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ABC MADRID 17-05-2014 página 52
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52 CULTURA SÁBADO, 17 DE MAYO DE 2014 abc. es cultura ABC El gatopardo habla de cómo vivir bien para poder morir bien Entrevista Gioacchino Lanza Tomasi Albacea de Lampedusa ERNESTO AGUDO Familiar del escritor siciliano, preserva su legado intelectual. Ha estado en Madrid, donde se ha rendido un homenaje al creador de El gatopardo ALFONSO ARMADA MADRID acido en Roma en 1934, hijo de Fabrizio Lanza Branciforte di Mazzarino, conde de Assar, y de la aristócrata española María Conchita Ramírez de Villa Urrutia y Camacho, pertenece a una de las más antiguas familias de la nobleza siciliana. Pero a Gioacchino Lanza Tomasi, dueño de un verbo florido, de risa fácil, cultura enciclopédica y modales exquisitos, no le gusta hablar de sí mismo. Formado en música y arte en Italia y Alemania, ha escrito una Guía de la ópera y acerca de numerosos compositores contemporáneos. Director artístico de teatros de la ópera en Palermo, Roma y Bolonia, profesor universitario y crítico musical, asistió a su primo lejano Giuseppe Tomasi di Lampedusa hasta su muerte, en 1957. Ha dedicado buena parte de sus energías a difundir El gatopardo y a preservar su legado intelectual en libros como Una biografía en imágenes publicada el año pasado, y a restaurar el Palazzo Lampedusa alla Marina, en N Palermo. Acaba de pasar por Madrid para rendir un homenaje al artífice de El gatopardo en la Casa del Lector, donde se proyectó una versión restaurada del gran fime que Luchino Visconti hizo de la novela. ¿Cómo encajó su primo el rechazo de tantas editoriales a publicar El gatopardo Debe tener en cuenta que hace sesenta años el mundo era muy distinto a como lo conocemos hoy día. Sicilia estaba completamente aislada del mundo literario. Él tomó contacto por primera vez con ese mundo en la villa termal de San Pellegrino. Allí se solía presentar un premio concedido a una joven promesa literaria, y el elegido en aquella ocasión fue Lucio Piccolo di Calanovella, también primo de Giuseppe, que acompañó a Lucio. Cuando regresó a Palermo dijo que sabía mucho más de literatura inglesa que Lucio, y jugó con la idea de escribir una novela. Fue en los últimos años de su vida, deprimido porque lo había perdido todo, y en buena medida a instancias de su mujer, Alexandra von Wolff- Stomersee, Licy que era psicoanalista, cuando se puso a escribir. La princesa no era una persona fácil. Él, que era un hombre muy agudo, decía que para entenderla debías mezclar los escritos de San Ignacio de Loyola y las obras de Lenin y lo dice en medio de una carcajada Estaba tan excitado acerca de la empresa que había acometido que decidió enviar cuatro capítulos a Mondadori. No hubo respuesta. Giangacomo Feltrinelli le propuso en aquella época a Giorgio Basani dirigir una editorial que debía publicar literatura contemporánea, prohibida durante el fascismo. Basani se puso en contacto con sus amigos en el mundo literario y uno le hizo llegar esos capítulos de El gatopardo Enseguida se dio cuenta de que se trataba de una obra maestra. No sabían quién estaba detrás, le dijeron que probablemente un siciliano solterón Pero en aquel momento su primo ya había muerto... Sí, murió en julio de 1957, y el libro fue publicado en noviembre de 1958. La primera edición fue solo de 600 ejemplares, y se vendió en una semana. Tras la guerra, Italia estuvo dirigida por la izquierda en torno al Partido Comunista, y la derecha cercana a la Democracia Cristiana, y ambos estaban aferrados al llamado resurgimiento (la reunificación italiana) Gracias a El gatopardo la gente empezó a descubrir que había una historia que no le habían contado, un mundo que no conocían. ¿En qué medida el llamado gatopar- dismo o lampedusismo si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie retrata la visión política de su primo? Es una de las sentencias políticas más citadas de todos los tiempos desde que el libro fue publicado, pero no refleja en absoluto el propio pensamiento político de Lampedusa. Vivimos en un país de chaqueteros, pero el príncipe no pensaba así. Lampedusa era un gran admirador de la literatura clásica alemana, pero no le gustaban los alemanes. El gran filósofo, escritor y musicólogo Adorno escribió sobre el estilo tardío en un famoso ensayo sobre la Missa solemnis de Beethoven. La idea procede de un pensador ruso, el conde Wilhelm von Lenz. Los rusos fueron los primeros admiradores de Beethoven. Lenz escribió un libro titulado Los tres estilos de Beethoven No es un gran libro, pero proporciona una llama que se puede utilizar en muchos análisis. Empiezas imitando a otros que consideras tus modelos, seas compositor o escritor. Esos son tus años tempranos. Luego llega la irrupción de tu propia personalidad, y el segundo estilo, cuando te sientes orgulloso de ti mismo. En Beethoven fue la época napoleónica, la Heroica Pero luego empiezas a estar harto, porque el entusiasmo por la vida se ha desvanecido, y haces entonces una revisión histórica de tu obra y de tu vida. Ahí llega el tercer estilo, el tardío. Lampe-

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