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ABC MADRID 02-11-2014 página 70
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70 CULTURA DOMINGO, 2 DE NOVIEMBRE DE 2014 abc. es cultura ABC Una nueva biografía aporta luz sobre los años finales del autor austriaco y escarba en las razones de su muerte Stefan Zweig El exilio que terminó en el suicidio de Europa INÉS MARTÍN RODRIGO MADRID S te misteriosos y hay indicios de que pudo tener aventuras homosexuales. Sus amistades más apasionadas eran masiempre el mismo defecto culinas. Parece que prefirió ser un voen la humanidad, ¡una yeur de las relaciones amorosas y le incompleta falta de imagi- quietaba la fuerza de sus propios denación! escribió Stefan seos Pese a ser un autor muy prolífico Zweig (1881- 1942) en su diario en el oto- y al éxito que logró desde su juventud, ño de 1939. Hacía cinco años que el au- sus energías se centraron más en su tor austriaco había abandonado su Vie- trabajo a favor del humanismo europeo na natal y la ocupación nazi era ya una que en sus propios esfuerzos literarios realidad que devoraba Europa. Poco des- Conoció a grandes artistas e intelectuapués, Zweig se trasladó a les de su época como SigBath (Inglaterra) inicianmund Freud, Einstein, do un exilio que le llevó a Thomas Mann, Richard Estados Unidos, RepúbliStrauss o Dalí, pero Zweig ca Dominicana, Argenti prefería confraternizar na, Paraguay y, finalmencon personas de orígenes te, Brasil. Fue en la ciudad humildes En ellas busde Petrópolis, cercana a caba integridad moral, Río de Janeiro, donde el que para él significaba escritor puso fin a su vida no juzgar a los demás y tras ingerir un veneno que ser fiel a uno mismo Una compartió con su segunintegridad que, más allá da esposa, Lotte. de polémicas y acusacioMuchas son las incógnes de falta de compronitas que, desde entonces, miso, Zweig mantuvo hasse ciernen sobre los últita el final de sus días. mos años de Zweig. El Me conmovió descuAuge y caída exilio imposible (Ariel) brir lo generoso que fue Los últimos pasos con su propia fortuna, no biografía escrita por Georde Zweig explican sólo cuando amigos ge Prochnik que estos días se publica en España, ras- la historia de miles como Joseph Roth necede desplazados trea los pasos del escritor sitaban ayuda, sino tamlejos del viejo continente bién cuando se le acere indaga en las razones de caban desconocidos su triste final. Más allá de sus logros cuenta Prochnik. Cuando la situación literarios, Zweig estaba tan devastado en Europa se volvió catastrófica, Zweig por la idea de perder el mundo que tan- se sintió psicológicamente abrumado. to amaba que la historia de su exilio pue- Llegó a describirse a sí mismo como de resultar esclarecedora para todos los una especie de antena ultrasensible al expatriados, incluso hoy explica Geor- dolor de otras personas. Incluso cuange Prochnik, profesor de Literatura in- do bombardeaban ciudades alemanas, glesa en la Universidad Hebrea de Jeru- pensaba en todas las vidas inocentes salén, en conversación vía e- mail. perdidas y sentía náuseas. En una de En un intenso viaje, con paradas en sus últimas cartas, escribió que cada Westchester (Nueva York) Viena y Pe- vez que oía hablar del derrumbe de un trópolis (Brasil) Prochnik descubrió edificio se derrumbaba con él que Zweig estaba lleno de contradiccioEse derrumbe, que años antes había nes y ambigüedades. Amaba a las mu- comenzado en el alma de Stefan Zweig, jeres y entendía la vida interior feme- terminó materializándose en su suicinina de un modo muy raro en aquella dio. Al leer sus cartas en los últimos época. Sus deseos eróticos son bastan- años, su suicidio tiene muy poco mis- La defensa de Europa ante la amenaza nazi El autor austriaco se marchó de Viena en 1934 (en la imagen aparece en la entrada de su casa) cuatro años antes de la ocupación nazi La larga sombra de su suicidio Zweig y su segunda esposa, Lotte, se suicidaron en Petrópolis (Brasil) el 22 de febrero de 1942. Les encontraron juntos, cogidos de la mano Un voyeur de las relaciones Sus deseos eróticos son bastante misteriosos y hay indicios de que pudo tener aventuras homosexuales El derrumbe de Europa Al ver a su amada Europa desgarrada en pedazos, empezó a sentir que su existencia no tenía sentido terio. Al ver a su amada Europa desgarrada en pedazos una vez más, empezó a sentir que su existencia no tenía sentido. Durante años, se había dedicado a intentar unir a los europeos y claramen- te había fallado. Creía que los nazis serían derrotados, pero ya era tarde para él. Tenía 60 años, estaba cansado de correr por el mundo y la idea de tener que empezar de nuevo le superaba Y se convirtió, sin pretenderlo, en una especie de símbolo del suicidio de Europa. Durante años, habló de Europa justo en esos términos. Lo que debemos preguntarnos es qué pensaría él de la Europa actual. Se alegraría al ver el sueño europeo realizado, pero me pregunto qué pensaría de las nuevas políticas reaccionarias surgidas de los fracasos europeos. Debemos continuar luchando por la libertad, el pacifismo y la alta cultura, considerados por Stefan Zweig como el mejor antídoto contra las tendencias suicidas de Europa remata Prochnik.

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