ABC MADRID 02-09-2014 página 12

12 OPINIÓN HORIZONTE PUEBLA MARTES, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2014 abc. es opinion ABC RAMÓN PÉREZ- MAURA LA PRÓSPERA CASA DE LENOCINIO Como bien decía el protagonista de la obra maestra de Jean d Ormesson, ¡Tolerancia! ¡Hay casas para eso! STO puede ser un insulto para los burdeles que hay en Cataluña. Porque no es probable que los encargados de una casa de citas puedan mangonear tanto como lo han hecho los promotores de la Asamblea Nacional Catalana. Se demuestra por sus propias actas desveladas ayer y hoy en ABC por Juan Fernández- Miranda. Hace falta tener una desvergüenza inefable para convocar al pueblo catalán a la diada la próxima semana. Después de cómo están empleando el proceso de ruptura de España para enriquecerse- algunos- y de cómo están falseando sus trapicheos contables, solo cabe concluir que los catalanes en su conjunto harían bien en sacar las conclusiones pertinentes. Porque aquí se prueba el sentido del respeto a la fiscalidad que tienen los promotores del independentismo catalán. Habrá quien diga que están haciendo trampas al opresor que les impide ser independientes. Y eso les parecerá una justificación indiscutible que se puede aplicar a buena parte de lo ocurrido: dinero negro, delito fiscal, maquillaje de las cuentas, IVA sin declarar... ¡Que le vayan dando a Madrid! Para la parte principal del problema están buscando las justificaciones legales que puedan aminorar el delito fiscal por una cuantía de 1,5 millones de euros, en el que la ANC ha incurrido sin lugar a dudas. El problema viene después cuando se ve que entre los concernidos- no entre los de Montoro, claro, entre los de la ANC- hubo también quien distraía modestas cantidades... ¡Según sus propias actas! En el acto de constitución de la Asamblea Nacional Catalana (10- III- 2012) 75.000 euros 12,5 millones de pesetas de nada en un día... De cuya apropiación están acusados actuales dirigentes de la ANC. La empresa a la que se le compró la quincallería del acto se constituyó... nueve días después de la celebración de ese acto. La tesorería solo registraba la venta de entradas por medio de la red, pero se vendían también a la puerta del recinto... Como bien decía el protagonista de Por capricho de Dios la obra maestra de Jean d Ormesson, ¡Tolerancia! ¡Hay casas para eso! Pero los promotores de esta independencia catalana se han creído que la tolerancia empezaba por la casa de cada uno a la que hay que procurar que no le falte de nada. Más allá de lo que esta juerga pueda costar al bolsillo de cada español, convendría agradecer a los promotores de la ANC la claridad de sus formas de actuar desde el primer momento. El conjunto de los catalanes a los que han convocado la próxima semana a manifestarse haciendo una V gigante, saben ya cómo manejarían sus dineros quienes les han convocado hasta ahora. Visto lo que contamos en ABC no podrán decir que hubo lugar a engaño. Por mi parte, solo espero que me disculpen por esta columna las mujeres de las casas de lenocinio. Siento haberlas insultado con esta comparación. E COSAS MÍAS EDURNE URIARTE LA PUREZA DE UPYD Y CIUDADANOS El Consejo de UPyD del sábado dirá que no a la unidad pero no podrá aportar ningún argumento ideológico de peso A pureza de principios de UPyD y Ciudadanos es, como mucho, parecida a la del PP y el PSOE. Pero, como ellos mismos y algunos amigos del populismo pretenden que es mayor, viene bien el lío que han montado para poner en evidencia la falsedad de esa pretensión. Para dejar de confundir tamaño y juventud de un partido con modos democráticos mejores. O con principios políticos menos contaminados. O con virtudes éticas mayores. Resulta que dos pequeños y jóvenes partidos con ideas y objetivos muy semejantes no son capaces de hacer las cosas juntos. Y es más que probable que el Consejo Político de UPyD de este sábado ratifique lo dicho por Rosa Díez y otros líderes a la propuesta de Sosa Wagner sobre la unión con Ciudadanos. Que no. Y he ahí el problema, la ausencia de razón ideológica alguna para esa negativa. O que la negativa se fundamenta en una mera cuestión de poder. En el rechazo a compartir poder, primera consecuencia de esa alianza, por parte de la cúpula de UPyD. En una eventual unión entre UPyD y Ciudadanos, habría choque de ambiciones entre dos líderes, Díez y Rivera, con objetivos personales tan grandes como sus propias cualidades políticas, que son muchas. ¿Quién presidiría ese nuevo partido? ¿Y quién integraría la L nueva Ejecutiva? ¿Quién decidiría y ocuparía el primer plano mediático? He ahí las cuestiones más complicadas de resolver, el auténtico núcleo de este debate. Porque, ideológicamente, UPyD y Ciudadanos surgen de la misma reacción a la debilidad del patriotismo en la izquierda y defienden lo mismo, la unidad de España y las virtudes del patriotismo desde un centrismo ideológico más cercano al PSOE que al PP. Y que, sin embargo, podrían aliarse mejor con el PP que con el PSOE en un eventual Gobierno de la nación, precisamente por la centralidad del proyecto nacional frente a los nacionalismos. Realmente, su principal diferencia es la geográfica, la ubicación de Ciudadanos en Cataluña y de UPyD en el resto de España. Pero aún tan significativo como lo anterior en la política española es que ambos partidos han complementado su patriotismo español con un mensaje de regeneración democrática que, sostienen, ellos representan mucho mejor que el PSOE o el PP. Porque serían menos corruptos, más éticos, más altruistas y tendrían un funcionamiento interno más democrático. A lo que incluso añaden algunos ingredientes populistas, especialmente Ciudadanos, sobre su cercanía al ciudadano de a pie, su sencillez y lo rápidamente que resolverían todos los problemas económicos de los españoles con un recorte aquí y un impuesto allá. Si todo lo anterior sobre la regeneración fuera cierto, UPyD y Ciudadanos no deberían tener problema alguno para unirse. Es más, deberían hacerlo inmediatamente para poder defender así de una manera mejor los intereses y objetivos de sus votantes. Pero a los partidos pequeños les pasa lo mismo que a los grandes. Necesitan organización jerárquica y liderazgo para funcionar y ser eficaces, pero ese liderazgo se convierte también en un objetivo en sí mismo para los miembros del partido y en un obstáculo para objetivos de unidad con otros partidos. El Consejo de UPyD del sábado dirá que no a la unidad pero no podrá aportar ningún argumento ideológico de peso lo que contribuirá, a su vez, a lo que ya está ocurriendo. A la erosión de la imagen de pureza de UPyD y también de Ciudadanos. A la verdad, en otras palabras.