ABC MADRID 14-12-2014 página 19

ABC DOMINGO, 14 DE DICIEMBRE DE 2014 abc. es opinion OPINIÓN 19 HACIENDO AMIGOS presidente de Hong Kong, nombrado por Pekín y desestabilizado por Joshua Wong, declaraba recientemente ante una asamblea de millonarios locales que la democracia, si por desgracia se autorizaba en Hong Kong, otorgaría el poder a los pobres y estos exigirían unos salarios decentes y ayudas sociales La democracia mala para los negocios, la dictadura comunista garante de la oligarquía No se leía eso en el Pequeño Libro Rojo del presidente Mao, pero quizás este aforismo figure en una futura edición, revisada por Xi Jinping. En esto también, los taiwaneses han entendido el mensaje porque, tras comprobar que el acercamiento económico entre Taiwán y la China popular solo beneficiaba a los oligarcas de Pekín y de Taipéi, las clases medias, mayoritarias en Taiwán, también lo han tenido en cuenta para rechazar al Kuomintang. El próximo presidente de Taiwán será, con seguridad, independentista y se mostrará reacio a cualquier acercamiento futuro a Pekín. Joshua Wong ha ganado en Taiwán. ¿Y en Hong Kong? Todavía no se sabe. ¿Y en Pekín? ¿Cuántos Joshua Wong hay en la China popular Lo ignoramos; en cuanto el Partido Comunista detecta a uno, como Liu Xiaobo, el premio Nobel de la Paz, lo encarcela. Pero quedan todos los demás, ya sean tibetanos, uigures, cristianos, budistas, taoístas, adeptos de nuevas sectas milenaristas o simple y llanamente chinos de pura cepa Seguro que nos olvidamos de algunos. Quedan todos los pobres, insoportables para el Partido Comunista, pero todavía mayoritarios. También quedan las nuevas clases medias que, por el momento, apoyan al partido, con la condición expresa de que se mantenga el crecimiento económico. Y ahora se está frenando. Queda todavía la corrupción, insoportable para todos los chinos, y que los gestos de Xi Jinping no eliminarán por lo enraizada que está en el sistema. En China, la corrupción sustituye al Derecho, porque no hay Derecho. Joshua Wong es una de esas palomas que menciona Nietzsche; y hay millones de palomas en la extensa China. No nos aventuraremos a anunciar que China mañana se parecerá a Xi Jinping o a Joshua Wong, o ni a uno ni a otro. Simplemente nos burlaremos de las afirmaciones altisonantes de todos los sinólogos y sinófilos que nos repiten con toda certeza que China, tal y como es, seguirá siendo lo que es y nos impondrá cada vez más sus exigencias económicas, políticas y militares. Joshua Wong invita a cierta modestia en el análisis del presente y más aún en el del futuro. Ya les digo, una paloma. IÑAKI EZKERRA CABREADOS CON EL PP El voto de castigo al PP no sería una experiencia nueva. Ya la tuvimos hace una década N Joshua Wong AFP miso mutuo de apoyo al que gobierne en los asuntos de interés nacional dice JOAQUÑÍN CASTRILLO. Con pocas y justas palabras añade ha puesto sobre el tablero la cuestión fundamental: la necesidad de que en los partidos primen el interés de la mayoría de sus votantes sobre sus programas e intereses. Echo de menos en la carta alguna referencia a la cuestión de Cataluña y a las soluciones a la misma, del tipo tercera vía que preconiza una parte importante de la opinión. En la tribuna abierta de ABC del pasado 4 de diciembre, el grupo Hispania Nova se pronunciaba sin ambages por el derecho a decidir de España y manifiesta que el Estado debe reaccionar ya, sin esperar nada de los nacionalistas En la misma línea de opinión se manifiesta Gabriel Tortella en la Tercera de ABC, donde considera que un cambio de la Constitución para dar gusto al separatismo sería un paso más hacia la declaración de independencia. Otras voces de la izquierda y del centro se pronuncian por los pactos. Parece clara la división de opiniones, pero a mi parecer los cuatro millones de catalanes silenciosos tendrían que asumir un papel político claro. ¿Sería posible que los no separatistas pactaran un acuerdo sobre lo fundamental, la permanencia de Cataluña en