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ABC MADRID 25-04-2014 página 74
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ABC MADRID 25-04-2014 página 74

  • EdiciónABC, MADRID
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74 ABCdelOCIO VIERNES, 25 DE ABRIL DE 2014 abc. es ABC C ine La línea del cielo L A VIDA INESPERADA Dirección: J. Torregrossa. Con: Javier Cámara y Raúl Arévalo. ANTONIO WEINRICHTER H Raúl Arévalo y Javier Cámara, dos primos que la vida reúne en Nueva York Raúl Arévalo Estoy agradecido a la vida El actor madrileño protagoniza, junto a Javier Cámara, La vida inesperada comedia rodada en Nueva York por Jorge Torregrossa PABLO PAZOS Nueva York: Duro y maravilloso Una aventura maravillosa, divertida y que se puede complicar Así define Torregrossa el rodaje en Nueva York, ciudad en la que vivió durante una década. La vida no se para y eso hace el trabajo complicado pero muy bonito Los americanos son muy suyos, nos costó hacernos con ellos por un tema de carácter describe Arévalo. Puede ser muy hostil, todo el mundo tiene su escudo. Quería que la película fuera muy real, no de postal añade el director. R De una pareja contrapuesta siemaúl Arévalo se define pre surge la comedia. Pero estos persocomo un tipo afortunado: najes esconden muchas más cosas de Echo la vista atrás y he las que muestran. Vas viendo que el tenido muchos golpes de idealista no está tan contento con su suerte. He trabajado mu- vida y el controlador no controla tancho para conseguirlo, pero to la suya explica Cámara. Este enotros también, y no han tenido tanta cuentro les pondrá de frente los miesuerte. Muchos sueños se me han cum- dos o problemas que no se habían planplido antes de tiempo. Estoy agradeci- teado amplía Arévalo. do a la vida Quizás por eso resta draPara el director, Jorge Torregrossa, matismo a uno de los temas que verte- la película habla de que lo que importa en la vida es el camino, y lo vas bran su última película, La vida haciendo día a día con los feinesperada que protagoniza Habré junto a Javier Cámara: oporlices accidentes, el azar, tu perdido tunidades que se aprovechan valentía o cobardía. El meno dejan pasar, las decisiones trenes pero lo saje es positivo aunque haya cosas que los persoque acaban marcando la vida que me de cualquier persona. najes se dejen por el camipreocupa es Hay muchos trenes que no. ser feliz lía deHay una cierta melancocoger. Algunos los habré perdilo que pudo haber sido y no fue. Así es la vida do y otros los habré cogido. Eso no me preocupa. Lo que sí me preocupa es Arévalo reflexiona sobre esas elecintentar ser feliz, lo máximo posible ciones y cómo repercuten en los perSu personaje en la cinta, Jorge, busca sonajes. Uno (Juanito) decide coger uno de esos trenes en Nueva York, a pe- ese camino hacia lo que supuestamensar de tener un buen trabajo y estar a te le va a hacer feliz, decide arriesgarpunto de casarse con su novia. Se ins- se. El otro (Jorge) es mucho más contala en el piso de su primo, Juanito (Cá- servador. El que no arriesga no gana, mara) actor que soñaba con comerse es verdad, pero también hay que ser la Gran Manzana y ha terminado inter- muy valiente. No puedo decir que yo pretando obras de Lorca y Mihura. Jua- siempre lo sea. En teoría me gustaría nito acepta a regañadientes la visita y arriesgar siempre, pero luego uno tamlos contratiempos que conllevan dos bién se caga un poco cuando toma depersonalidades casi opuestas. cisiones Rodada en Nueva York a partir de un guión de Elvira Lindo, La vida inesperada espera aprovechar el tirón de Ocho apellidos vascos aunque su tono sea distinto. Hay muchas caras de distintas comedias. Está el humor y la emotividad, toda la teatralidad de la historia, la ficción dentro de la ficción describe Cámara. Lo más inesperado es que suene el teléfono y te ofrezcan una película; y me ha pasado con las dos que he hecho confiesa Torregrossa. ace 30 años, Fernando Colomo narraba en La línea del cielo las peripecias de un españolito (Resines) que intentaba triunfar como fotógrafo en la Gran Manzana. Puede resultar instructivo comparar sendas aventuras americanas: la de Colomo, planteada como el rodaje indie de una suerte de episodio cómico de Madrileños por el mundo esta de Torregrosa exhibe más empaque como producción y muestra a españoles que hablan inglés con naturalidad, en vez de convertir el idioma o la diferencia de idioma en un chiste (algo hemos avanzado) Aunque tampoco consigan del todo imponer su arte en el duro terreno neoyorquino, al menos no parecen estar en ningún momento acomplejados por jugar fuera de casa. Quizá se deba a que el guión original ha salido de la escritora Elvira Lindo, que parece haber estado felizmente afincada en la metrópoli: algunas de las escenas o situaciones parecen tener un contenido autobiográfico, de residente que ha tenido que enseñar las costumbres de la ciudad. Eso es lo que le ocurre al personaje de Cámara, actor de teatro muy off todavía, además de camarero y sobrevenido profesor de cocina, cuando se le instala en casa su primo menos favorito (Arévalo) Entre los diversos caminos que podría seguir a partir de esta premisa, la película... no opta por ninguno en particular. No desarrolla la complicidad entre el emigrante veterano y el novato que acaricia la idea de quedarse allí (la química entre los dos actores no funciona demasiado; Arévalo en particular resulta alarmantemente inexpresivo) sus paralelas historias sentimentales tienen menos voltaje que una bombilla amarilla, desperdiciando en particular a una actriz intrigante como Tammy Blanchard. Cámara comunica poco con ella; está más suelto quizá por... hablar en español en las que comparte con Carmen Ruiz y, sobre todo, con su mamá Gloria Muñoz: un formidable personaje que nunca llena la pantalla (siempre la vemos en skype) pero que se come la película. No sólo Cámara, es el propio espectador alicaído el que se anima cuando aparece la Muñoz, lo que suscita una reflexión más bien desoladora: podemos emigrar a Nueva York, podemos intentar expresar la esencia de la urbe sin saber filmarla pero con una música que rezuma Gershwin hasta el empalago, pero al final sólo estamos a gusto con un personaje castizo que, desde su pequeña ventana, nos hace degustar cada una de sus palabras, como cualquier secundario de nuestra vieja comedia autóctona.

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