Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-05-2015 página 84
ABC MADRID 10-05-2015 página 84
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-05-2015 página 84

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página84
Más información

Descripción

84 CULTURA DOMINGOS CON HISTORIA EN BUSCA DE UNA IDEA DE ESPAÑA DOMINGO, 10 DE MAYO DE 2015 abc. es cultura ABC FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR C omo el resto de las naciones europeas, la crispación política prendió en una España que despidió a un régimen y no consiguió crear el consenso necesario en torno al que lo sustituyó. La Monarquía cayó sin defensores. La República advino con un entusiasmo popular que hizo confundir el proyecto izquierdista del primer bienio con el Estado y la nación enteros. Y, a partir de 1933, fue inútil el encomiable esfuerzo de reunir, en favor de los intereses supremos de la convivencia cívica y la patria, a quienes habían afirmado su identidad negando a sus adversarios el carácter de verdaderos ciudadanos y de auténticos españoles. Que tal circunstancia no resultara una excepción en el drama europeo de entreguerras no puede consolarnos, por dos motivos al menos. El primero, que hubo naciones cuya sensatez y cohesión les permitió sobrevivir al asalto a la razón que la propaganda nazi exhibió como el triunfo de la voluntad. Además, porque de aquel duro aprendizaje surgieron sociedades dispuestas a abordar una reconstrucción nacional que incluía la recuperación de la democracia parlamentaria, y el apuntalamiento de un sentido de pertenencia a la comunidad, alejado de los desequilibrios místicos y de esa frialdad administrativa con que se defiende a veces una nación constitucional. Francisco Largo Caballero y Julián Besteiro radoja, como producto de la crispación de los sectores conservadores de la clase media española, como resultado de su fascistización Por el contrario, el triunfo de Largo Caballero y sus compañeros de la izquierda revolucionaria fue consecuencia de la victoria electoral y la movilización de un catolicismo político dispuesto a colaborar con el régimen y de un republicanismo lerrouxista decidido a integrar al conjunto de los moderados españoles en el proyecto republicano. Horizonte imposible Ya antes de la campaña electoral de 1933, Largo Caballero afirmó la incompatibilidad entre la democracia parlamentaria y el socialismo, como confesaría en su libro Posibilismo socialista en la democracia publicado en ese año crucial. Entre 1932 y 1934, los sectores reformistas liderados por Besteiro fueron apartados de la dirección del partido, del sindicato y de las juventudes. El V Congreso de los jóvenes socialistas celebrado tras las elecciones ganadas por la derecha llamó a la vía insurreccional para la conquista del Estado. La dictadura del proletariado lograda por la violencia se impuso ampliamente a la revolución cultural y al idealismo con que Besteiro había imaginado la progresiva hegemonía de los principios marxistas. Lo que podía haberse reducido a un simple debate intelectual pasó muy pronto a ser confrontación de estrategias entre quienes controlaban a un millón de obreros en la UGT y a cien mil militantes socialistas en el PSOE. Una fuerza de estas dimensiones debía haber servido para vertebrar la ReEl triunfo de Largo Caballero y la radicalización pública. A partir de 1934, se puso a las de la izquierda trajeron consigo la trágica órdenes de un horizonte imposible sin la exclusión de media España. marginación de la socialdemocracia La progresiva debilidad de la derecha moderada se compleportavoces de aquella crispación. Pero trucción de un Estado mentó, de este modo, con la Intolerancia resulta penoso que cualquier afán de nacional sin exclusioradicalización de un soNi la derecha justicia o cualquier reclamo de espa- nes. cialismo intransigente. moderada ni la ñolidad fueran interpretados con ese Uno de los espaLa nación que llegó al siizquierda reformista simplismo miserable. Ni el sano refor- cios en los que esta glo XX viendo fermentar disponían ya de mismo social, ni el sindicalismo más responsabilidad se las ideas de regeneración espacio en las últimas honesto, ni la defensa tolerante de los percibió con más política carecía ahora de etapas del régimen valores católicos ni la protección sen- fuerza fue el de la quielos dos pilares sobre las republicano sata del patrimonio cultural de Espa- bra de la socialdemocraque este cambio podía haña habían de dirigirse inevitablemen- cia. El PSOE y la UGT se berse realizado para dar lugar te a un enfrentamiento que liquidó las habían convertido en piezas a una democracia moderna y esrazones sostenidas en diferentes ám- indispensables para la integración de pañola. Ni la derecha moderada ni la bitos. La experiencia republicana fue las clases trabajadoras en una demo- izquierda reformista disponían ya de algo distinto a una desviación de la cracia parlamentaria. La renuncia a la espacio cuando se consumaron las úlesencia nacional. Fue la suma de dos revolución armada y la estrategia de timas etapas del régimen republicaactitudes erróneas que ya mostraron un frente común con el republicanis- no. En esa hora se verían desbordasu capacidad destructiva a lo largo del mo acabaron en el momento en que el das por quienes siempre habían llasiglo XIX y que, con las posibilidades régimen dejó de ser monopolio de las mado a la intolerancia, y que hallaron aniquiladoras de las sociedades de ma- izquierdas y las derechas mostraron en la crispada opinión pública una desas, habría de frustrar la gran esperan- su capacidad de ser alternativa dentro mostración de sus prejuicios y de su za, que arranca del regeneracionismo del sistema. La radicalización del so- falta de fe en el futuro de una patria y desemboca en la llamada a la cons- cialismo no se produjo, en aparente pa- integradora. Políticas antagónicas La débil nacionalización de los españoles, tan evidente en estos momentos de crisis, es una herencia de la tragedia de la Guerra Civil, en cuyos prolegómenos, desarrollo y consecuencias se expuso el mayor daño causado a aquella comunidad que había entrado en el siglo XX con tanto afán por levantar una idea de España. Ese daño es haber construido culturas políticas antagónicas, basadas siempre en el carácter extranjero de los adversarios. Españoles que luchaban por afirmar la justicia social fueron considerados agentes al servicio de una revolución ordenada desde Moscú. Españoles que bregaban por actualizar la tradición, renovar el catolicismo e incorporar una modernidad respetuosa con el acervo de la nación más antigua de Occidente fueron acusados de marionetas, empeñados en instaurar en España regímenes idénticos al totalitarismo nazi o fascista. Que existiera esa lealtad a una revolución socialista internacional en unos, y que se diera el deseo de inculcar a nuestra tierra lo impuesto en dictaduras nacionalistas extrañas, es cierto en una parte nada desdeñable de los La quiebra del socialismo reformista

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.