Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 14-12-2013 página 63
ABC MADRID 14-12-2013 página 63
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 14-12-2013 página 63

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página63
Más información

Descripción

ABC SÁBADO, 14 DE DICIEMBRE DE 2013 abc. es cultura CULTURA 63 OTI RODRÍGUEZ MARCHANTE UNA VENTANA ABIERTA A GIL PARRONDO efinir es también, en cierto modo, limitar, amurallar, confinar a unos contornos al sujeto de la descripción, y en el caso de Gil Parrondo es además una osadía, dado el tamaño personal, profesional y artístico de un hombre que es a la arquitectura del cine lo que la fantasía a la del alma de un niño. Gil Parrondo no cabe en su propia definición, a pesar de lo cual se deja escrita aquí una bien osada: si la cámara son los ojos del cine, Gil Parrondo es su nariz, el autor de que un plano, una secuencia, una película entera huela exactamente a lo que tiene que oler. Es el director de arte de un arte, el cinematográfico, que no despide olor alguno a no ser que un inexplicable talento se lo procure a los ojos de la cámara y del espectador. Podría decirse a partir de esto que el talento de este director de arte (él se ufana llamándose decorador) está acreditado por una filmografía tan variada de fragancias como una planta entera de L Oréal, y en ella, aunque siempre cabría otro premio, se adornan un par de Oscar, varios Goyas y numerosos reconocimientos. Es, pues, una persona pero también un personaje, y como tal se merecía una película. Gil Parrondo, desde mi ventana es un documental que no pretende la osadía de definirlo, sino la modesta ilusión de señalarlo, explicarlo. Comienza con un pastel de cumpleaños (en realidad, dos... uno lleva una vela con un nueve y otro con un cero) y termina con un trébol de cuatro hojas y con las palabras del portador de esa suerte, el hombre que cumplió los noventa al principio de la película y que nos ha contado y mostrado algunas partes sustanciales de su trayectoria vital y profesional. El trabajo de Miguel Ángel Trujillo, Ricardo Sánchez Montero y Margarita Trujillo del Valle es un paseo de reconocimiento por su pasión cinematográfica, por las imágenes de sus películas junto a los más grandes directores de la historia, Welles, Cukor, Anthony Mann, Nicholas Ray, David Lean, Richard Lester... por los testimonios de algunos más cercanos, como Jaime Chávarri, José Luis Garci, Carlos Saura, y aún más cercanos, como Julián Mateos, Félix Murcia o Yvonne Blake. Anécdotas, impresiones, momentos de una época en la que el cine se hacía con las manos y no con los dedos, un puzzle fascinante con piezas de películas como Robin y Marian Lawrence de Arabia Patton Nicolás y Alejandra El Cid 55 días en Pekín Patton Primer Oscar para un español Robin y Marian Con Connery y Hepburn D Sí. De repente me acuerdo de algo y digo: ¡Hombre! Aquella película... Empiezo a buscar y cuando lo encuentro es un placer maravilloso. Entonces ir al cine era un misterio, otro planeta. ¡Y Hollywood estaba en otra galaxia! No tenía nada que ver con el Madrid de ese momento. Ahora todo se ha acercado mucho, un chaval puede ver a su estrella favorita en la Gran Vía. Aquello era un misterio terrible, era encantador. ¿Y cómo comenzó a trabajar en el mundo de sus sueños? Fue en Aranjuez, en 1939, en una película que se llamaba Los cuatro robinsones Allí conocí a Sigfried Bürmann, de quien fui ayudante muchos años... y de quien aprendí todo lo que necesitaba para empezar mi carrera. ¿Qué importancia tuvo para nuestro cine el aterrizaje de Hollywood en España? Fue un sueño hecho realidad. Recuerdo que una de mis primeras películas fue Tres historias de amor con Joan Fontaine. ¡Era la actriz de Rebeca ¡Pensar que venía aquí, a España! Era como flotar en el aire. Y vinieron más, como George Sanders o Zsa Zsa Gabor. La lista de estrellas