ABC MADRID 03-09-2014 página 38

38 FAMILIA MIÉRCOLES, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2014 abc. es familia ABC Hoy existen dos grandes movimientos en la juventud: el dispuesto a comprometerse con lo colectivo y el que defiende posturas conservadoras FOTOLIA Adiós al pasotismo Los jóvenes cambian: de consumistas y juerguistas a comprometidos La crisis ha calado en la juventud española: ahora chicos y chicas se identifican con valores como la lealtad, la responsabilidad y la familia LAURA PERAITA MADRID a juventud, como tal, no existe- -según señalan los expertos- lo que hay son colectivos de jóvenes muy diferentes en comportamientos, actitudes y valores. En un intento por analizar cuáles son los diferentes grupos, sus prioridades y principios éticos, el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) ha realizado desde 2006 distintos estudios y el último, Valores en los jóvenes 2014 revela una conclusión tajante: la crisis económica ha cambiado de forma radical los esquemas de valores en la juventud. El informe explica que los jóvenes españoles están en pleno proceso de cambio. Se ha producido un descenso L de importancia atribuida a todos los valores entendidos como materialistas y hedonistas (éxito en el trabajo, vida sexual satisfactoria, popularidad, tiempo libre y ocio, vivir al día... En 2006, los jóvenes españoles mostraban gran interés por todo lo material, tendencia que continúa en 2009 en la franja 15- 24 años. Todo indica que, motivado por la crisis, en 2010, se produce una inflexión y los jóvenes hoy se inclinan más por valores de supervivencia. Resulta muy llamativo que en el último año haya un retorno a la reivindicación de las virtudes tradicionales y morales explica Eusebio Megías, codirector del estudio. Los chicos y chicas reconocen en sí mismos sobre todo virtudes personales, como ser honrado, leal, trabajador, responsable o familiar (algo que encuentran en ellos mismos más del 87 de los jóvenes) También se reconocen en otros rasgos positivos de carácter más social: entre el 80 y 87 se ven claramente tolerantes, comprometidos, solidarios o generosos, y un 72 se creen independientes. Actualmente, valoran más la prudencia, la honestidad, llevar una vida honrada... cuando hace unos años era todo lo contrario: eran consumistas, marchosos, divertidos, despreocupados por el futuro. En ellos ha calado el mensaje de la crisis. Es como si después de una borrachera- -pone de ejemplo Megías- -uno se levanta con resaca y dice: no volveré a beber más. Actualmente lo importante es que mantengan esta nueva manera de ver la realidad Un segundo aspecto relevante es que, ante un mundo que se les presenta complicado y un futuro incierto, ahora reivindican vivir en un contexto de seguridad y orden. En el análisis de los valores morales, aquéllos que están implícitos en la admisión o no de ciertos comportamientos, el estudio de la FAD confirma un hallazgo consolidado desde hace años: una justificación de las conductas en el ámbito de la moral privada y un rechazo de todos los comportamientos que agreden al colectivo. Tanto es así que los únicos supuestos que son aceptados de forma más o menos rotunda, serían los referidos al aborto, a la adopción de hijos por parejas homosexuales y a la eutanasia. Una tendencia mayor Un 55 de los chicos no rechazan la pena de muerte ante delitos muy graves Aparece un nuevo grupo Un 8 de los jóvenes viven en situación precaria y se interesa mucho por el catolicismo Lo que condenan Por el contrario, hay una menor aceptación, una clara condena, del vandalismo, de los robos, de las trampas, de los alborotos nocturnos, incluso de algo tan atribuido a la juventud como el pirateo de música y películas. También hay un crecimiento del rechazo al suicidio (4.08 de media de aceptación en 2006 y 3.21 en 2014) Mención especial merece la percepción sobre la pena de muerte, quizás la expresión máxima de esa enfatiza-