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ABC MADRID 21-11-2013 página 49
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ABC MADRID 21-11-2013 página 49

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 21 DE NOVIEMBRE DE 2013 abc. es cultura CULTURA 49 de que el tiempo ha pasado. Es un Rebus más mayor, el último de su especie, como un dinosaurio que ahora trabaja con policías más jóvenes, todos con una educación universitaria y expertos en nuevas tecnologías. Es el último de su generación. Es algo parecido a lo que ahora sucede con el periodismo. No pude evitar pensar que en el libro había una especie de crítica velada hacia los nuevos medios. Es problemático. Los escritores se convierten en escritores porque les gusta estar aislados, y ahora es muy difícil aislarse. Incluso si estás sentado en tu casa escribiendo, tu editor te pide que estés en Facebook, en Twitter, en todas las redes sociales. Cada vez es más difícil tener una vida privada normal. Es una presión añadida para los jóvenes. Es como si ya no pudieses tener un pensamiento privado, siempre tienes que compartirlo. Vivimos en la era de la información masiva, pero eso no equivale a conocimiento, es algo superficial. ¿Se siente cómodo con la situación que me está describiendo? No. Me convertí en escritor porque quería comunicarme con el mundo a través de mis novelas, pero eso ya no es posible. La gente quiere saber cada vez más de mí, pero la verdad es que a mí nunca me pasa nada. Me siento en una habitación donde escribo libros, y después voy de gira a hablar a la gente sobre esos libros. Así que no es el alter ego de John Rebus. No. Cuando los fans vienen aquí, al Oxford Bar, siempre se decepcionan porque yo no soy Rebus. No soy tan complejo, ni peligroso, ni tan interesante. En toda su obra Edimburgo es un personaje más. Edimburgo es el personaje más importante de mis novelas. ¿Más importante que John Rebus? Sí. La ciudad tiene esa dicotomía entre el bien y el mal. Jekyll y Hyde, lo racional y lo irracional. Intentaba encontrarle sentido a Edimburgo y para ello necesitaba a un personaje como Rebus. Solo existe porque necesitaba que explorara Edimburgo por mí. ¿Es cierto que se convirtió en escritor de novela negra por accidente? Sí, así es. No leía novela negra. Quería escribir sobre Escocia, sobre temas sociales, sobre Edimburgo... Cuando el primer libro fue publicado fui a una librería y vi el libro en la sección de novela negra. ¿Eso le gustó? No. De hecho, cogí el ejemplar y lo coloqué en la sección literaria. ¡Pero si estaba haciendo un doctorado en Literatura escocesa! He leído que la enfermedad de su hija le hizo ser mejor escritor. Sí. Tengo dos hijos y mi hija pequeña, que ahora tiene 19 años, tiene una enfermedad muy grave (síndrome de Angeliman) Cuando se la diagnosticaron, volqué toda mi ira en la litera- John Rebus El inspector John Rebus nació en 1947 en Cardenden (Escocia) y se crió en un barrio obrero. Después de servir en el conflicto de Irlanda del Norte, Rebus acabó como detective en Edimburgo con una enorme mochila de traumas a sus espaldas. Fumador empedernido, su vida amorosa es un desastre. Aficionado al whisky y a la cerveza (su preferida es la IPA) su cuartel general es el Oxford Bar. La música es, junto a los libros, una de sus mayores pasiones y prefiere a los Rolling Stones frente a los Beatles. Es un lobo solitario. tura. Estaba escribiendo Black Blue y fue mi primer best- seller. En él había ira, enfado, pasión... En la novela podía ser Dios, pero en la vida real no. No podía hacer que mi hija mejorara, no podía curarla. Fui un poco quisquilloso y en el siguiente libro hice que la hija de Rebus tuviera un accidente, porque me dijeron que mi hija no volvería a caminar. Fue terrible hacerle eso, vengarme así... Pero la hija de Rebus se recupera. Con una carrera tan larga en el género negro, ¿ha llegado a descubrir las razones por las que el crimen sigue existiendo? No. Toda la novela negra gira alrededor de esa pregunta: ¿por qué nos hacemos cosas malas los unos