ABC MADRID 12-04-2015 página 60

60 SOCIEDAD DOMINGO, 12 DE ABRIL DE 2015 abc. es sociedad ABC Despeñado dos veces José Antonio Martínez murió después de que se les cayese la camilla a los gendarmes marroquíes pués de que la camilla en la que la gendarmería marroquí intentaba evacuarlo cayera a una catarata, según el dramático relato del único superviviente del grupo, el también policía nacional Juan Bolívar. Funeral en Granada Familiares y amigos de José Antonio Martínez le han despedido en un funeral celebrado en la intimidad en Granada en el cementerio municipal San José de Granada, de donde era natural este policía nacional de 41 años, padre de dos hijos y destinado en Almería desde hace ocho. Numerosos allegados, compañeros del cuerpo y autoridades como el jefe superior de Policía de Andalucía Oriental, José Luis Cerviño, asistieron al acto, en el que el ataúd con el cuerpo del montañero fue trasladado a hombros por agentes de la Policía Nacional de uniforme, en medio de un cordón policial. Los servicios jurídicos del Sindicato Unificado de la Policía están estudiando lo ocurrido y han asegurado que cuando tengan todos los datos se pondrán a disposición de la familia para estudiar la posibilidad de sumarse a la denuncia que los familiares de José Antonio Martínez tienen previsto presentar. El sindicato policial ha pedido a los ministerios españoles de Interior y Asuntos Exteriores el desarrollo completo de lo ocurrido desde la desaparición de los tres montañeros hasta el desenlace final por si el Gobierno español pudiera tener alguna responsabilidad, aunque creen que la responsabilidad máxima y última es del Gobierno marroquí Más información sobre los riesgos de la espeleología en Deportes Momento en el que la Unidad Especial de Montaña de la Benemérita iza una de las camillas GUARDIA CIVIL La Guardia Civil rescató los cuerpos de los espeleólogos en 26 horas La Unidad Especial de Montaña ubicada en Jaca se encargó de toda la operación ABC MADRID El rescate de los cadáveres de los dos espeleólogos españoles que murieron en el cañón de Wandrass, en el alto Atlas marroquí, se prolongó durante 26 horas, en las que cuatro guardias civiles trabajaron de forma ininterrumpida hasta lograr extraer las ca- millas con los cuerpos del abogado Gustavo Virués y del policía nacional José Antonio Martínez. Según ha informado el Ministerio del Interior español, la operación concluyó sobre las 21.00 horas del pasado lunes día 6 de abril. Un día después, se procedió a la evacuación de los cuerpos con un helicóptero marroquí. El rescate fue realizado por miembros de la Unidad Especial de Montaña, perteneciente al Servicio de Montaña de la Guardia Civil, que tiene su base operativa en Jaca (Huesca) El equipo que se desplazó a Marruecos estaba formado por un brigada y tres guardias civiles. Una vez en el lugar del accidente, los agentes procedieron a la instalación de las cuerdas para progresar por la pared de 400 metros en el cañón y así proceder al rescate. Los resultados preliminares de la segunda autopsia practicada a José Antonio Martínez apuntan a que el fuerte impacto en una pierna y en la cabeza que sufrió el montañero durante la caída que desató la tragedia no justifican su muerte. Su compañero Gustavo Virués sí murió en los primeros instantes del suceso. A falta del resultado definitivo, todo apunta a que José Antonio Martínez murió ahogado o por hipotermia des- Suceso en Japón Un centenar de delfines varados desatan el miedo a un tsunami P. M. DÍEZ TOKIO Delfines cabeza de melón, varados en una playa de Japón REUTERS La aparición de más de 150 delfines varados en una playa de Hokota en la prefectura de Ibaraki, a 100 kilómetros al noreste de Tokio, ha despertado el miedo a un gran terremoto como el que provocó el tsunami de 2011. En aquel entonces, aparecieron varados otros 50 delfines de este mismo tipo (cabeza de melón) seis días antes del devastador maremoto que provocó el accidente nuclear de Fukushima. Pero no es el único caso: otras cien ballenas pilotos quedaron varadas en Nueva Zelanda en febrero de 2011, dos días antes de que otro potente seísmo destruyera la ciudad de Christchurch. Estas coincidencias han disparado las especulaciones en las redes sociales, pero los expertos y las autoridades aseguran que no hay bases científicas que corroboren dichas teorías y lo atribuyen a los bancos de arena de la zona que podrían haber absorbido los ultrasonidos emitidos por estos mamíferos para orientarse. Aunque vecinos y guardacostas trataron de empujar a los cetáceos de nuevo hacia el mar mientras mantenían húmeda su piel varios animales resultaron muertos.