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ABC MADRID 23-03-2014 página 63
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ABC DOMINGO, 23 DE MARZO DE 2014 abc. es sociedad SOCIEDAD 63 Una víctima de abusos, en la comisión del Papa contra la pederastia El organismo trabajará para prevenir este tipo de casos y ayudar a quienes los sufrieron MARÍA DURÁN CIUDAD DEL VATICANO el Papa la Iglesia debe tener la protección de los menores entre una de sus principales prioridades y con la iniciativa adoptada hoy el Papa ha indicado los nombres de personalidades altamente cualificadas y conocidas por su compromiso en esta cuestión La línea de Benedicto XVI Fue el Consejo de Cardenales los ocho purpurados que trabajan con Francisco para la reforma de la curia y el gobierno de la Iglesia el que propuso en diciembre al Pontífice crear esta comisión. En apenas un día el Papa dio el visto bueno y se hizo pública la noticia. Precisamente fue el cardenal O Malley, miembro del Consejo, quien hizo el anuncio. Entonces el arzobispo de Boston aseguraba que la intención de Francisco era continuar con decisión la línea emprendida por el Papa Benedicto XVI y que por eso había decidido formar una comisión específica para la protección de los niños La comisión se encargará de proponer al Papa medidas para ayudar a las víctimas y prevenir nuevos casos. También elaborará protocolos para la cooperación con las autoridades civiles. El Papa Francisco ha dado los nombres de las ocho personas que se ocuparán de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores. Serán cuatro mujeres y cuatro hombres los encargados de capitanear este organismo, al que se irán añadiendo paulatinamente más miembros de diversas áreas geográficas del mundo tal como indica el comunicado enviado por el Vaticano. El Papa ha escogido a una víctima para la Comisión. Es la irlandesa Marie Collins, que sufrió abusos sexuales por parte de un sacerdote cuando era niña. Ha trabajado y trabaja activamente con varias organizaciones para prevenir y ayudar a las víctimas de abusos y también asesoró a la archidiócesis de Dublín cuando creó su Servicio de Protección a la Infancia. Al elenco femenino de expertas se suman Sheila Hollins, psiquiatra británica especializada en abusos sexuales y presidenta de la Asociación Médica Británica; Hanna Suchocka, ex primera ministra polaca y activista pro derechos humanos, y la francesa Catherine Bonnet, psicóloga infantil que ha escrito sobre las consecuencias en los menores de los abusos sexuales y la explotación. Francisco se ha rodeado de profesionales con experiencia en este ámbito y contrastado prestigio. Entre los otros cuatro miembros se incluye el sacerdote Humberto Miguel Yáñez, jesuita argentino que fue alumno del entonces padre Bergoglio, especializado en pastoral juvenil. También figura otro jesuita, el padre Hans Zollner, director del Centro para la Protección del Menor en la Pontificia Universidad Gregoriana, una institución de vanguardia en la prevención de abusos sexuales. Completan el plantel de expertos el italiano Claudio Papale, abogado y profesor de derecho canónico, y el cardenal Sean O Malley, arzobispo de Boston. El purpurado cuenta con una vasta experiencia en la gestión de casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y es uno de los más decididos en la lucha contra este problema. Entre los primeros trabajos que llevará a cabo la Comisión se encuentra la elaboración de sus propios estatutos para fijar la función de cada miembro. En un comunicado, el portavoz vaticano, el padre Lombardi, explica que para Marie Collins AFP JOSÉ FRANCISCO SERRANO OCEJA EFERVESCENCIA DOCTRINAL Ahí está la duda sobre en qué se van a convertir las Conferencias episcopales C on los trabajos y los días pasados se nos han quedado en el tintero algunas cuestiones relevantes que bullen en el trasfondo de la vida de la Iglesia. Por ejemplo, la pregunta sobre si el Papa Francisco ha abierto varias cajas de truenos y centellas del debate doctrinal sobre la Iglesia; acompasada melodía para una reforma aún no nacida. Aunque puedan parecer temas alejados de la vida ordinaria, tienen más trascendencia de lo que aparentan. El debate sobre la aplicación del Vaticano II es alargado. No pocos se preguntan si el Papa no habrá optado por una nueva relación entre la eclesiología del Pueblo de Dios y la eclesiología de comunión; o si está ofreciendo una respuesta diferente a la dinámica entre Iglesia universal e Iglesia particular, entre unidad y pluralidad, entre el principio jerárquico y el principio de la colegialidad. Por cierto, puntos calientes de estudio cuyo adalid teológico fuera el cardenal Walter Kasper. No olvidemos que este prelado alemán fue sucesor de Joseph Ratzinger en la Cátedra de Dogmática de Tubinga. Ahí está la duda sobre en qué se van a convertir las Conferencias episcopales; si terminarán asumiendo funciones de algunos dicasterios de la Curia. Una muestra más de la efervescencia de la incitación doctrinal de los gestos del Papa es la minuciosa y erudita respuesta que el teólogo español, y profesor del Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia de la Universidad Lateranense, Juan José Pérez- Soba, ha dado a la intervención del cardenal Kasper de nuevo en primera línea sobre la comunión de los divorciados y vueltos a casar. El Papa sabe que la Iglesia tiene encomendada la custodia del depósito de la fe y no va a permitir que se quite nada, ni se añada nada. Convendría leer ahora uno de los textos más significativos de monseñor Ricardo Blázquez: su introducción al libro Meditación sobre la Iglesia de H. De Lubac. Incluso en lo relativo a las quiebras y persecuciones dentro de la Iglesia. Para nuestra distancia, un tándem eclesiológico en la cúpula de la Conferencia Episcopal es una garantía.

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