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ABC MADRID 29-03-2014 página 72
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72 GENTESTILO SÁBADO, 29 DE MARZO DE 2014 abc. es estilo ABC MANUAL DE USO Chicas sin Google PEDRO LETAI Todo empezó cuando comprendí que no ganaría el Nadal ni bailaría con Carlota en el Baile de la Rosa. Ella estaba embarazada de un actor feo, y yo no era Carmen Laforet. Entonces, con felicidad dichosa, me lancé: ¿A qué hora sales? OHEN Y LAS MANDARINAS. En los años agitados buscábamos la vida de poeta, pero los más felices yo los viví encima de una frutería. Allí escuché, cuando se pedían manzanas o peras, esa coletilla genial, ese verso que no encontré C en los lamentos de Cohen y que sería ya mi respuesta a casi todo lo importante en la vida: Y que sean buenas O RÍGENES. Es sabido que en las fiestas de la aristocracia ciertos espíritus inquietos bajaban a la cocina a Leonard Cohen divertirse con la plebe y pellizcar a la cocinera. Entonces el tinto bañado en Coca- Cola y la brisa proletaria azotándonos como una rama joven en un callejón a lo desconocido: Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos junto al oído. Y sí, lo inventé yo. TRATADO DE MALAS MANERAS Patinar LO MEJOR Patinar es muy divertido. LO PEOR Si no sabes (o lo has olvidado) no lo es. PRECIO 180 euros (los patines) ¿DÓNDE? Parque del Retiro (Madrid) Doña Rosita no es single EMILIA LANDALUCE La soltería parece atenerse a la misma norma que los bloody mary: uno es poco; dos está bien; tres es poco. Reformulemos pues la ley en torno a la soltería: a los 20, está bien; a los 30, mal; a los 40 (sobre todo si se está casado) vuelve a estar bien. Quizá sea ese el motivo por el que los horribles treintañeros de mi generación hayan inventado ese palabro repugnante con el que se pretende dignificar lo que ya es digno: ser soltero. Single es algo así como la primera comunión laica o el bautizo civil. Un in- SINGLE: Juro que es lo que reza la vento de lo políticamente correcto. RAE: adj. Marinería. Se dice del Ya no está bien visto quedarse cabo que se emplea sencillo, como para vestir santos. Ahora los la braza, el amantillo, etc. cuanque no se casan solo sirven do uno de sus extremos está atapara cotizar en la Seguridad do al penol de la verga La acepSocial, pagar IVAS varios al ción inglesa no está recogida. Montoro de turno e invoMejor, utilice: Soltero, solcar al ángel de las solteras que pasean desnuFederico tera, no estoy casado, seGarcía parado, divorciado. Includas por los pisos de solLorca so solterona. tero Lean a Elena Medel Imaginen que Lorca hubiera vivido en estos tiempos de vulgaridad extrema. Doña Rosita hubiera sido single y, en lugar de subtitular la obra como El lenguaje de las flores los editores habrían obligado a don Federico a decantarse por Los emoticonos ¿Y dónde quedarían las Manolas? Los rumores son coronas La discriminación de la soltería comienza en la declaración de Hacienda y solo termina cuando los sobrinos se acercan cual rapiña al calor de la herencia. ¡Ay, que se nos muere la tía single... ¡Desherédelos. Solterona y a mucha honra. PROBANDO VOY Quinceañeros de 40 ROSA BELMONTE LAS INSTITUCIONES Pepe el Marismeño HUGHES Otros tendrán la Betty Ford, pero nosotros tenemos a Pepe el Marismeño, o como dijo Antonio Burgos, Pepe ex Marismeño. Porque nunca se es más ex que cuando se deja eso Pepe, por ejemplo, es ex de Carmina, de los tiempos del Chuli, el Pai y el Cabra, pero sobre todo es ex del Consumo (dicho como una variable macro) porque eso solo se deja si es para vivirle en contra, en guerra permanente como al narco. Con esa naturaleza generosa que da la salud (que la salud es gorda) Pepe ya parece el Selu de Cádiz y ha sido el Hermano Mayor de José Fernando cuando pensábamos que no habría solución. A ti solo te salva Pepe el Marismeño se dicen los amigos. Pero es que su nombre suena a Santo de la desintoxicación, a Cristo de la esperanza del rehab Es la fe que no teníamos. Ahora sabemos que de todo se sale. Belén Esteban superó Su Problema y ahora nos encanta mirarle el culo de Beyoncé, booty milf en Paracuellos. También está Misofi, nuestra Drew Barrymore, que anda rodeada de coaches (acouchada) En EE. UU. tenían ideólogos como el cienciólogo Hubbard, al que luego interpretó Seymour Hoffman puesto hasta las cartolas, pero a nosotros nos faltaba un referente. Dice Saviano que hasta la ETA lleva pollos contra eso opondremos la estampita feliz del Marismeño. Cualquier día aparece por Huelva Lindsay Lohan. La primera vez que estuve en Nueva York vi a una vieja patinando a la altura del edificio Dakota. Inmediatamente pensé: A esta en España la apedrearían. En Murcia, con adoquines Pero las cosas han cambiado y hoy España está llena de quinceañeros de mediana edad entre los que me incluyo sin pudor. La serie Portlandia parodia los estereotipos alrededor de los modernos de Portland. En un episodio, los protagonistas van por la calle con Roseanne Barr, que ve a un hombre de pelo blanco en monopatín (pensemos en un Adolfo Suárez Illana hipster) ¿No es ese tipo un poco viejo para ir en monopatín? Tendrá 48 años o así Entonces Carrie le contesta: El skateboarding es el golf de Portland. La gente lo practica cuando se hace mayor Si te vas al Parque del Retiro puedes ver a ese tío con un monopatín del tamaño de una tabla de surf deslizándose como si no hubiera dejado de tener 14 años. Y a muchos otros patinando. De todas las edades. Hombres y mujeres. Entonces piensas que si tú has patinado tanto de pequeña por qué no volver. Te animas y te plantas en El Patín de Oro, la tienda que hay cerca de la Puerta de Toledo. Hay más gente que en el ambulatorio en época de gripe. Te acuerdas de tus primeros patines de bota. De bota blanca, con lo que al probártelas solas (todavía sin el patín atornillado) parecías la Clara de Heidi y tu hermana se tronchaba. Luego te tocaba a ti troncharte de ella. Ahora me compro la bota negra. Las ruedas, rojas. Unas Krypto Impulse por las que habría dado media vida futura a los doce años (sin esa vida, ahora me habría evitado el ridículo) Meto mis patines en la mochila y me voy al Retiro. Me los pongo. Me pongo de pie. Me vuelvo a sentar (sí, parezco Teresa Rabal) La sensación de inseguridad es la misma que si me dejaran de oboe solista con la orquesta sajona de la Staatskapelle de Dresde. Pero si yo brincaba con los patines por el chinarro camino de la pista de entrenamiento. Como dirían Les Luthiers, cualquier tiempo pasado fue anterior. Encima, para magnificar la torpeza, ahora vamos como Robocop, con toda clase de refuerzos y armaduras. Antes nos desollábamos y no pasaba nada. Pero también éramos niños solos por la calle. Me pongo otra vez. Patino una gran distancia. Cojo confianza. Cruzo las piernas para girar. Me inclino hacia delante porque es la única manera de no caerme de culo. Pero alguna vez me caigo. Y un señor me anima. ¿Qué necesidad tengo yo de esto? Aunque los muslos se me pondrían duros. Abandono. Lo mismo vuelvo a intentarlo cuando tenga la edad de la vieja de Nueva York. Cuando sea una anciana adolescente.

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