Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 10-08-2014 página 13
ABC MADRID 10-08-2014 página 13
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 10-08-2014 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página13
Más información

Descripción

ABC DOMINGO, 10 DE AGOSTO DE 2014 abc. es opinion OPINIÓN 11 UNA RAYA EN EL AGUA HACIENDO AMIGOS IÑAKI EZKERRA IGUALDAD Y PUJOLIDAD Como en la granja de Orwell, todos los catalanes son iguales, pero hay unos que son más iguales que otros E S la pregunta obligada de estos días: ¿Toda esta marea pestilente de la corrupción pujoliana, con la que estamos desayunando y en la que nos estamos bañando este verano, afecta al llamado proceso soberanista La respuesta sería fácil si la ideología que lo ampara se sostuviera sobre unos cimientos éticos. En tal caso, temblaría todo el edificio secesionista, se derrumbaría o quedaría fuertemente tocado, sin autoridad moral para asumir un reto de esa índole, basado en una afrenta económica cuya falsedad ha quedado no sólo evidenciada sino ilustrada. El problema es que el nacionalismo catalán, como todos los nacionalismos, no se sostiene sobre pilares morales, ni siquiera ideológicamente, sino sobre lo contrario: sobre una doctrina incivil de la exclusividad y el privilegio que ignora lo moral. Los escándalos de los ERES andaluces y las mariscadas sindicales sí han afectado a la estructura del edificio socialista porque ideológicamente, filosóficamente al menos, éste se sostenía sobre una ética de la justicia social. El caso Gürtel y el de Bárcenas también han afectado a las pilastras y la fachada de la casa de los populares por la misma razón: porque ese partido, al menos en su ideario, apela a una ética conservadora de la libertad y se postuló como alternativa de regeneración para derribar al feli- pismo en el 96. En cambio, los nacionalismos sostienen que ser catalán o vasco o español es lo mejor que se puede ser en la vida y que, sólo por serlo, ya se poseen unas virtudes intrínsecas que le colocan a uno por encima del bien y del mal. El nacionalismo catalán halaga a sus acólitos en lo que ya son sin haber hecho ningún esfuerzo: catalanes. No tienen que ser mejores, ni individual ni colectivamente. La ética no es lo suyo entre otras cosas porque ésta es igualitaria y universal. El nacionalismo catalán ni dice ni siente que Pujol lo ha traicionado. La única traición que cabe contra una ideología así no es robar ni mentir diciendo que te roban, sino cuestionar las virtudes de la catalanidad. Por esa razón el nombre de la plataforma Libres e Iguales es más que oportuno. Resulta fundamental insistir en la cuestión de la igualdad porque es la que impugna todo nacionalista esencialmente; porque el nacionalismo es un mecanismo imparable de desigualdad. No se detiene ni hacia fuera ni hacia dentro de sus feudos. Los nacionalistas ni consideran iguales a los otros ni se consideran iguales entre sí. Por eso siempre acaban a tortas entre ellos; porque la desigualdad es un principio violento y siempre hay quienes pretenden encarnar las esencias de lo nacional. Antes que la Noche de los Cristales Rotos hubo una Noche de los Cuchillos Largos, o sea una guerra de nazis contra nazis. Y Heidegger sostenía que la verdadera Casa del Ser estaba en la Selva Negra, o sea en su propia casa. Se empieza diciendo quién no es ario y se termina diciendo que se es más ario que todos. Dentro del nacionalismo catalán también hay categorías. Hay una Selva Negra y unos patas negras los Pujol que han manejado Cataluña durante más de tres décadas como si fuera el yate familiar. Quien interpreta que el exhonorable hasta el último momento, hasta en el comunicado autoinculpatorio, ha antepuesto los intereses de él y de sus hijos a los de Cataluña y a los del nacionalismo catalán no ha entendido que ese dilema no existe porque para los Pujoles la pujolidad es la quintaesencia de la catalanidad. Como en la granja de Orwell, todos los catalanes son iguales, pero hay unos que son más iguales que otros IGNACIO CAMACHO LOS JEMERES ISLÁMICOS Como no se trata de Israel, el genocidio islámico permanece en el limbo progresista como una diferencia intercultural D JM NIETO Fe de ratas ESDE los jemeres rojos de Camboya no se veía en el mundo moderno una irrupción de violencia genocida como la de los nuevos fundamentalistas del llamado Estado Islámico de Irak. Incluso en aquellas tierras, de pasado poco pacífico, no encuentran para esta barbarie de crucifixiones y decapitaciones un referente más próximo que el de las huestes de Gengis Khan. Los talibanes afganos se han quedado cortos como precursores de la ferocidad yihadista que ha irrumpido en la antigua Mesopotamia tras la retirada norteamericana, en una secuencia que también remite al precedente de Indochina e interpela la responsabilidad histórica de un Obama obligado a su pesar a desplegar los brazos que había cruzado con el repliegue. Sus cálculos políticos, forzados por el cansancio bélico de la sociedad estadounidense, han fallado: Irak no tenía estabilidad suficiente para dejarlo a su propia suerte. Los ataques aéreos, de eficacia limitada, son una respuesta más política, casi cosmética, que estratégica; manifiestan una clara reticencia a asumir implicaciones mayores que resultan antipáticas a la opinión pública americana y evidencian la pésima resolución del conflicto iraquí. También demuestran estas dudas que Obama no maneja bien la estrategia exterior y que bajo su mandato los Estados Unidos han fracasado como agente diplomático de referencia y han dejado de ser la nación imprescindible en cualquier conflicto de relieve en el planeta. Una consecuencia lógica del giro político en el liderazgo internacional determinado por el presidente sobre una hegemonía que a fin de cuentas se sostenía en el uso de la fuerza. La brutal yihad del EI no sólo compromete la seguridad de Irak, sino la de Siria, Líbano y tal vez la Turquía kurda, y lo hace con un grado de violencia inédita para la que el Occidente autodesarmado no dispone de respuestas. Como no se trata de Israel, el único agente político que desata la condena unánime del pensamiento progresista, los crímenes del ultraislamismo permanecen en el limbo de la conciencia occidental como una especie de mal incómodo pero inevitable. El debate se traslada a la acción propia, a la escala de la intervención, con una lupa escrupulosa y pusilánime sobre las medidas militares y una cautela directamente cobarde sobre la implicación armada. Sin palestinos por medio, el genocidio iraquí es un asunto interno, como se encarga de subrayar el propio Obama para justificar que golpea con guantes y una mano atada. Total, si sólo han liquidado a cien mil cristianos marcando con banderas negras sus casas. Luego irán a por los chiíes y los sufíes; pláticas de familia que decía el Tenorio. Pequeñas diferencias interculturales. Si no se trata de Gaza y ni siquiera hay un Bush en la Casa Blanca, qué nos ha de importar un Califato. Los demócratas biempensantes sólo tenemos que ocuparnos de identificar a nuestros propios malos.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.