Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 28-02-2016 página 78
ABC MADRID 28-02-2016 página 78
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 28-02-2016 página 78

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página78
Más información

Descripción

78 TOROS DOMINGO, 28 DE FEBRERO DE 2016 abc. es cultura toros ABC José María Manzanares Grandes deportistas internacionales ven al torero como a un héroe Entrevista Después de un 2015 de luto, vestido de negro en homenaje a su padre, reaparece de color y oro el viernes en Castellón con el deseo de recuperar la normalidad emocional tras un año durísimo ROSARIO PÉREZ EL CABACO (SALAMANCA) Madrid, Sevilla y los jóvenes ¿Qué le parece la nueva hornada de toreros? He toreado mucho con ellos y también lo haré esta temporada. Me encantan David Galván y Alberto López Simón. A Roca Rey no le he visto en directo, aunque tiene condiciones increíbles. Estoy feliz de que haya gente joven que ilusione y que la afición demanda. Hacía falta, son muchos años viendo las mismas caras. ¿Le alegra la vuelta de sus compañeros a la Maestranza? Mucho. Sevilla lo necesitaba. Te gustarán más o te gustarán menos, pero cualquier feria importante necesita que la élite esté en su plaza. Después de ser el primero en dar un paso al frente para torear en Sevilla, ¿le molesta que el protagonista sea Morante? Para nada. Yo a José Antonio lo quiero muchísimo. No soy envidioso ni me molesta. Al revés, me alegro de sus cinco tardes. A Madrid irá usted una con López Simón, autor del triplete de Puertas Grandes. Me encanta Madrid y no quiero que se diga que la huyo. Me hace mucha ilusión torear con Alberto en una de sus plazas, con David (El Fandi) y la ganadería de El Pilar, de embestidas muy especiales. abla incluso la palabra muda. Su mirada revela el genésis del dolor pasado, de la paz presente. Atrás queda un año de lágrimas brunas, de azabache luto, de cuerdas negras en los violines. Los acordes del Morricone más triste, de La Misión más dura de su vida, silban las notas de la superación, la suite orquestal de una fe que nunca abandona. José María Manzanares es un hombre de credos y principios, de los valores heredados del padre que habita en su sangre. No hay despertar en el que no lo recuerde, pensamientos en los que no siga perenne. Al descubierto quedan, en su primera entrevista de la temporada, en su refugio de la Sierra de Francia, bajo un cielo salmantino que pincela castaños y robles de tono ocre. Al calor de la chimenea, con un paisaje de fondo que es una auténtica reserva natural, nos asomamos al paisaje del alma, la de un torero que vive en calma con el mundo y en constante inquietud consigo mismo. ¿Cuál es su mayor desafío en 2016? Para mí lo más importante es estar feliz delante del toro. A pesar de todo lo que me ha pasado, de la pérdida de mi padre, intento volver a mi estado anímico de antes, a lo que yo sentía, a lo que él me transmitía. ¿Las emociones dominan a la acción? Siempre. Puedes intentar luchar contra tu estado anímico, pero es inútil, porque al final lo que expresas delante del toro es lo que sientes por dentro. Soy una persona muy sensible y me cuesta, pero tengo ganas de que vuelva todo a la normalidad emocional. Decidió rendirle homenaje vestido de luto en cada paseíllo. ¿Llegó a sentirse preso en ese terno negro? Fue durísimo. Quise hacerlo en homenaje y por respeto. Creo que es lo mínimo que se merece, pero en cada feria a la que iba me seguían dando el pésame. ¿El color es un puente hacia la luz? Vuelvo a mis colores, a mis azules, al grana, al oro. Creo que sentiré algo diferente en Castellón cuando me ponga de color y me vea otra vez de oro. El recuerdo de mi padre está en mí, pero es un paso. H Manzanares conversa con despaciosidad, con la profundidad que nace de la amargura, de la