Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 03-06-2014 página 7
ABC MADRID 03-06-2014 página 7
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 03-06-2014 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página7
Más información

Descripción

ABC MARTES, 3 DE JUNIO DE 2014 abc. es DON JUAN CARLOS ABDICA 7 MI PADRE, EL REY POR DON FELIPE DE BORBÓN ABC reproduce el artículo que Su Alteza Real el Príncipe de Asturias firmó en la Tercera el 22 de noviembre de 2000, cuando se conmemoró el veinticinco aniversario de la proclamación de Don Juan Carlos como Rey de España L cumplirse el vigésimo quinto aniversario de la proclamación del Rey, me mueve a escribir estas líneas la convicción de que su trayectoria en este cuarto de siglo no es sólo la suya personal, sino también, y sobre todo, la de España, nuestra España. Celebramos este año una etapa histórica en la que España ha dado pasos de gigante, como nación y como protagonista de su historia. Pero una nación no es una abstracción ni un ente de razón, sino el conjunto de sus ciudadanos actuando conscientemente en un sentido concreto. En este sentido, lo que nos caracteriza en este final del siglo XX es, precisamente, que cuanto en él ha sucedido es obra de todos nosotros, cada uno en su sitio, y a la vez conjuntándose con los demás. Es decir, que España funciona y es efectiva porque hemos sido capaces de cohesionarnos y organizarnos, respetando nuestra realidad plural, sin dejar que las diferencias nos alejen de un proyecto común de convivencia. Se ha dicho que la primera aparición de la España moderna como nación fue la de la Guerra de la Independencia. Sin embargo, la energía liberada en aquella ocasión excepcional no cuajó en avances positivos. El siglo XIX y parte del XX se definen en nuestro suelo, de una parte, como la secuencia de un enfrentamiento radical, tanto ideológico como social, que anegó, en una confrontación constantemente renovada, cualquier intento de superarla. Nos faltaron, de un lado, líderes que, a pesar de sus buenas intenciones, no acertaron a ilusionar y conducir al país por las sendas que otros, en nuestro entorno, supieron recorrer y resolver. Y también un suelo y un ambiente adecuados para que prendiesen los buenos propósitos y las tentativas de arraigarlos. Durante el último cuarto del siglo XX hemos logrado invertir esta tendencia, dando lugar a una evolución francamente positiva. Tenemos que preguntarnos por qué ha sucedido esto. La respuesta inicial es que contábamos ya con un grado de desarrollo económico, conciencia social y maduración cultural que exigía su corolario necesario e inevitable de libertad y democracia. Pero una cosa es pensar o decir esto, y otra, mucho más difícil, acertar a realizarlo. para justificarnos en el pasado, sino en el presente. El presente de nuestra Monarquía lo encarna y personaliza un Rey excepcional. Él fue quien dio en el momento preciso, hace ahora veinticinco años, la señal de salida de nuestra Este es el nudo de la cuestión. Pu- democracia. Cuando sólo él podía hadimos porque creíamos. Vencimos cerlo, y todo era incierto, salvo su firporque nos empeñamos en un esfuer- me voluntad de ser fiel a su herencia zo global, y sobre todo continuado, y cumplir su misión. Debo a mi Padre, codo con codo, de todos y para todos, el Rey, la exacta conciencia de mi ludando constantes muestras de que gar en la Dinastía. Me lo enseñó con colectivamente asumimos el objeti- su ejemplo de afecto y respeto invavo a alcanzar y comprendíamos la ne- riable a mi Abuelo, Don Juan, y a su cesidad de lograrlo, conquistando valioso testimonio. Así he aprendido nuestra propia historia. En los más que lo que tenemos no es nuestro, sino altos niveles de la política, y también un depósito que hemos recibido y que en los económicos, sociales y cultu- se justifica al ponerse al servicio inrales, no menos importantes, hemos condicional de todos los españoles, contado con dirigentes comprome- ahora y en el futuro. De él sigo aprentidos. Capaces de afinar constante- diendo a saber intuir y apreciar los mente su punto de mira para asimi- sentimientos de los ciudadanos, a eslar una realidad en evolución y sus cuchar sus palabras, para así tener cambios necesarios; de retener sus una idea cabal de nuestro destino y datos esenciales y conectar con sus trabajar por él siempre con la Consticonciudadanos para implicarles en tución como guía. proyectos comprensibles No me corresponde rey compartidos; de preolacionar aquí los muchos cuparse de lo directo y méritos que el Rey, junto a Lealtad concreto, de los detalles la Reina, ha ido sumando a España imprescindibles que es a lo largo de su reinado. necesario prever y solu- Deseo ser capaz, Son de sobra conocidos, cionar para llegar a buen como hoy lo es el pues la parte más visible Rey, de ser un puerto. de su tarea tiene lugar en Pero su empeño no huhumilde y leal público y se produce a la biera prosperado sin el vista de todos. Pero yo soy servidor del concurso del pueblo esPueblo español testigo excepcional de lo pañol, de los españoles de que no se ve, aunque puea pie, que lo prestaron con da a veces intuirse, y es el generosidad y sabiduría ejemplares, fundamento de todo. Su hondo y sinconscientes de que eran necesarios, cero amor a España y su compromiso asumiendo, con entereza y sin repa- sin límites con su pueblo. Las largas rar en sacrificios, su condición de pro- meditaciones, la soledad inevitable tagonistas, y ejerciendo, con ilusión de quien está en la cumbre. Los apoy sin autocomplacencia, la soberanía yos discretos, la disponibilidad de una de la que se sabían titulares y que han experiencia bien probada, la coinciesculpido en el frontispicio de su dencia desinteresada en cuanto conConstitución. Esta es la clave de nues- tribuya al interés común y a su protra Historia más cercana, durante la greso permanente. El sacrificio del que se ha producido un relevo gene- tiempo y los gustos cuando es necesaracional que asegura su continuidad rio o simplemente conveniente. Y, cómo y garantiza su avance. Quienes en- no, la preocupación constante por acertramos ya en esta liza asumimos su tar, ser útil y ayudar. espíritu y nos corresponsabilizamos Mi tarea es procurar siempre ser de extraer sus consecuencias. Las de digno y estar a la altura de su ejemahora, y las que nos exijan nuevas cir- plo, para poder transmitir a los espacunstancias y sus inesquivables pre- ñoles de mi generación una referenguntas y desafíos. Me enorgullezco cia y un estímulo que procuro sean de que este proceso se haya realiza- sólidos y válidos. Así, en el futuro dedo al amparo y con el apoyo de la Co- seo ser capaz, como hoy lo es el Rey, rona. Naturalmente, mi papel, como de inspirar, de liderar y de ser fundadijo Federico de Prusia, es ser mo- mentalmente un humilde y leal sernárquico. Pero lo soy como hombre vidor del Pueblo español. Pues si es de mi tiempo, que concibe la Monar- mucho lo que hemos hecho, no es mequía como una realidad vinculada in- nos lo que nos queda por hacer. A nodisolublemente a la democracia y su sotros toca principalmente continuarprogreso. Venimos de lejos, pero no lo y darle nuevo vuelo. Vamos a ello. A EFE Tres generaciones Don Juan de Borbón, junto al Rey y el Príncipe de Asturias, en la Escuela Naval Militar de Marín, donde Don Felipe recibió el despacho de alférez el 16 de julio de 1989

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.