ABC MADRID 17-01-2014 página 69

ABC VIERNES, 17 DE ENERO DE 2014 abc. es ABCdelOCIO 69 Ritmos y pulsos de Perú SIGO SIENDO Elogio del buenazo TODO EL SANTO DÍA Dirección: Javier Corcuera. OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE Dirección: Paolo Virz. Con: Luca Marinelli, Thony, Katie McGovern F. MARÍN BELLÓN E l título no es un arrebato de presunción, sino más bien lo contrario, y responde a un sentimiento casi de modestia que en quechua se llama kachkaniraqmi una especie de saludo tras mucho tiempo sin verse. Esta película del documentalista Javier Corcuera aspira a recoger, mediante un espectacular recorrido visual, el espíritu de Perú, de su tierra, de sus gentes y de su cultura musical. El argumento es una cámara atenta al paso de unos sencillos personajes, a lo que cuentan y a lo que cantan... al viaje de esa música desde jeras desmembradas, la quila selva a la ciudad, una Lima jada de un burro o un cadesparramada que se apreAmolda joncillo de madera. cia desde la colina como un la lírica de Los Ángeles sin Hollywood. Pero también recoge la sus imágenes cámara de Corcuera la Corcuera amolda la líria la prosa de dignidad, la pasión, la seca de sus imágenes, ríos, gente en la lagos, cascadas, montes peguridad en sí mismos (napenuria lados, maniguas repintadas... cería otra vez en el mismo a la prosa sencilla de las gentes lugar, el mismo día y con la que viven la penuria y sueñan con la misma vida) Sigo siendo y somúsica, y que se la sacan a instru- bra el aviso, es lo que es, y no otra mentos tan insólitos como unas ti- cosa. C omo película romántica, Todo el santo día tiene sus momentos y dos actores muy eficaces. Luca Marinelli y la cantante Thony (abreviatura comercial de Federica Victoria Johanna Caiozzo) hacen unas migas excelentes, quizá porque sus personajes no pueden ser más diferentes. Paolo Virzi, de quien alguno recordará sobre todo La prima cosa bella las cocina con cariño, aunque puede que sin demasiada personalidad o, dicho de manera más positi- va, sin ínfulas de autor. Descontado su descubrimiento de la chica, que no había actuado en el cine, quien más se expone en la película es el protagonista masculino, un tipo demasiado bueno bondadoso exagerado, enamorado ejemplar y novio incondicional de una tipología que no suele tener buena prensa, ni siquiera entre las presuntas beneficiarias de esa manera de ser (por increíble que parezca) Marinelli lleva su filosofía al extremo, con todas las consecuencias, incluso cuando parece a punto de caer en el ridículo. Que no lo haga dice mucho a su favor. El retrato de los personajes funciona bien, en efecto, pero el paisaje se va difuminando. Como síntoma incluso positivo de todo esto, los escenarios italianos no son precisamente los que metería Woody Allen en su película, identificables a primera vista. Mientras Antonia y Guido luchan por algo concreto quedarse embarazados la película avanza. Ayuda lo suyo algún secundario brillante, como el veterano ginecólogo. ¡El ginecólogo del Papa! como exclama Guido. Cuando el guión deambula por los problemas típicos y no tan típicos de pareja, el interés se diluye, aunque siempre nos quedan Thony y Marinelli, excelentes hasta el final.