ABC MADRID 15-12-2013 página 72

72 CULTURA LOS DOMINGOS DE... CLARA SÁNCHEZ DOMINGO, 15 DE DICIEMBRE DE 2013 abc. es cultura ABC Hemos descubierto de repente que dirigen nuestra vida La ganadora del Premio Planeta de este año es una una escritora paciente. A diferencia de otros que cultivan una imagen tremendista de la vida literaria, ella presume de llevar una existencia incluso sosa que pide perdón cuando en realidad presume. Sí tiene la manía de cambiar de ambiente para sentarse a escribir, también en domingo. No le bastaba la habitación propia que recomendaba Virginia Woolf, ella quiso ir un pasito más allá. Paul Theroux decía que para escribir hay que salir de casa. Yo al principio no lo entendía. Pensaba: qué drástico, ¿no? ¿Qué hay que hacer, divorciarse, dejar a la familia? vuelve a jugar a hacernos creer que es la mar de ingenua, tirando incluso a un poco Heidi, a quien, por cierto, se parece un poco físicamente. Una Heidi crecida y sabia. Finalmente entendí que lo que Theroux quería decir es que para escribir tienes que tener otro sitio, porque si no, la casa donde vives y duermes te come, no te deja, te distrae... Yo, desde que le hice caso, escribo mucho más, tengo mucha más producción, y ese trayecto, ese salir de casa para irme al estudio, me viene muy bien concluye. Es verdad que acomete la separación física entre vida y escritura con menos teatralidad que John Cheever, quien tenía mucha gracia. Él, todas las mañanas lleABC POR ANNA GRAU os domingos me doy siempre un gran paseo. Me vuelve loca andar. A veces hasta me atrevo a correr un poco. Y luego me voy a mi estudio, a trabajar, a escribir Lo cuenta con una especie de provocativa timidez. Clara Sánchez lleva una vida bastante menos reglamentada que los que tienen que fichar para ir al trabajo. Ella sabe que es fiesta cuando tiene ocasión de escaparse al pueblo de Guadalajara donde vive su madre, Valeriana. Desde que la madre enviudó la hija procura dedicarle siempre parte del fin de semana. De paso aprovecha para salir a patear los campos más en estado puro, ella que cuando está en Madrid se conforma con patear la Casa de Campo o el parque de la Bombilla para desatar mi furia naturalista Ya ves, mi vida es muy simple, muy sencilla, muy sosa... insiste en parecer L vaba a los hijos al colegio y luego se ves- ra hemos pasado a la esfera de la manitía como si fuera a la oficina, cogía un pulación más sutil, que no se veía, y de maletín y se bajaba al sótano, donde ha- la cual nos hemos hecho conscientes de bía montado como una oficina repente Inquietante. Clara Sánchez Después de la novela con que ha ga- advierte del peligro de caer en la paranado el Planeta, El cielo ha vuelto no noia frente a los poderes que nos conqueda otra que preguntarle a Clara Sán- trolan, nos manipulan y dirigen nueschez cómo y por qué le ha dado por es- tra vida Sugiere que hay que crear mecribir sobre la desconfianza y el miedo canismos de control de esos controles a los demás. Sobre todo he quepara no devenir una sociedad parido escribir del miedo a la maranoica. La desconfianza pue Me leen nipulación centra ella el bade engendrar lucidez, pero muchos lón. Estamos viviendo los también crueldad señala. hombres, se tiempos que estamos vivienYa que estamos, le presienten muy do, en los cuales se han degunto si le molesta, así sea reconocidos senmascarado muchas cosólo un poco, cierta condesen lo que sas. Sabemos más pero tamcendencia con que algunos escribo bién se ha instalado mucha más han querido subrayar el carácdesconfianza. De pronto nos heter eminentemente femenino de mos hecho muy conscientes de que es- esta edición del Premio Planeta. A mí tamos todos manipulados ¿Perdón? me leen muchos hombres, se sienten Sí, aclara que hubo un tiempo en Es- muy reconocidos en lo que yo escribo. paña en que éramos conscientes de que Por lo demás, lo femenino, aun siendo no teníamos libertad, que estábamos una etiqueta que se pretende a veces peatenazados, que eran otras personas las yorativa, no me molesta nada, porque que dirigían nuestra vida en todos los hay escritoras tan excelsas, como Alice sentidos, que no te podías dar ni un beso Munro, como Natalia Ginzburg, como por la calle Suspira. ¿Y ahora? Aho- nuestra Ana María Matute Amén.