ABC MADRID 03-03-2014 página 35

ABC LUNES, 3 DE MARZO DE 2014 abc. es internacional INTERNACIONAL 35 China atribuye a terroristas islámicos la muerte a machetazos de 29 civiles Pekín culpa del ataque en la estación de Kunming a los independentistas uigures de Xinjiang PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL EN PEKÍN n salvaje atentado, perpetrado con machetes y no con bombas, ha conmocionado a China en vísperas de la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular el Parlamento orgánico del régimen que comienza este miércoles en Pekín. Más de 30 personas murieron y 130 resultaron heridas el sábado por la noche cuando una decena de hombres armados con cuchillos atacaron la estación de trenes de Kunming, capital de la provincia de Yunnan, al suroeste del país. Los agresores, vestidos de negro, abatieron a puñaladas a quienes encontraban a su paso. La Policía mató a cuatro de ellos y detuvo a uno, mientras que el resto huyó tras dejar un reguero de 29 cadáveres. Vi a una persona venir hacia mí con un cuchillo largo y salí corriendo con todo el mundo, pero los más lentos se cayeron y fueron apuñalados relató a Xinhua Yang Hefei, un herido atendido en el Hospital Número 1. Chen Guizhen, una mujer de 50 años, perdió a su marido, Xiong Wenguang, de 59, cuando esperaban para tomar un tren a la provincia oriental de Zhejiang, donde habían encontrado trabajo. Además de estos emigrantes rurales, que abarrotan las estaciones de trenes para regresar a sus empleos tras el año nuevo lunar, otras víctimas son turistas que acuden a la popular provincia de Yunnan. U Cuerpos de las víctimas del ataque en la estación de tren de Kunming, capital de la provincia de Yunnan REUTERS La lucha por el Turkestán Oriental A 4.000 kilómetros al oeste de Pekín, Xinjiang es la región más turbulenta de China junto con el Tíbet. Con tres veces la superficie de España y ocupando una sexta parte de China, Xinjiang es una región estratégica para el régimen chino por sus reservas de petróleo y gas natural, y sus fronteras con Rusia, Mongolia, Pakistán, Afganistán, India y varias repúblicas exsoviéticas de Asia Central. A lo largo de la historia, esta vasta región ha permanecido bajo el control de los distintos imperios chinos cuando sus dinastías eran lo suficientemente poderosas para imponer su autoridad. Pero su Premeditado Pekín cree que se trata de un ataque terrorista organizado y premeditado y lo atribuye a los grupos independentistas de Xinjiang, una región al noroeste del país, a 1.600 kilómetros de Kunming, y habitada por musulmanes de etnia uigur que hablan una lengua emparentada con el turco. Castigaremos severamente a los terroristas prometió el presidente Xi Jinping, quien envió a Kunming al jefe de la seguridad nacional, Meng Jianzhu, para dirigir la caza de los fugitivos y consolar a las víctimas. El ataque ha conmocionado al país, que lo ha comentado con horror en Weibo, una versión china del censurado Twitter, donde se han colgado fotos de cuerpos ensangrentados yacen- población autóctona, de etnia uigur y religión musulmana, aspira a la independencia para formar el Turkestán Oriental desde los años 30 del siglo pasado. Unas ansias secesionistas que han sido cortadas manu militari por el régimen chino. Tras dos intentos fallidos de independencia en los años 30 y 40, las tropas comunistas de Mao Zedong tomaron Xinjiang en 1949. Desde la constitución de la Región Autónoma Uigur en 1955 y la construcción del ferrocarril, los chinos de la etnia han (pronúnciese jan han colonizado Xinjiang para explotar sus yacimientos de petróleo y minerales, sobre todo durante los años de la Revolución Cultural (1966- 76) tes entre patrullas de policías y médicos atendiendo a los heridos. El impacto ha sido tal que un articulista de Xinhua lo ha bautizado como el 11- S de China Cada año, decenas de personas mueren en enfrentamientos entre los uigures y la Policía en Xinjiang. En 2008, coincidiendo con los Juegos Olímpicos, una cadena de atentados causó una treintena de muertos, entre ellos 16 policías en Kashgar, en plena Ruta de la Seda. En julio de 2009, los peores disturbios interétnicos de las últimas décadas dejaron 200 muertos en la capital provincial, Urumqi. Mientras Pekín acusa a los grupos uigures de separatismo, estos denuncian la represión contra su cultura y religión. Si se confirma la autoría uigur, se trata del atentado más grave de los últimos tiempos, pero también revela el rudimentario arsenal de los grupos independentistas de Xinjiang y su precaria infraestructura.