ABC MADRID 28-11-2013 página 32

32 INTERNACIONAL SIGMAR GABRIEL LÍDER SOCIALDEMÓCRATA Obtiene el acuerdo sobre un sueldo mínimo al que se resisten los empresarios. Ha negociado muy duramente. Pero ahora tendrá que convencer a las bases de su partido para que den su visto bueno JUEVES, 28 DE NOVIEMBRE DE 2013 abc. es internacional ABC ANGELA MERKEL CANCILLER Aunque partía con la ventaja de su arrolladora victoria electoral, ha negociado con espíritu de consenso. Ha preservado el compromiso de mantener el rigor presupuestario y la disciplina fiscal Merkel hace grandes concesiones para cerrar la coalición con el SPD La canciller acepta el salario mínimo después de defender en campaña que solo habría acuerdos sectoriales ANDREU JEREZ BERLÍN ras semanas de intensas negociaciones y más de dos meses después de las últimas elecciones federales, Alemania ya tiene un nuevo Gobierno de coalición formado por los democristianos de Angela Merkel, sus hermanos socialcristianos de Baviera y los socialdemócratas del SPD. La noticia era cuestión de tiempo ante la innegable preferencia que los grandes partidos alemanes han mostrado por una política de estabilidad, sin sobresaltos ni sorpresas. La canciller alemana sella así el Gobierno que deseaba. A cambio, ha tenido que ceder tanto a la derecha como a la izquierda del espectro político germano: Merkel ha aceptado algunas de las propuestas que había rechazado explícitamente antes y después de las elecciones que ganó el 22 de septiembre con una mayoría simple que no le permitió gobernar en solitario. La introducción de un salario míni- T mo interprofesional de 8,50 euros la hora es una clara muestra de esa cesión de Merkel: la coalición conservadora encabezada por la canciller había dicho por activa y por pasiva que su apuesta eran acuerdos sectoriales y re- gionales entre patronales y sindicatos, y no un sueldo mínimo interprofesional establecido por el poder político. Además, buena parte del poder económico y académico de la locomotora europea ha criticado abiertamente ese salario mínimo por considerarlo una merma para la competitividad de la economía alemana, fuertemente orientada a la exportación. La cúpula del SPD, y más concretamente su presidente, Sigmar Gabriel, se apunta así una simbólica victoria que podrán vender ante sus bases, a cuyo voto vinculante todavía hay que someter el acuerdo de gobierno, así como ante su electorado. Sin embargo, entre los analistas cunde cierto escepticismo sobre la introducción real de un salario mínimino interprofesional en todos sectores de la economía alemana. No en vano, su introducción está prevista a partir de 2015, será paulatina y deberá desembocar en su aplicación innegociable en todos los Estados federados a partir de principios de 2017, cuando la recién estrenada legislatura encare su tramo final. Polémico sueldo interprofesional A. J. La introducción de un salario mínimo es uno de los compromisos del nuevo Gobierno que más críticas ha recibido desde el sector empresarial y el mundo académico. Aproximadamente la mitad del PIB alemán descansa sobre las exportaciones. Por ello, el gran empresariado y el stablishment del país defienden la presión salarial y los acuerdos sectoriales en materia de sueldos. Según los defensores de la flexibilidad salarial esta ha permitido a Alemania competir en la última década con economías emergentes como China o Brasil, con costos laborales mucho más bajos. El presidente del Comité de Sabios (grupo de economistas que asesora a Merkel) Christoph calificó la medida de retrógrada Sin embargo, los sindicatos hace años que peleaban por ese salario. Y los críticos con el modelo alemán arguyen que los sueldos bajos retraen la demanda interna en el país más rico de Europa. Peaje para extranjeros Merkel también ha tenido que ceder ante los socialcristianos de la CSU liderados por el primer ministro bávaro, Horst Seehofer, al incluir una de las grandes promesas electorales de la CSU, y que Seehofer había establecido como condición innegociable para firmar el contrato de coalición: la introducción de un peaje en las carrereteras alemanas para los automóviles extranjeros. Conmigo no habrá peaje llegó a decir Merkel antes de los comicios en su cara a cara televisivo con el excandidato a canciller socialdemócrata, Peer Steinbrück. Merkel se ha tenido que tragar sus palabras, porque el contrato de gobierno firmado de su puño y letra prevé introducir ese peaje a par-