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ABC MADRID 23-01-2014 página 20
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ABC MADRID 23-01-2014 página 20

  • EdiciónABC, MADRID
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20 ESPAÑA JUEVES, 23 DE ENERO DE 2014 abc. es españa ABC Rajoy se abre a modificar la ley del aborto, pero Ruiz- Gallardón se aferra a su texto El presidente del Gobierno ve puntos controvertidos en el anteproyecto de ley ANA I. SÁNCHEZ MADRID Bronco enfrentamiento El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso ayer todo su empeño en apagar el conato de incendio que el Anteproyecto de ley sobre protección de la vida del concebido ha provocado en las filas y votantes del Partido Popular. Era su primera intervención en sede parlamentaria desde que el texto fue aprobado en el Consejo de Ministros y el jefe del Ejecutivo no dudó en tender la mano al diálogo y garantizar que el texto se va a someter a debate ya que es susceptible de mejoras y nuevas aportaciones Hay algunos puntos que sin duda alguna son controvertidos llegó a admitir ante el ministro de Justicia, responsable del texto, que escuchaba la alocución sentado a menos de un metro de distancia. Elena Valenciano JAIME GARCÍA Alberto Ruiz- Gallardón J. GARCÍA ALBERTO RUIZ- GALLARDÓN MINISTRO DE JUSTICIA En busca del consenso El objetivo del presidente es recuperar el consenso que existía antes de la Ley Aído de 2010 y para ello aseguró que el Gobierno y yo estamos dispuestos a hablar con usted y con todas las personas que tengan una opinión en este asunto en respuesta a la portavoz del BNG, Olaia Fernández, que le pidió la retirada del Anteproyecto. Es más, para demostrar que su oferta no Los socialistas están aferrados a un feroz individualismo. Eso es profundamente egoísta. Quién me dice que si quieren ejercer su individualismo con el no nacido no lo vayan a utilizar con alguien ya nacido ELENA VALENCIANO VICESECRETARIA GENERAL DEL PSOE Guarde en el cajón el anteproyecto y defienda la vida de las ya nacidas porque ya han sido asesinadas seis en lo que va de año. Está atrapado porque muchos portavoces del PP nos han dicho que van a cambiar el anteproyecto es cosmética como así la ha calificado ya el PSOE, Rajoy subrayó su intención de buscar un acuerdo y recalcó que sería bueno llegar a algún tipo de entendimiento para evitar, como se ha hecho en otras ocasiones, que se rompa el consenso que había durado desde 1985 En esta línea, rechazó tajantemente las acusaciones de la izquierda respecto a que la ley ha sido diseñada por una minoría en alusión a la Iglesia para dejar clara la voluntad del Ejecutivo para aprobar un texto que valga para la mayoría de la sociedad No se trata de hacer una legislación acorde con los principios personales o individuales de ninguna persona, de ningún sector, de ninguna opción personal sino que sea acorde con la doctrina del Tribunal Constitucional y respetuosa con los derechos de todos recalcó. El camino, ya lo anticipó, no será fácil. Hay distintas visiones en la sociedad, es un tema enormemente sensible reconoció antes de garantizar que será abordado con esa misma sensibilidad y delicadeza Como muestra de la dificultad que entraña este reto, previamente, la portavoz gallega había acusado al Gobierno de hipocresía, perversidad y doble moral además de adolecer de una ideología intransigente El ministro de Justicia, en cambio, no siguió la línea dialogante marcada por Rajoy en ninguna de sus intervenciones en el Pleno. Ruiz- Gallardón se aferró a su texto que defendió con uñas y dientes de las ofensivas del PSOE e IU y lo hizo, además, desde una posi- ACOTACIONES DE UN OYENTE DAVID GISTAU SOLO ANTE EL PELIGRO Gallardón va por el Parlamento con una cuchara en la boca y en la cuchara un huevo que no se le puede romper, y nadie lo ayuda ese tiempo perdido da para sacarse el carné de conducir. Da para una mili completa. Da para acabar conociendo de memoria los nombres de todos los hijos del personal del parlamento. Da para beber café hasta la hipertensión. Da para ir a un picadero como el de Hollande y regresar para la sesión de control. Da para leer completo a Balzac y descubrir al cerrar el último tomo que aún falta un turno de réplica. A mi edad, acongoja el sacrificio a las comparecencias europeas de tantas horas del tiempo que va quedando. Suprímanse o doy un golpe y saco España de la Unión. Cinco horas a partir de las nueve de la mañana para que los diputados se traben en un duelo de citas evangélicas como reverendos apocalípticos del Far West. G roucho Marx decía que él escribía sus libros en los ratos en que esperaba a que su mujer terminara de arreglarse antes de salir a cenar. Algún día, cuando los cronistas parlamentarios alcancemos una edad de balance en la que valoraremos si aprovechamos el tiempo de vida que nos fue concedido, la pregunta esencial será qué hicimos durante las lentas, abstrusas horas en que esperamos a que terminara una comparecencia europea. Todo Los estómagos ronroneaban cuando arrancó la sesión de control. Ignoro si Gallardón se juega pasar por fracasado en función de la suerte que corra su ley del aborto, pero es evidente que ésta va a ser rebajada en el trámite parlamentario, como en un repliegue del gobierno ante protestas de las cuales muchas proceden de su propio partido, de barones que han preferido no abrasarse en este zafarrancho moral. En su intercambio con Elena Valenciano ¡La que ha liado usted, ministro! que sólo cometió el error demagógico de relacionar la preocupación por el no nacido con una supuesta indiferencia por las muertes por crímenes domésticos, Gallardón dijo que él no hace sino reaccionar a la ruptura del consenso de Zapatero. Además, en un ejercicio de esgrima retórica, equiparó la defensa de los derechos de la mujer con una forma de egoísmo individualista que, de permitirse, afectaría a la relación con el Otro en todos los ámbitos sociales. Vamos, lo de Joe Pesci: Se empieza... Pero lo cierto es que Rajoy y Sáenz de Santamaría lo dejaron a merced del adversario. Gallardón va por el Parlamento con una cuchara en la boca y en la cuchara un huevo que no se le puede romper, y nadie lo ayuda. Rajoy admitió los puntos controvertidos Y Sáenz de Santamaría, aunque estuvo más enérgica cuando denunció la insultadora intolerancia socialdemócrata con cualquier exposición de valores distintos de los propios, se refugió en una prolija descripción de los tiempos parlamentarios con la que vino a decir que esta ley jamás saldrá a la calle como está planteada. Rendición, por tanto, de los números uno y dos del gobierno, y Gallardón haciendo equilibrios con su huevo. Para la vicepresidenta debió de ser frustrante, porque había sido impelida con mucha eficacia por Soraya Rodríguez, que le afeó la reducción a ente por tutelar, sin margen para regir su propia vida sin pasar por infinidad de filtros de control estatales, de esa mujer contemporánea que toma grandes decisiones. Una vicepresidenta del gobierno, por ejemplo.

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