Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 04-07-2014 página 14
ABC MADRID 04-07-2014 página 14
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 04-07-2014 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página14
Más información

Descripción

14 OPINIÓN VIDAS EJEMPLARES PUEBLA VIERNES, 4 DE JULIO DE 2014 abc. es opinion ABC LUIS VENTOSO RAFA Su valor frente al cáncer, con el que llegaba a bromear, fue su magisterio final A televisión va muy rápido. Los directos son una taquicardia. Se exige información instantánea y es natural que abunden las pifias. Ayer por la mañana, con la mejor intención, pero traicionada por las prisas, Ana Rosa confundió al fallecido periodista Rafael Martínez Simancas con el político del PSOE madrileño de igual nombre y apellido y transmitió su pésame a la familia socialista. Allá donde esté, que a la vista de su balance vital seguro que es arriba, Rafa Simancas se habrá carcajeado ante el gazapo, con esa risa suya, que le brotaba incontenible y un poco asombrada ante las pequeños absurdos de cada día. Rafa, periodista que repartió su ingenio por las mejores radios, articulista jovial y certero, director de periódico cuando tocó, era un individuo grandón, calvo franco de siempre y de mirada a los ojos del contrario, que en su caso nunca lo era. Tenía 53 años y había nacido en Rute, un pueblo cordobés. En noviembre de 2011, tras acabar la reunión de contenidos de Qué! el periódico que dirigía, sonó su teléfono y su vida dio un brusco volantazo. Era una llamada del Servicio de Hematología de La Paz. El médico le comunicaba que padecía un cáncer del tejido linfoide y lo citaba para iniciar de inmediato la quimio. Miles de personas reciben cada día esa noticia cruel, que súbitamente te confronta con lo que siempre queremos posponer: nuestra absoluta vulnerabilidad, la mortalidad que acecha cada minuto en nuestro efímero periplo por la Tierra. Sí, me había tocado la bola negra resumió Rafa. E hizo dos cosas: poner todo de su parte para intentar superar la enfermedad matar al bicho e intentar que no arruinase una seña de su carácter, su sentido del humor. Hasta dejó una certera definición: El humor es una manera de afrontar el toro sin perder la compostura Pero lo que vino luego fue el carrusel del dolor, el inevitable calvario del cáncer por favor decía Rafa no lo llamen larga enfermedad Cinco pasadas por el quirófano, radio, quimio, un trasplante de médula. Aunque sobrellevaba su drama con el aparente desapego irónico de un gentleman, las noches eran de insomnios, angustias y algunas lágrimas. Pero el día traía de vuelta la luz de Rafa, que extrajo un libro excelente de su gira hospitalaria y siguió encontrando pepitas de humor hasta en el pozo de la convalecencia: Cuando por fin te duermes, te despiertan para darte la pastilla de dormir Como todos los enfermos, descubrió y agradeció la humanidad extrasalarial de los sanitarios de los servicios de oncología y aprendió lo que ya sabía: la absoluta irrelevancia de los afanes humanos por trepar y acaparar. Su último artículo, del pasado 25 de junio, desmonta un anuncio materialista que proclama que todos los sueños son caros Rafa asegura ahí que él no querría tener una isla privada en las Bahamas, porque es más hermoso recorrer el mundo que ocultarse en una isla ni un palco en la Ópera de Berlín, porque es más divertido tomarse unas cañas con los amigos Leo el último correo que me escribió, no hace ni un mes, y me pasma pensar que no habrá más, que ya no está por aquí. De hecho, creo que sí está, anclado en la memoria de la gente que le quiere. L MONTECASSINO HERMANN EL PLAN Si no se pone fin a la deriva de radicalidad, se llegará a la violencia en Cataluña, nadie lo dude E L presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció hace mucho tiempo que tiene un plan para Cataluña. Se supone que es un plan para restablecer la legalidad y acabar con un desafío separatista que ya ha puesto a todo aquel rincón de España en virtual estado de excepción. El desacato es generalizado y no hay día en que no se anuncie desde una instancia oficial u otra un nuevo paso o iniciativa para el enfrentamiento con aquellos que defiendan el orden constitucional. Organismos financiados por la Generalitat hacen planes delirantes para operaciones militares, se multiplican los gastos en campañas contra la reputación de España en el extranjero y se ha llevado hasta el paroxismo la cultura del odio a España entre los niños. Capítulo aparte merece el panorama mediático catalán, subvencionado por el poder separatista hasta niveles grotescos. Pero también el permanente apoyo que el discurso separatista ha tenido en los medios en toda España. En los que comprensión y ponderación de los postulados separatistas contrastan con el desprecio y el afán de desprestigiar a toda defensa de la unidad nacional y la Constitución. Desde hace más de dos años, el Gobierno asiste, dicen que impávido, en todo caso pasivo, a la organización de una insurrección contra España y su Constitución. Una acción sediciosa y golpista que se prepara a plena luz pública. Y nada ha pasado en Madrid. Pero sí en Cataluña. Donde todos están en manos de la brutal intimidación separatista. La desaparición de la defensa de una idea de España y la legalidad constitucional no es achacable a este Gobierno. Es una culpa colectiva de todos los gobiernos habidos desde la Transición. Y es uno de los grandes fracasos de nuestra historia. En los próximos pocos años se verá si es reversible. Si podemos volver a articular un estado viable o España se hunde en una disgregación catastrófica, pierde definitivamente el tren europeo y del desarrollo y queda como región crónicamente inestable y empobrecida. Esto no es ningún delirio catastrofista. Es un escenario mucho más plausible que la del Estado catalán feliz, pacífico y próspero junto a una España mutilada. Ningún sondeo ni encuesta que hoy nos presenten sobre Cataluña nos dice realmente qué es lo que piensan los catalanes, sometidos todos ellos a un permanente y frenético bombardeo de propaganda agresiva de la Generalidad. Y abandonados a su suerte por el Gobierno de la Nación. Salvo a caracteres fuertes con vocación por la épica, a nadie se le puede pedir que se signifique en favor de la unidad de España para sufrir después en soledad las represalias por esa heroicidad. Así hemos llegado a la grotesca realidad en la que todos quienes se manifiestan en favor de la sedición y en contra de la ley reciben automáticamente aplauso, apoyo y gratificación oficial, mientras quienes se atreven a defender la legalidad son sometidos a acoso y aislamiento social y castigo por el gobierno regional. Mientras nadie les ayuda. Esta absoluta anomalía en un Estado de Derecho se ha tolerado durante décadas en ambigüedad. Desde que el proyecto separatista es explícito, la situación es intolerable. Pero se tolera. Y así se consolida la realidad ilegal. Y ya se habla de acuerdos sobre la base de concesiones, mala forma de disfrazar el triunfo de la agresión. Si no se pone fin a la deriva de radicalidad, se llegará a la violencia en Cataluña, nadie lo dude. Y esa parte de España acabará gobernada por extremistas totalitarios, se llamen ERC, CUP o Podemos. Solo el restablecimiento de la legalidad puede evitarlo. Y es urgente. Pero la iniciativa corresponde a quienes han jurado hacerlo como condición previa a su acceso al poder y privilegio de sus cargos.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.