calorías Aunque de alguna forma parezca contradictorio, la personalidad perfeccionista de estas jóvenes, puntualiza Montserrat Graell, puede hacer que incrementen el tiempo dedicado al estudio, a la vez que aumenten su preocupación por el peso y la comida Como corrobora Belén Olías, autora de Clara ante el espejo en el que se relata su experiencia con la anorexia, puedes tener unas notas buenísimas, que la procesión va por dentro La alerta definitiva debe emitirse, advierte esta doctora, cuando se produce la pérdida de peso (que puede ser lenta o muy rápida) y la amenorrea. Cuando esto sucede, es que la enfermedad ya está activada El papel de la familia El tratamiento por el que tienen que pasar es intensivo y extensivo con una duración aproximada de unos cinco o seis años, y con visitas ambulatorias semanales durante los primeros 24 meses, cuando la familia cobra de nuevo un papel vital Buscamos que al menos tres de sus miembros se conviertan en nuestro equipo. El reco- rrido es largo apunta Graell. En este acompañamiento es muy importante la labor de entidades como la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia (Feacab) Los padres lo hacen lo mejor que pueden y saben. Pero cuando esta enfermedad mental entra en tu casa, todo se pone del revés. Estamos especializados en ayudar a las familias a convivir con esta situación, a resolver sus dudas y a ayudarles a convertirse en terapeutas apunta María del Carmen Galindo, su presidenta. Es importante, concluye la psiquiatra del Hospital Niño Jesús, que estas comprendan la enfermedad, y que no se sientan culpables. La culpa es una mala compañera, y por lo general los padres no generan las enfermedades de sus hijos Las señales de alarma Alimentación Patrones alterados de la alimentación, en especial saltarse comidas de forma repetida, realizar ayunos de 12- 24 horas, regímenes hipocalóricos... Interés por las calorías Preocupación excesiva por el contenido calórico de los alimentos, por la información de las etiquetas y las dietas. Ánimo triste Cambios de ánimo, con intensa irritabilidad, inestabilidad emocional, tristeza o aislamiento social. Rechazo a socializar con los coetáneos por pérdida de interés.