ABC MADRID 09-02-2014 página 20
- EdiciónABC, MADRID
- Página20
- Fecha de publicación09/02/2014
- ID0006305219
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20 PRIMER PLANO DOMINGO, 9 DE FEBRERO DE 2014 abc. es ABC LA INFANTA, ANTE EL Doña Cristina se desmarca de las irregularidades de Aizoon La hija de los Reyes dice en el Juzgado que tenía una confianza total en mi marido y defiende que Urdangarín ha hecho las cosas bien PABLO MUÑOZ PALMA DE MALLORCA Claves jurídicas Llevaba la lección aprendida Durante el interrogatorio Doña Cristina demostró que había hecho los deberes. No se salió del guión escrito por su defensa, se mostró tranquila y no incurrió en contradicciones en las cientos de preguntas que se le plantearon. C asi siete horas de declaración y cientos de preguntas planteadas pero ninguna sorpresa. Ese es el resumen de la comparecencia como imputada de la Infanta Cristina ante el juez instructor del caso Nóos, José Castro, al que explicó una y otra vez que ella no tenía papel alguno en Aizoon, la sociedad que comparte al 50 por ciento con su marido, Iñaki Urdangarín. Ni hacía trabajos para la firma, ni era su administradora, ni por supuesto se ocupaba de los asuntos contables y tributarios, de los que se encargaba una asesoría externa elegida por el Duque de Palma. Se limitaba a firmar los papeles que le presentaban: Tenía plena confianza en él dijo en muchas ocasiones en referencia a su esposo, sobre el que añadió en otro momento: Estoy convencida de que ha hecho las cosas bien Doña Cristina llevaba la lección bien aprendida. Demostró que las largas horas de reuniones con sus abogados, en las que prepararon al detalle su declaración como imputada en un delito fiscal y otro de blanqueo, no habían sido en balde. Estuvo tranquila, siempre educada, a veces sonriente, habló despacio y en voz baja. Eso sí; antes de empezar a responder, y después de que se le leyeran sus derechos, uno de sus abogados, Jesús Silva, advirtió de que su cliente no contestaría aquellas cuestiones que estuviesen basadas en hipótesis según algunas fuentes Castro, lo hace en ocasiones o que pudieran perjudicar a su esposo. menor de los Reyes, a la que el instructor trataba de señora reconoció en efecto que hacía uso de la misma y admitió que hizo gastos personales con ella. Eso sí, dijo desconocer que la cuenta a la que se cargaban esas compras fuera la de la sociedad ya que ella no tenía firma autorizada en ella. En otra demostración de que se ha ganado a pulso su fama de puntilloso, el magistrado no dudó en preguntar por facturas como la suscripción a una revista de moda (511 euros) la compra de ropa deportiva en Nueva York (156 euros) o la serie completa de Harry Potter, entre otras muchas. En la mayor parte de las ocasiones Doña Cristina contestaba con un no sé un no me acuerdo o un simple no En este tan largo como improductivo intercambio de preguntas y respuestas, se produjo una de las anécdotas del día: el juez pidió a la Infanta explicaciones sobre si había pagado con dinero de Aizoon un curso de salsa, algo que ella dijo no recordar. Sí hice añadió uno de flamenco El instructor, cordobés y rápido de reflejos remató: Lo celebro Urdangarín, en peor situación La Infanta basó su defensa en que confiaba plenamente en su marido, por lo que firmaba lo que éste le decía. Por tanto, descargó la responsabilidad en él, ya que además insistió en que ella no tenía papel alguno en Aizoon, sociedad de la que Urdangarín era administrador. Se lo pidió su marido Entrando en materia más sensible, Castro insistió en plantear por qué había aceptado formar parte de Aizoon. De nuevo, señaló, fue porque se lo pidió Urdangarín y ella confiaba plenamente en él. Negó que el objetivo de ser socia de la mercantil fuera ser un escudo ante Hacienda si hubiera sido así jamás lo hubiera aceptado, por principios añadió en referencia al testimonio del notario ante el que se inscribió la sociedad. Y explicó asimismo que veía la constitución de esa sociedad como una buena oportunidad para que mi marido se desarrollase tras su larga etapa como jugador de balonmano y una breve temporada como trabajador de una consultora. De hecho, varias veces identificó los trabajos de Aizoon como proyectos del Duque de Palma. Castro, incisivo, le preguntó también por el currículum de Urdangarín, detallando la Infanta su etapa de deportista profesional y sus estudios en el Esade: ¿Usted sabe si con un currículum como ese alguien en España ha ganado tanto dinero como él? cuestionó. No lo sé fue la respuesta. Insistió el magistrado en cómo era posible que aprobara las cuentas de la sociedad familiar, a lo que Doña Cristina respondió que firmaba todo lo Castro no la pudo acorralar Si la Infanta se jugaba mucho ayer, también lo hacía el juez, quien contra viento y marea no ha descansado hasta ver cómo Doña Cristina declarara como imputada. Sin embargo, no supo o no pudo acorralarla. Hubo algún destello dialéctico, efectista pero inocuo para la causa. A vueltas con las facturas Fijado el marco en el que se producirían las respuestas, el juez comenzó un interrogatorio de casi cinco horas (luego habría dos horas más con el fiscal y la Abogacía del Estado) centrado en gran parte en las facturas de índole personal que fueron pagadas con la tarjeta de Aizoon de la Infanta, algunas de un importe mínimo. La hija que me decía mi marido y yo confiaba en su buen hacer Además, recalcó que no tenía conocimientos ni de derecho mercantil ni tributario, por lo que daba por buenos los documentos que le presentaba la asesoría que se ocupaba de esos temas, por cierto dirigida por un cuñado de Torres. El juez, que en varios momentos de la declaración se mostró irónico y en otros incluso agresivo, se refirió también a la contratación como trabajadores de Aizoon del personal doméstico que prestaba servicio en el chalé de Pedralbes. De nuevo Doña Cristina admitió que se ocupó personalmente