España? Tanto este acuerdo como el de ámbito nacional deberían estar expresos en los programas para las elecciones municipales y autonómicas. Tras la enorme abstención del electorado moderado en las europeas, los políticos no deberían considerar las elecciones de mayo como una ocasión de medir fuerzas, sino como la oportunidad de recuperar la confianza de sus potenciales votantes Llueve sobre mojado Sigue el vendaval por la portada del ABC Cultural del pasado 6 de diciembre, a la que ya nos referimos el pasado domingo. Me alegro de que se hagan eco de estas protestas, pero me parece claramente insuficiente su respuesta escribe JUAN MELÉNDEZ SÁNCHEZ. Más allá de la anécdota, me parece alarmante la falta de sensibilidad que demuestra ABC, primero sacando a la luz esa portada sin que salte la alarma en ninguna etapa del proceso editorial sigue y luego con su tibia contestación de este domingo Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas abc. es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas. O es una anécdota sino un autorretrato a dúo que lo dice todo: Pablo Iglesias y Pedro Sánchez peleándose por la autoría del Pásalo Que el episodio más miserable de la democracia española les parezca a los dos una genialidad reivindicable y de la que poder sacar pechito; que se crean que es poco menos que el invento de la penicilina o la bombilla eléctrica no es un hecho que se pueda pasar por alto ni reducir a un chiste. Es algo que nos da la medida de la talla política, moral y mental de esa pareja. Como es también un estremecedor indicio del auténtico y confeso programa electoral que pueden tener para este país: volver a aquel 13- M del 2004 y, sobre todo, a lo que vino después; a sus consecuencias, de las que no nos hemos logrado reponer y de las que no está arrepentido un PSOE para el que siguen siendo modelos los dos grandes culpables de los problemas nacionales que arrastramos desde aquella época: el primer Zapatero y el último Maragall. No. El voto de castigo al PP no sería una experiencia nueva. Ya la tuvimos hace una década y ya conocemos sus resultados: siete años de zapaterismo y tres de sacrificios innombrables para intentar arreglar todo lo que se hizo o se deshizo. Como Aznar no supo en su día vender nuestro papel en Irak, Rajoy no sabe hoy vender el inicio de la recuperación económica ni ese otro logro que es la recuperación de la imagen de España en el guiñol internacional y en los mercados. No sabe presentar esas dos gestas sordas como los grandes atenuantes que ciertamente son de su política impopular de recortes. No sabe admitir que no ha estado en condiciones de exigir a Bruselas un respiro en el cumplimiento del objetivo del déficit porque quien pide el dinero que se ha gastado carece de autoridad para esa clase de exigencias. No nos ha sabido decir que quien se halla en esa situación no está para pedir confianza sino para demostrar que es digno de ella. Y no sabe ahora explicar que esa confianza duramente ganada se puede destruir en sólo unas horas. En vez de anunciar triunfal que la crisis es el pasado a la España cabreada de hoy, sería más efectivo advertirle que el pasado puede volver, y para quedarse. Es lo que ha venido a decir Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank, ante el programa del pago selectivo de la deuda que predica Pablo Iglesias. Éste cuenta con poder repartir, al estilo Zapatero, un dinero que no existe, porque desaparecería en intereses de deuda en el mismo instante en el que él tocara el poder político y espantara a los inversores. España tiene hoy ese dinero y una mínima prima de riesgo porque alguien le ha convencido al mundo de que no somos el país de pícaros y cantamañanas que parecía. Pero si, para castigar a ese alguien, ponemos a un pícaro o a un cantamañanas de presidente, volveremos al Pásalo en efecto, o sea al pasado. Quizá es mejor estar cabreado con el PP que estar cabreados con nosotros mismos porque tropezamos por segunda vez con la misma piedra.