controversia caravaggesca del claroscuro, de un vacío tan lleno, de la memoria de quien fue, es y seguirá siendo su faro y guía. ¿Ha dialogado con su yo más hondo en esta etapa? Muchísimo. Me hago muchas preguntas, intento darles respuesta y sobrellevar ese sentimiento lo mejor posible, dejando que la tristeza pase. ¿Es importante la fe? Lo que más, sobre todo en uno mismo. El que se conoce a sí mismo ya tiene mucho avanzado. Cuando toreo, intento estar bien técnicamente, pero hago lo que siento, siendo transparente, sin poder ocultar mi estado emocional. Los míos saben cómo estoy. ¿Alguien le conoce mejor que usted? Taurinamente, mi padre; personalmente, mi mujer. Por todo lo que cuenta, ¿no necesitan los toreros un psicólogo? Mi compadre, el padrino de mi niña, es psiquiatra. Se llama Indalecio y he hablado mucho con él de todo esto. A veces los toreros nos volvemos locos pensando millones de cosas, tenemos mucha presión, muchos miedos. El toreo no es como otras bellas artes. Nosotros para inspirarnos debemos superar muchas cosas: los miedos, la presión, hasta el tiempo... Es una superación continua. Y a la vez tienes que ser capaz de La figura alicantina, en la finca salmantina Zarzosillo de Arriba que no te intimide esa exposición al público al crear una obra en el momento. Todo lo que ocurre delante del toro es pura verdad, y lograr esa estabilidad mental es difícil y precioso a la vez. Los toreros somos, al menos en mi caso, personas obsesivas, perfeccionistas. Indalecio me ha ayudado a entenderme y a controlar esas obsesiones. Soy perfeccionista y nunca me quedo realmente satisfecho del todo. Así se crece, pero a veces me gustaría disfrutar más. ¿A qué se teme más: al fracaso, a la cornada, a despedirse de los hijos? Los niños influyen mucho. Cuando estás lejos, se les echa de menos. Delante del toro luego olvidas todo, pero en los momentos previos de ferias importantes me vienen al pensamiento mis niños, las preocupaciones por si me pasa algo. Ellos te dan amor, te hacen feliz, pero luego es duro dejarlos. Ahora realmente entiendo a mi padre cuando tenía que dejarnos para torear y viajar. Viaja a sus principios, a la cinta que grabó su maestro cuando él tenía 11 años. Era una faena a una becerra ensabanada de Garzón. Se la ponía siempre. Dice que ahí vio todas las cualidades que yo tenía para ser torero, dice que me vio facilidad y valor natural Todo el tiempo es presente ahora. Todo es silencio después, un silencio desgarrador y roto por el lenguaje bravo y estremecedor de los toros de la ganadería de sus apoderados, la casa Matilla, una familia extraordinaria y con la que estoy fenomenal Cada año tenemos que aguantar el rumor y el invento ese de que rompemos comenta. Y regresa de nuevo a la niñez y a la actualidad al compás del ladrido de la juguetona Piccolina No sé bien cómo sería yo si mi hijo José Mari quisiera torear señala sonriente mientras cuenta que su pequeña Julieta siente fascinación por sus faenas. ¿Cómo se templa ante las aviesas embestidas de los antitaurinos? Me da mucha pena, pereza y rabia. No conozco a nadie que haya sido aficionado y se haya vuelto anti. De hecho, conozco a antitaurinos que ahora son supertaurinos. Se habla de que nos gusta maltratar al toro, y eso no es así. Cada una de las cosas que se hacen durante la lidia tiene un porqué, ya sea para ver las condiciones del toro, para medir su bravura, su nobleza... El problema lo tienen ellos, que tienen la mente cerrada y no se preocupan de realmente conocerlo. Si lo hicieran, se darían cuenta de que no hay nadie en el mundo que ame más los toros. Más allá de que si desaparece el toreo desaparece el toro bravo, lo que hay que explicar es el porqué de cada tercio. Cada uno es básico para que la raza de un animal único exista.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.