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ABC MADRID 02-12-2013 página 86
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ABC MADRID 02-12-2013 página 86

  • EdiciónABC, MADRID
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LUNES 2.12.2013 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena, 7, 28027 Madrid. Diario ABC, S. L. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción, distribución, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta publicación, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa. Número 35.767 D. L. I: M- 13- 58 Apartado de Correos 43, Madrid. Publicidad 902 334 556 Suscripciones 901 334 554 Atención al cliente 902 334 555. EL BATALLÓN DE LOS PERPLEJOS Por Álvaro Martínez Regresan las listas negras brotan Torquemadas El nacionalismo nos trae prácticas del medievo a la carpa ibérica. La terrible picota, pasen y vean sileros que forma en las redes sociales y solo espera escuchar ¡Fuego! Métodos del siglo XIII en pleno siglo XXI... a veces resulta revelador el gusto del nacionalismo por la Edad Media. Ayer mismo, un formidable reportaje aparecido en estas páginas entraba con la maza on el olfato de un buscador de trufas y de la verdad en las mentiras arquila ciencia infusa atribuible a un zaho- tectónicas del barrio Gótico de rí, andan las brigadas especiales del ejér- Barcelona para no dejar una en cito progresista detectando una gra- pie. El gótico barcelonés es tan ve merma en las libertades y los dere- peculiar que es el único del munchos de los españoles. Respiran en la calle un no do que en 1970 aún estaba dansé qué, un qué sé yo, que al final siempre termi- do brochazos y abriendo ventanan identificando como tardo- franquismo. La que- nas coronellas ja es un enorme cajón de sastre en el que caben La gravedad última de este desde los derechos socio- sanitarios a los ajusticiamiento social es que derechos socio- educativos pasando se promueve desde un gopor el derecho de manifestación el bierno autonómico, es Hay medios derecho a la libertad de expresión decir, desde el poder. entregados a la y el derecho a la información públiPero el fenómeno no caza del ca todos ellos heridos de muerte o es nuevo en estas periodista que no gravemente mancados según sostierras de asombro. sigue el canon tiene la progresía por la perversidad En la esfera privada, progre pepera. hay medios entregaCuriosamente, ninguno de los que prodos a la caza del periotestan por este clima represor ha alzado la dista cuyas opiniones, o invoz contra la aparición en Cataluña de las listas cluso sus informaciones, no negras de antipatriotas a cuenta de la penden- se ajustan al canon del progre de manual que precia independentista. Con ellas, las autoridades lo- cisa este país También con nombres y apellicales promueven la denuncia pública de personas dos. Hay, por ejemplo, un torquemadilla global deque a su juicio fomentan el odio a Cataluña des- dicado a fustigar a colegas de profesión, desde la de los medios. Con nombres y apellidos, un órga- descalificación al insulto, pasando por el intento no dominado por la Generalitat ha elevado a la pi- de ridiculización. Pero nadie ha de engañarse, auncota a los traidores a la causa La única diferen- que sea privada, es la misma picota que la que el cia entre esta estigmatización con la picota de Las rey Arturo ha reinstaurado en Cataluña y perSiete Partidas de Alfonso X es que el castigo no es sigue idéntico objetivo: el deceso social de tipos mostrar la cabeza rebanada del condenado en lo peligrosos para la sociedad. alto de la columna, sino un multazo y el escarnio Lo público y lo privado podrán compartir pepúblico posterior, encomendado al pelotón de fu- cado, pero no penas. El referido torquemadilla es- C Tomás de Torquemada, inquisidor de Castilla taba que echaba las muelas este fin de semana por el cierre de Canal 9, e inscribía la medida en el ataque del PP a las libertades En época zapateresca cerró la cadena en la que él acababa de ser despedido y entonces no lo consideró ataque a nada. Y eso que la peripecia fue del todo humillante: la emisora no se fue a negro sino que pusieron en su lugar un reality show en decadencia. La cruda realidad. FRANCISCO FERNÁNDEZ SEVILLA EX SECRETARIO GENERAL DE UGT EN ANDALUCÍA Con la música a otra parte D EFE e sus 52 años, Francisco Fernández Sevilla (Berja, Almería, 1960) ha pasado 35 enrolado y enredado en UGT. Hablamos, por tanto, del arquetípico caso del sindicalista que mete la cabeza en la organización siendo apenas un chaval y no la saca hasta que se la cortan o se jubila, en su caso, lo primero. Poco o nada se conoce de él fuera de UGT, apenas que estudió Geografía e Historia en Granada, que tiene cuatro hijos y que vive en Sevilla. No se tiene constancia de una actividad laboral medianamente prolongada en el sector privado, o que haya trabajado en esto o aquello extramuros de la central. Tiene plaza, eso sí, en la Agencia del Medio Ambiente y del Agua de Andalucía (Egmasa) empleo público, claro. Pero lo cierto es que germinó en la lucha obrera a través de la Fe- deración de Trabajadores de la Tierra, que dicho así parece una cosa bastante planetaria, pero que no es más que la rama agrícola ugetista. Con Manuel Pastrana, su predecesor en el cargo, han sido el levante y el poniente del sindicato socialista, el de mayor implantación en Andalucía, desde finales de los noventa; con una notable diferencia en la caducidad, Pastrana estuvo al frente de la secretaría general quince años y Fernández ha estado siete meses. Pero el aire final de la salida de ambos es el mismo, ese vendaval de sospechas penales que se proyectan sobre UGT, perejil en todas las salsas de corrupción que se conocen estos días (facturas falsas, ERE, cursos de formación, ayudas europeas, mordidas No hay escándalo donde no aparezcan las tres siglas, una montaña de langostinos o viajes al trópico, a cuenta de la Junta. Ahora que se sabe que hasta montó una orquesta en el sindicato para animar los congresos, se marcha Paco Fernández con la música a otra parte: a Egmasa, empresa, por cierto, a la que un juez investiga por financiación irregular y trapicheos contables. Hay melodías que no dejan de sonar.

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