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ABC MADRID 29-01-2016 página 66
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  • EdiciónABC, MADRID
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66 ABCdelOCIO VIERNES, 29 DE ENERO DE 2016 abc. es ABC C ine La dolce vita Lo siniestro POR FERNANDO R. LAFUENTE Pocos, vagos y anormales EMBARAZADOS Dirección: Juana Macías. Con: Paco León, Alexandra Jiménez, Karra Elejalde, Elisa Mouliaá FEDERICO MARÍN BELLÓN D espués de un buen puñado de cortos, Juana Macías llamó la atención hace seis años con Planes para mañana una película muy femenina, en el mejor sentido de la expresión, en la que muchos descubrimos a Aura Garrido. Sin abandonar su toque urbano y actual, la directora se lanza ahora por el tobogán de la comedia para contar las peripecias de una pareja en la mala mitad de los treinta. Sus esfuerzos por tener un hijo e incluso sus espermatozoides pocos vagos y anormales recuerdan a los Hugh Laurie (pre- House) en la in- justamente olvidada Maybe baby En Embarazados Paco León y Alexandra Jiménez se pasean en zapatillas por el género, aunque quien roba los mejores instantes vuelve a ser Karra Elejalde, esta vez como incorrectísimo ginecólogo, experto en fertilidad pero tan carente de tacto que justifica por sí solo el desuso en el que ha caído la palabra tocólogo. Las miradas, eso sí, se las lleva Elisa Mouliaá. El fuerte de la cinta, como el de tantas comedias, es explotar y retorcer tópicos aun a costa de ofender a algún colectivo, como en esa reunión de madres ultras de la lactancia materna. La película, en suma, ofrece las suficientes oportunidades de desentumecer las mandíbulas, lo que no consiguen todas las comedias (sobre todo en los Globos de Oro) Gustará sobre todo a espectadores en edad de merecer. Para ojos con paladar TRANSEÚNTES os laberintos del mal son invisibles. Las pantallas que alternan los extraños vaivenes de una sociedad sin centro se cumplen en la ficción. La verdad de las mentiras, en feliz expresión de Mario Vargas Llosa, porque sólo a través de la ficción (una mentira) se llega a un atisbo, leve, inseguro, de verdad. No otra cosa es la novela. El puñal del argentino Jorge Fernández Díaz, subdirector y columnista del prestigioso diario La Nación venía precedida de las elogiosas palabras que Arturo Pérez- Reverte le dedicó en su presentación madrileña. En Argentina la historia que se narra ha sido un éxito memorable. No ya por los miles de lectores que han seguido sus páginas con inusitado interés y asombro, sino por la calidad de la puesta en escena, el derroche de una documentación imponente y la trama de suspense y terror que contiene. Sí, trata de un nuevo género escalofriante, la narcopolítica; trata de la corrupción que jalona múltiples estamentos sociales de las implicaciones políticas y demás, de un submundo que pareciera estar dispuesto a arremeter con todo. Fernández Díaz ha logrado una prosa ágil, brutal, sin atenuantes al mostrar a unos personajes, ese Remil, excombatiente de las Malvinas y ahora dedicado a oscuros encargos en las cloacas L Dirección: Luis Aller. Con: Santiago Zannou, Sergi López, Pep Munne OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE o está homologado el baremo para medir ni al cineasta, Luis Aller, ni a su película, Transeúntes tan especiales ambos que incluso el calificativo de godardiano se le queda corto y ramplón. De narrativa compleja, pero cómoda, que propone hilos argumentales, diversidad de historias, conatos de relatos, para hablarnos de una ciudad (Barcelona) pero también de una época no definida y de la importancia del montaje cinematográfico... Transeúntes huele a la vez a viejo y a muy nuevo, a años noventa y a tiempo por venir, todo ello desvelado por la mixtura de imágenes filmadas a lo largo de dos décadas que nos muestran la lozanía de actores que ya no la tienen (curioso, intrigante, ver ahí a un Sergi López o a un Santiago Ramos con el frescor de quien empieza) y que aglutinan lo vintage de ellos mismos con lo que hoy, años después de ser filmados, nos sugiere su presencia. Y esa mixtura de tiempos y perso- N El puñal Jorge Fernández Díaz. Destino, Barcelona, 2015. 444 páginas. 19 El hijo de Saúl Dirección. László Nemes. Intérpretes. Géza Röhrig, Levente Molnár, Urs Rechn. Hungría. 2015. 107 minutos. La Dolores Plaza de Jesús, 4. Teléfono 91 429 22 43. Madrid. 15 y una abogada española que llega a la nación austral a emprender un negocio que pronto desvelará su verdadera intención, el narcotráfico. No sólo se relata la mutua atracción entre ambos, repleta de equívocas actitudes, sino lo que constituye una extraordinaria galería de personajes, desde la política, las empresas tapadera y el flujo de un fondo siniestro que permanece opaco, resguardado en los más sorprendentes despachos. Una novela que no deja al lector ni un respiro, una atmósfera siniestra, un desenlace sospechado, pero sorprendente hacen de esta obra uno de los alegatos más contundentes sobre una plaga contemporánea que se extiende con su terrorífico manto de complicidades y corrupciones. Una de las mayores corrupciones es de índole moral. Mucho se ha rodado, escrito, contado, sentido sobre el Holocausto nazi y el exterminio de los judíos. Pero nunca el espectador habrá contemplado unas imágenes tan siniestras, tan veraces, tan duras, tan próximas al criminal hecho como en El hijo de Saúl del húngaro László Nemes, premiada en Cannes y en los Globos de Oro. La poderosa narración fílmica, el ambiente descrito, la historia de ese judío que colabora en la desaparición sistemática de sus compañeros más allá de llevar a la compasión, lleva al horror, lleva a ese territorio de niebla que es la ambigüedad. El cine más que lo que cuenta es cómo lo cuenta; el cine es la mirada del director (Gonzalo Suárez) y esa mirada es la cámara. Es decir, todo lo que contiene esta soberbia y para siempre ya inolvidable película. Así que, para aliviar lo siniestro, nada como una de las tabernas señeras de Madrid, porque, desde 1908, ahí sigue, La Dolores. Las cañas tiradas de órdago, el vermú más cañí, las tapas, eternas de anchoas, boquerones en vinagre, ventresca con pimientos, hacen que el vértigo ridículo del presente quede atemperado por unas horas. Las que valen. Una escena del filme ABC nalidades la combina Aller con una variedad expresiva muy godardiana, donde intervienen elementos narrativos muy diversos, desde el otro sonido, al cartel, al letrero, al texto que connota y hasta ¿divierte? No es fácil anclar el de qué va de Transeúntes pero sí su capacidad transgresora y su vocación marciana, su elogio del caos y su fe en la grandeza de las microhistorias. Es un reclamo para aquellos espectadores con ganas de mirar, con paladar para el collage Géza Röhrig protagoniza El hijo de Saúl

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