ABC MADRID 03-04-2014 página 54

54 CULTURA JUEVES, 3 DE ABRIL DE 2014 abc. es cultura ABC El filósofo Javier Gomá posa en su despacho de director de la Fundación Juan March IGNACIO GIL Javier Gomá: Sigue habiendo violencia en el mundo, pero hoy se considera ilícita Filósofo El autor publica en Razón: portería veintiséis microensayos que llevan al lector desde la anécdota más normal al concepto más elevado JESÚS GARCÍA CALERO MADRID Javier Gomá es un filósofo acostumbrado a romper moldes sin que apenas se le note. Atento al mundo que le rodea, ha sido capaz de construir conceptos como ejemplaridad en el torbellino de una sociedad que tanto necesita el compromiso de sus dirigentes con una conducta ejemplar. Es un autor que no renuncia ni a la altura de la obra filosófica ni a la pequeña plaza de los periódicos y de las redes sociales, donde debate con sus lectores y seguidores todos los días. Publica ahora Razón: portería (Galaxia Gutenberg Círculo de Lectores) una recopilación de sus microensayos publicados en Babelia Filosofía a pie de obra, que surge de las anécdotas más cotidianas. -Uno esperaría que el filósofo viva absorto en sus pensamientos. Pero a usted se le ve más concentrado en el mundo que le rodea. -La filosofía nació con los diálogos de Platón, en los que aparece un individuo bastante cotidiano que es Sócrates, paseándose por las calles de Atenas y encontrándose con gente, con amigos, o con un esclavo; y a uno le habla de geometría, a otro sobre la virtud... Así que el primer filósofo fue un filósofo mundano, aunque luego Platón tiene otras obras más sistemáticas, como su diálogo sobre la República. Yo mismo tengo obras en las que desarrollo ideas con mayor ambición e intensidad. Pero Platón tiene diálogos en los que demuestra que es un perfecto filósofo mundano. ¿Mundano es también útil? -Mundana es una persona que está bien asentada en el mundo y es capaz de dirigir una palabra seductora, interesante e iluminadora a la gente del mundo. Filósofo en el sentido de que se refiere a todo el mundo, no a un sector solamente. Debería ser evidente que la filosofía tiene ese designio. ¿Qué le parecería una poesía destinada a ser leída exclusivamente por poetas? ¿O un novelista que escribe novelas para ser leídas solo por novelistas? -No siga, por favor. El siglo XX ha dado casos eminentes de ambas cosas. -Cierto, pero es que, mientras en novela y poesía ese fenómeno ha sido hasta cierto punto marginal o experimental, la filosofía, toda ella, en los siglos XIX y XX se convirtió en una disciplina para ser leída exclusivamente por filósofos. Porque ya no hablaba del mundo sino de otros filósofos, y porque no utilizan un lenguaje literario sino encriptado. Para mí esto es la anomalía. Platón se entiende, y Séneca, y San Agustín, hasta Nietzsche, Bergson, y nuestro Ortega. La gran filosofía siempre ha sido mundana, en el sentido de que no estaba destinada a ser leída por una clase, sino por todo el mundo e iluminar la experiencia individual. -En Razón: portería la filosofía nace de un dolor, de un camarero, de una La filosofía El mejor test para saber si la filosofía de uno es verdadera es si realmente es capaz de iluminar anécdotas individuales cena, de la vanidad literaria. ¿El filósofo no le hace ascos a nada? -La vida de cada individuo, el hecho de que somos conscientes de vivir y envejecer, te despierta una particular emoción, que es la emoción genérica del hecho de vivir. Tiene un elemento enigmático: ¿Por qué nosotros, que tenemos una dignidad infinita, estamos destinados a un fin indigno como es la destrucción del yo personal? Si esa emoción la defines mediante el duro trabajo del concepto, entonces eres filósofo. Lo verdaderamente importante de una persona culta es sentir intensamente esa emoción y celebrarla y convertirla en interpretación del mundo. Toda la historia de la filosofía y de la cultura es instrumental respecto a esa emoción y esa visión originaria de las cosas. Desde Platón hasta Hegel, y desde Homero hasta Tolstoi, todo lo que leo y todo el universo cultural me sigue resultando fecundo más allá de erudiciones y arqueologías en la medida en que me ilumina esa interpretación básica del mundo. De manera que el mejor test para saber si la filosofía de uno es verdadera es si realmente es capaz de iluminar anécdotas individuales, que tengan que ver con una cena, o con un dolor en el pecho o con la vanidad literaria, la piñata o la idea de Europa, el amor, la amistad, el dar las gracias a un camarero...