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ABC MADRID 26-03-2014 página 14
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ABC MADRID 26-03-2014 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
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14 OPINIÓN CADA MAÑANA SALE EL SOL MIÉRCOLES, 26 DE MARZO DE 2014 abc. es opinion ABC A LOS CUATRO VIENTOS Corrupción en CiU El oro de la República MELCHOR MIRALLES SUÁREZ, A CÁMARA LENTA Adolfo Suárez fue quizá un hombre bueno con más senda de caminante obstinado que lujo en la lengua La vuelta de la tortilla separatista Como eslogan, el España nos roba forjado por los propagandistas del separatismo catalán tiene el mismo recorrido que un bumerán. También en inglés. El Wall Street Journal no ha tardado en darle la vuelta a la tortilla, muy española, que cocinan Mas y Junqueras para abordar los escándalos por corrupción que del Palau de la Música a las ITV del inquieto Oriol Pujol cuestionan el significado del término robar, al menos en su acepción nacionalista. Con la pierna rota, Millet se pasea por la prensa internacional para conjugar, a toda página, un verbo del que algunos han hecho su oficio. Para enriquecerse o, simplemente, difamar. El patrimonio, vendido al peso Quedan por ahí quienes aún califican de mito la historia del oro de Moscú pero el expolio de bienes particulares y del Estado por parte de los dirigentes republicanos no se quedó ahí. Un estudio de la Universidad de Barcelona documenta el viaje que, cargado de metal precioso, llevó a Indalecio Prieto a tierras mexicanas, donde desembarcó con el cargamento procedente del Monte de Piedad de Madrid, la capilla del Palacio Real y, entre otras instituciones, las colecciones numismáticas. El patrimonio de todos, vendido al peso por quienes confundieron cosas de la mitología su guerra particular con el país que esquilmaron. A Suárez le ha llegado la muerte a cámara lenta. Como es el alzhéimer, retratado como nadie por Pedro Simón en esas memorias imprescindibles. Esta enfermedad es la bolsa de hielos que no sabía guardar Pasqual Maragall. La Internacional que no le sonaba a Solé Tura. La enfermera a la que Chillida confundía con Dulcinea. El quién es Mariam de Adolfo Suárez. El silencio de Enrique Fuentes Quintana Un libro cuya lectura es bálsamo para un mal sin cura que deja al enfermo columpiándose en el olvido, y a los suyos, aferrados a un álbum de fotos añejas, y al recuerdo en carne viva. Suárez muere erguido, en pie, como se mantuvo junto a Gutiérrez Mellado y Carrillo ante Tejero, sus muchachos y sus metralletas mientras el resto del Congreso se arrodillaba. Días antes había dimitido. Lo han hecho pocos. Suárez lo hizo tras padecer un severo juicio sumarísimo no exento de ferocidad, impiedad y fobia. De todos. Incluso de los suyos. Pero él, con esa mirada de ojos pícaros, y con su seducción, tuvo la grandeza de escribir las faltas de sus amigos y sus enemigos en la arena, para que las olas borraran su huella. Y ahora, los que quedan de la masacre le honran con gloria póstuma y tardía. Porque podían habérsela suministrado en vida. Aún con su desmemoria trágica bamboleándole el cuerpo y el alma. Este hombre al que pude tratar, al que escuché junto a Almudena narrar el dolor extremo que le proporcionó la vida cuando se alejó del foco, Adolfo Suárez fue quizá un disidente a deshora, un hombre bueno con más senda de caminante obstinado que lujo en la lengua, que empleaba con una pizca de pudor para engatusar al personal con los textos de Ónega y compañía. Tuvo arrojo para liderar el desmontaje del régimen franquista desde dentro. Y dinamitar el búnker le costó arrostrar durante años la inquina de la mayoría, que además se mofaba, en su ignorancia de alfombra palaciega, de este hombre que, como los buenos, los que valen la pena, tenía mucha más vida que currículo. Ya se sabe que a la peña hay que darle un enemigo para que