con las que ha trabajado es interminable: Ava Gardner, Charlton Heston, Sofía Loren... Quizá el actor que más me impresionó fue Boris Karloff. Era el actor de Doctor Frankenstein Aquel monstruo me quitó el sueño durante meses, y sin embargo tenía algo que me atraía. De repente me encontré con él, trabajaba en una película para la que estaba haciendo los decorados. El día que le di la mano no se me olvida. Siempre decía que yo sabía más de sus películas que él. ¿Qué recuerda de su trabajo en La caída del imperio romano o en 55 días en Pekín Eso pertenece a una de las épocas más gloriosas de mi vida, en la que trabajé para Samuel Bronston. Fue un premio poder trabajar con los técnicos de Hollywood, eran de primera calidad. Y pude hacer los decorados sin tener límites. Lo que pedía el guión se hacía, no había un esto es muy caro y no se puede hacer Si algo no está Gil Parrondo, con uno de los dos Oscar que ha conseguido ABC ¿Qué le queda por hacer? No quiero estar sentado en un sillón de orejas removiendo leche caliente 33 días de Carlos Saura No acaba de arrancar. No sé qué pasa, pero estoy en ello. Carlos es un hombre maravilloso, que nos ha dado grandes películas bien en estas películas desde el punto de vista de la decoración es por culpa nuestra, pero nunca porque hubiera un límite para gastar. O sea, que todo lo que se ve en la pantalla es real... Absolutamente todo. Por ejemplo, en La caída del Imperio Romano era todo a tamaño natural. No había una sola maqueta, todo auténtico. Hasta las partes altas de los templos. Hoy en día es una cosa casi absurda. Pero entonces, con la libertad que había, aquel decorado se podía rodar desde todas partes. ¿Cómo es trabajar con José Luis Garci? Es el director con el que más películas he hecho, y tenemos una amistad de muchos años. Es un hombre al que admiro mucho. Vive el cine desde que se levanta hasta que se acuesta. Algunas de sus películas son maravillosas, otras no tan buenas, pero todas están hechas con el mismo rigor. A José Luis le pasa como a mí, que es un hombre joven. ¡Joven a sus 92 años! Ahora mismo cojo un taxi, y cuando le digo al taxista que tengo 92 años, me dice: ¡Es imposible! Es cierto que, afortunadamente, estoy bastante bien. Y a José Luis Garci le pasa lo mismo. Y sigue trabajando. ¿Cómo va el proyecto de 33 días Es una película que va a dirigir Carlos Saura y que no acaba de arrancar. No sé qué pasa. Pero estoy en ello, es una historia sobre el Guernica sobre lo que representa el cuadro para el mundo como símbolo de la no violencia, de la libertad y en contra de las guerras. Carlos es un hombre maravilloso, que nos ha dado grandes películas. Es que el cine español anda revuelto. Es triste, pero pensemos que es una rueda que va dando vueltas. A veces está arriba, a veces está abajo, y con esto va a pasar como siempre ha pasado. ¡Se habló de la crisis del teatro antes que de la del cine! Pero luego viene una obra buena y funciona de maravilla. Porque lo importante es el talento. Al margen de las situaciones financieras, de las que yo no entiendo, cuando hay talento y se pone en una película, funciona. ¿Cómo ve a sus sucesores, a los decoradores de hoy? Casi todos empiezan en la televisión, y es una escuela maravillosa. Porque se hacen muchos decorados. Se parece a lo que ocurría en la época de CIFESA, cuando se hacían tantas películas. ¡Pasábamos de la Edad Media a una historia futurista! Los jóvenes están haciendo los decorados muy bien. ¿Y qué le queda por hacer? Cuando se pasa de los noventa años... ya son muchos años. Yo no quiero estar sentado en un sillón de orejas removiendo leche caliente. Eso no lo quiero. Todos los días me voy a la calle, salgo a hacer mi paseo por la mañana y por la tarde. Tengo una hija médico, la mayor de los cuatro que tengo, y ella me prohíbe estar en casa.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.