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ABC MADRID 16-05-2015 página 53
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ABC MADRID 16-05-2015 página 53

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC SÁBADO, 16 DE MAYO DE 2015 abc. es cultura CULTURA 51 B. B. King, durante un concierto en el Festival de Jazz de Niza en 2001 llegada al Fillmore de San Francisco y al Festival de Monterrey, santuarios todos de una música que, como el rock y el jazz, no tardarían en catapultarle al continente europeo, donde sería beatificado por Eric Clapton y Mike Bloomfield, y la robustez de su guitarra, activando el mecanismo formidable de la cadencia del Misisipi y un aparato rítmico sublime para los tiempos más rápidos, empezaron a ser constantes clave en unos arreglos que, sumados a la espectacular herrumbre de su voz, le convirtieron en el cóctel más atractivo para unos años cuyo horizonte sonoro ya anunciaba la llegada de un imperio guitarrístico protagonizado por luminarias del blues- rock como Jimi Hendrix, el mencionado Eric Clapton, Johnny Winter y Peter Green, entre otros. A partir de aquí la historia es vox populi. Emblemática, rompiente, furiosa, siempre enorme, la de B. B. King fue la voz que las mejores firmas del mundo avalaron con su acalambrada rúbrica. Desde The Rolling Stones a U 2, de Bonnie Raitt a Joe Cocker, de nuestro Raimundo Amador a Ry Cooder, o de nuevo Eric Clapton. Y, pese a ello o, tal vez, por ello B. B. King, el trabajador irreductible, el guitarrista sin equivalentes, mantuvo siempre, no obstante, un desacuerdo evidente entre su última y previsible producción discográfica y esas citas con la emoción que eran sus presentaciones en directo. Las nada silenciadas hazañas de las giras de los años 70, 80 y 90, llevaban consigo a una numerosísima banda, que hacía todavía más recomendable el encuentro. En ella el blues lo era todo: principio, desarrollo y fin. AFP Eterna emoción En una de estas ocasiones, en una entrevista concedida a ABC, B. B. King declaró que había un puñado de músicas en el mundo en las que era posible localizar el blues. Y, aún, añadió: No recuerdo si fue Willie Dixon o Son Un gigante Emblemática, rompiente, furiosa, siempre enorme, la de B. B. King fue la voz que las mejores firmas del mundo avalaron con su acalambrada rúbrica Flamenco Le llamaba poderosamente la atención desde que conoció a Raimundo Amador, el guitarrista gitano con el que compartió tantas veces escenario House el que afirmó que el blues es la raíz, y todo lo demás son frutos. Hay pocas verdades tan grandes Una de estas músicas, el flamenco, llamaba poderosamente la atención del artista desde que conoció a Raimundo Amador, el guitarrista gitano con el que compartió tantas veces escenario. Sobre el flamenco opinaba: Por supuesto que el flamenco y el blues comparten el mismo sentimiento. Esa es la base de mi relación con Raimundo; ninguno de nosotros hablamos la lengua del otro, pero sí compartimos el mismo amor por el idioma del blues. Mi interés hasta que abandone los escenarios estará siempre puesto en mantenerlo vivo. La emoción del blues es sincera, es eterna Y él, lo sabemos ahora, también. Fotogalería de B. B. King

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