ABC MADRID 14-06-2014 página 96

96 MADRID SÁBADO, 14 DE JUNIO DE 2014 abc. es madrid ABC Comidas ilegales en pisos particulares A la caza de los restaurantes Los hosteleros denuncian el aumento de negocios de comida en viviendas privadas Estos encuentros culinarios restan 150.000 euros al sector cada fin de semana MARÍA ISABEL SERRANO MADRID Pasen a mi comedor Relaxing Paella 28 Paella en ático con terraza. Aperitivos. Se puede fumar Tapas y tortilla L o de buen provecho puede tener truco. Y salir caro. Los establecimientos de restauración de Madrid asisten, atónitos al boom de restaurantes pirata en domicilios particulares. Comer, o cenar, con extraños en el salón de tu casa está de moda. Cada vez más. No es una invitación. Hay que pagar. Todo se pacta a través de internet: día, hora, fecha y menú. Esta actividad escapa a toda legislación y normativa. Se calcula que ya se apuntan a ella unas 6.000 personas entre los jueves y los sábados. Los restaurantes legales se quejan de que esta práctica les quita a ellos 150.000 euros cada fin de semana. ¿Quiere una degustación de Typical Spanish Cuisine? ¿O una Relaxing paella in the Rastro A lo mejor se decanta por un Divertido brunch con vistas a la ciudad O lo más prosaico: Bocados y tapas en mi terraza a la luz de las velas Lo hay, lo hay. Pero sepa que estos planes escapan a todos los controles: fiscales, sanitarios, tributarios y laborales. Tampoco suelen contar con el beneplácito de la comunidad de vecinos que tendrán en su bloque un restaurante pirata con música, copas y juerga hasta las tantas de la madrugada. Esta es la opción más cara y suele costar más de 60 euros. 30 45 Con la tortilla de patatas hay jamón, queso y sangría Brunch en Lavapiés En un ático. Huevos fritos, cava y zumos Fusión en el Rastro 50 Precios reales de algunos de estos servicios que se ofrecen por internet Menú: ensaladas, gambas, fideuá y pinchos variados Funcionamiento simple Estos servicios de comida en domicilios como se autodenominan, tienen un sistema de funcionamiento muy simple. Un particular al que se llama anfitrión anuncia algún tipo de experiencia gastronómica o encuentro culinario en su piso. En el anuncio no suele haber teléfono de contacto. Hay que apuntarse a través de una red social. En la página web aparece la fecha del evento, el menú, el precio y el número de personas que ya se han apuntado a la velada. Un aviso para no quedarse sin asiento a la mesa. Ya se sabe, el que se fue a Sevilla... El interesado da su sí a través de un click El portal tarda poco en cerrar venta online pero le añade una comisión que oscila entre el 10 y el 20 Aunque la web intermediaria funcione como una empresa legal, se sospecha que los que ejercen de anfitriones cocineros ni pagan impuestos por llevar a cabo una actividad de restauración en toda regla ni se sabe si cumplen todos los controles de seguridad alimentaria o certificado para manipular alimentos. Compartir mesa con extraños y sin garantías de calidad tiene, por lo tanto, el peligro añadido de intoxicaciones en grupo y de que el que cocina, nunca mejor dicho, se lave las manos. Hay anfitriones que, por aquello de curarse en salud, piden a sus Para todos los públicos Numerosas páginas webs ofrecen estos servicios: anuncian una cena y su precio para el que quiera Picaresca Estos negocios no pagan impuestos ni cumplen las normas de seguridad alimentaria Opacidad Escapan a la legislación laboral y resultan opacas a la Agencia Tributaria porque no cuentan con ningún tipo de control clientes que les adviertan si son intolerantes a algún alimento. Otros, para justificar un precio excesivo, ofrecen una clase magistral de cocina española o madrileña. Precios variados Los precios son variados. Una ronda de tapas típicas anda por los 25 euros. Como lo que se anuncie sea un brunch la cosa puede ir a los 30. Las delicatessen españolas (pinchos, jamón, queso, aceitunas, croquetas y almendras) valen 38 euros. Una comida española en Lavapiés que incluye foto de salchichas blancas hechas al vino y ración de lombarda rehogada, vale 20 euros. El precio se encarecerse si la velada es en ático con terraza. La Asociación Madrileña de Restauración (AMER) cree que es com-