se sienta grande. Como escribió Umbral, un enemigo concreto, visible, fusilable, y no abstracciones. Un enemigo en el que concentrar todos los males y desgracias de la gente, que siempre es desgraciada. Y entonces, fue Suárez. Porque cuando la gente pide un culpable a la gente hay que desviarla para que acierte equivocándose, no sea que dé con el verdadero responsable. Ahora, en el momento funerario, escuchamos a muchos de los que le laminaron y vejaron ensalzarle incluso atribuyéndole en exclusiva méritos que fueron compartidos. Es lo que tiene la desvergüenza. Yo me quedo con el recuerdo personal de la última conversación con él. Tan bella. Tan profunda. Tan sincera. Con ese estriptís del alma herida que solo un tipazo de entidad sería capaz de hacer ante una pareja que no es íntima. Suárez se va a cámara lenta. Pero en realidad se había ido hace tiempo, quizá cansado de tanta hipocresía. En silencio y sobrado de dignidad. Página del WSJ CARTAS AL DIRECTOR Acuerdo para honrar su memoria Qué emotivas han sido las honras fúnebres por el presidente Adolfo Suárez. La multitud de personas que, en colas kilométricas, ha acudido a rendirle homenaje ante su féretro, los ríos de tinta que han glosado su figura... El recuerdo de Adolfo Suárez evoca magnanimidad. Un presidente con amplitud de miras, que supo trabajar por el futuro del país, más allá de intereses partidistas. En su día, no solo sus adversarios, también los de su propia coalición, la UCD, lo dejaron solo. ¿Y el pueblo? Ustedes me aplauden, pero no me votan dijo Suárez sin perder la sonrisa. Ahora, tras su muerte, se valora su trabajo por la concordia, por el entendimiento entre adversarios, su empeño para alcanzar la democracia que, no exenta de problemas, hoy disfrutamos. Su figura ahora se agranda y alcanza el reconocimiento que merece. Hay acuerdo en honrar su memoria. Muchas ciudades le dedicarán plazas, calles, parques... En Madrid, el aeropuerto de Barajas llevará el nombre de Adolfo Suárez. Es propio de los grandes pueblos honrar a sus grandes hombres. JOSÉ MURILLO MADRID En defensa de la libertad Sumido en el olvido atroz del alzhéimer, se nos ha ido a todos los españoles un hombre ejemplo de muchas cosas, destacando en humanismo e integridad, que lo convertían en un patriota, un estadista brillante que anteponía el es Lo más leído El último adiós a Adolfo Suárez también ha sido multitudinario en ABC. es. Miles de personas siguieron ayer con interés las numerosas informaciones ofrecidas en la web en recuerdo y homenaje al expresidente fallecido este domingo. interés de España al personal o partidista (huérfanos estamos hoy de tal cosa) y si alguna vez ambicionó poder alguno fue para poner lo mejor de sí al servicio de todos. Comprendió y asumió en toda su dimensión el significado de la libertad y su importancia para el desarrollo de una España nueva, de convivencia, paz, concordia y progreso. Inquietante es contemplar cómo hoy jóvenes como yo, poseedores del privilegio de nacer en democracia, la desprecian y, en nombre de una supuesta libertad y marchando por la dignidad, emplean la violencia y la intimidación para, en una sinrazón fanática y no llena de ideas sino de odio, imponer su criterio. ¿Tendrá la misma valentía esta España de hoy que la de Suárez para defender la libertad? JOAQUÍN ANTONIO GRACIA MADRID Hoy, en nuestro chat Sergio Dalma visita esta mañana la redacción de ABC. es. El popular cantante presenta a las 11.00 horas su nuevo disco Cadore 33 y responde a las numerosas preguntas que le han dejado sus seguidores en la web. Actos televisivos Me pregunto por qué siempre que vemos en directo por televisión un acto importante hemos de soportar los comentarios, muchas veces frívolos e intrascendentes, de quienes la cadena dispone. Opino que uno tiene derecho a sus propios pensamientos y conclusiones. CARMEN CARRALÓN MADRID

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