ABC MADRID 13-03-2014 página 56
- EdiciónABC, MADRID
- Página56
- Fecha de publicación13/03/2014
- ID0006312761
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56 SOCIEDAD JUEVES, 13 DE MARZO DE 2014 abc. es sociedad ABC Un millonario libanés ofrecía a personas sin recursos 40.000 euros por parte de su hígado El Hospital Clínico de Barcelona rechazó practicarlo con el donante seleccionado PABLO MUÑOZ MADRID Cuarenta mil euros para quien accediera a donarle parte de su hígado para un trasplante. Esta era la oferta que un acaudalado alcalde de Líbano, de 61 años, hacía a personas sin recursos de Valencia en lo que constituye la primera operación de tráfico de órganos detectada en España. Nueve personas participaron en el siniestro casting en el que debían someterse a todo tipo de pruebas médicas para demostrar que sus órganos eran compatibles con el del paciente. Finalmente un rumano fue el elegido, aunque al intentar que el Hospital Clínico de Barcelona realizara la intervención quirúrgica el coordinador de trasplantes se negó a ello. La razón es que no quedó acreditada una relación lo suficientemente estrecha entre donante y receptor. Paradójicamente, el 23 de agosto de pasado año el libanés sí recibió el trasplante en el mismo centro sanitario, de forma legal, de su propio hijo. La investigación comenzó en junio de 2013, cuando una mujer argelina en situación irregular en España contó a la responsable de la ONG que la atendía que le habían ofrecido 40.000 euros si accedía a ser donante en un trasplante hepático. Relató además que le habían hecho las pruebas de compatibilidad en una clínica privada de la capital del Turia, pero que la habían rechazado por estar embarazada. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, acompañado por el director de la ONT, Rafael Matesanz EFE Alcalde de una ciudad mediana El libanés de 61 años que ofrecía 40.000 euros a quien accediera a donarle parte de su hígado es alcalde de una ciudad mediana de ese país y además tiene negocios que le proporcionan una más que acomodada situación económica. España tiene fama en todo el mundo por su sistema de trasplantes y éste sin duda fue el principal reclamo para que, aconsejado previamente, decidiera viajar a Valencia para solucionar su problema hepático a cualquier precio. Sin embargo, se topó con la eficacia de nuestra legislación para evitar estas operaciones de tráfico de órganos, un delito que según el director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) Rafael Matesanz es un peligro emergente Sus palabras fueron corroboradas por el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Los cinco detenidos están en libertad con cargos y se les han retirado los pasaportes para evitar su salida de España. Se enfrentan a una pena de hasta doce años de prisión. Denuncia a la Policía La responsable de la ONG y esta mujer acudieron a la Brigada de Policía Judicial de Valencia. Tras varias gestiones se comprobó que un total de nueve personas sin recursos se habían hecho las pruebas en el mismo centro sanitario privado, en concreto el Hospital Quirón de la capital del Turia, y que la factura, más de 12.000 euros, había sido abonada por una empresa de Alicante. Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de Valencia se entrevistaron con los responsables de ese centro sanitario privado, que colaboraron en todo lo que se les pidió. Se pudo tener acceso así al medio de pago utilizado, lo que llevó a una empresa de Alicante, y además uno de los acompañantes dio una identidad real, pues se trataba de un libanés de 47 años que residía desde hace años en España y del que se tenía documentación. Confirmaba todas las sospechas que las pruebas a las que fueron sometidas esas personas están pensadas bien para pacientes con un cáncer de hígado o para donantes de un trasplante hepático. La excusa que pusieron en el hospital los dos individuos que acompañaban a los reclutados era que se trataba de personas extranjeras que se iban a hacer un chequeo médico. Explicaban igualmente que iban a montar una empresa de turismo sanitario enfocada de forma especial al mundo árabe. Además, para disimular que se trataba de personas sin recursos económicos siete de ellas estaban en situación irregular les proporcionaban ropas adecuadas y les instruían sobre cómo comportarse y qué decir. Lo cierto es que ese centro sanitario privado no detectó nada extraño, por lo que se descarta cualquier actuación irregular del mismo, ni siquiera mala fe. La investigación reveló también que los candidatos a donantes, argelinos y marroquíes en su mayor parte, habían sido reclutados en centros religiosos musulmanes, culturales y también a través de terceras personas. Se seleccionó a dos candidatos: una mujer española y un rumano, que fue el elegido finalmente por el libanés. A partir de ese momento había que mon- tar la escena de nuevo para intentar que el Hospital Clínico de Barcelona accediera a practicar la intervención. Para ello era necesario que el rumano se hiciera pasar por alguien muy allegado al paciente, requisito imprescindible en nuestro país para hacer un trasplante de órgano de una persona viva, ya que se debe tratar, por ley, de un acto altruista. La última actuación Lo cierto es que la mascarada, que se produjo a finales de julio, no fue muy eficaz porque el rumano hizo un relato poco creíble: según explicó, el potencial donante vivía en la localidad valenciana de Nules con una prima del futuro receptor del órgano. Pero es que además no hablaba una palabra de árabe, lo que era aún más extraño. Este y otros detalles llevaron al coordinador de trasplantes del centro a rechazar Casting siniestro Nueve personas, dos mujeres, se hicieron las pruebas. Un rumano fue finalmente el elegido de plano la intervención quirúrgica. Curiosamente, a finales de agosto el paciente sí pudo someterse al trasplante en el mismo hospital, si bien el donante fue su propio hijo, por lo que fue una operación completamente legal. Sin embargo, la Policía ya estaba tras sus pasos y gracias a la colaboración de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que solicitó información al Clínico de Barcelona, tuvo conocimiento del episodio de julio. Con todos los cabos atados, el libanés fue detenido el pasado 30 de enero en el aeropuerto de Manises, cuando regresaba a España para pasar su primera revisión médica tras la intervención. Ese día y las semanas siguientes fueron igualmente arrestados los dos individuos que hacían la mediación y captaban a los candidatos a donantes el palestino ya citado y un libanés familiar del paciente y los dos dueños de la empresa de Alicante que pagaron las costosas pruebas clínicas, familiares también del comprador de órganos. Los nueve candidatos recibieron de la trama pequeñas cantidades económicas por su colaboración en esta rocambolesca historia.