a los otros? Es una pregunta fácil de hacer, pero muy difícil de responder. Creo que es porque todos tenemos la capacidad del bien y la del mal en nosotros mismos. El monstruo también reside en nuestro interior. Como Jekyll y Hyde. Buenas notas A los 19 años tuve un grupo. Lo cierto es que preferiría ser estrella de rock antes que escritor Nuevas tecnologías Vivimos en la era de la información masiva, pero eso no es conocimiento, es algo superficial Sí, tenemos el potencial de ser monstruos. ¿En sus libros hay menos sexo y violencia de lo que suele ser habitual en el género negro. Hay sexo y violencia, pero fuera del escenario principal. Intento dejar cosas a la imaginación del lector. De ahí sus finales abiertos. Una de las razones por las que la novela negra es tomada menos en serio es porque todos los libros tienen finales cerrados, todas las preguntas son respondidas, todo encaja. Por eso, al final de mis novelas intento dejar algo sin explicar, lo no obvio. Porque en la vida nunca es así, nunca se atan todos los cabos ni se responden todas las preguntas. ¿Tiene el escritor, especialmente en este género, algún deber moral hacia sus lectores? No. Tu único deber es contar la historia que quieres contar. Cuando empiezo a escribir un libro no tengo la menor idea de hacia dónde irá y la historia me dice a dónde quiere ir. Una vez dijo que los escritores son niños que se niegan a crecer. ¿Es usted así? Sí, así lo creo. Cuando me reúno con otros escritores nos comportamos como niños, jugamos a ser otras personas y, como los niños, nos preguntamos constantemente por qué pasan las cosas, por qué la gente es mala. Pero, además, podemos jugar a ser Dios, que es una cosa muy adulta. Tenemos el poder de la vida y la muerte. Puede ser una facultad un poco peligrosa. No, realmente no. Hablando de facultades, creo que es muy aficionado a la música. Como muchos escritores de novela negra, preferiría ser una estrella del rock antes que un escritor, pero no tengo habilidades musicales. Pero en su día tuvo un grupo. Cuando tenía 19 años fui el cantante de una banda y éramos malísimos. Me encanta la música y a Rebus también. La música en los libros te dice mucho sobre el personaje y eso es muy útil para el nuevo lector. Como en mis novelas aparece mucha música, hay artistas que se han hecho fans de mis libros y eso me ha permitido trabajar con ellos. Cuando conocí a Mick Jagger el año pasado me dijo: Ah, tú eres el tipo que nos roba los títulos Serie negra, a la escocesa De cena con McIlvanney, el padre del tartan noir I. M. RODRIGO EDIMBURGO El mesías ha vuelto. Esa es la sensación que impera en toda una generación de escritores escoceses de novela negra, encabezada por Ian Rankin, que creció al abrigo literario de William McIlvanney, padre del denominado tartan noir término que toma su nombre de la característica tela escocesa, que se atribuye a James Ellroy a partir de un comentario a una novela de Ian Rankin. McIlvanney es un tipo apuesto, encantador y con esa elegancia tan british que fue estandarte de un imperio. Pero, sobre todo, es un escritor con mayúsculas. Hasta ahora (casi) desconocido en España, RBA publicará en febrero del próximo año su novela más importante, Leidlaw protagonizada por el detective del mismo nombre. En el transcurso de una cena celebrada en su honor en Edimburgo, el autor dio buena cuenta de su filosofía existencialista, su pasión por Albert Camus añade una intensidad feroz a los problemas cotidianos del hombre o la especial debilidad que siente por Unamuno me ayudó a entender muchas cosas de mi vida porque su existencialismo se centra en asuntos concretos del ser hombre de carne y hueso Sin embargo, a McIlvanney no le gusta nada el término acuñado para la corriente que él inventó es válido como eslogan, pero es un poco cursi y es especialmente crítico con Agatha Christie Asesinato en la vicaría es una chorrada llegó a confesar) Como le sucedió a su pupilo Ian Rankin, cuando McIlvanney empezó no tenía intención de escribir novela negra (tampoco la leía) pero escuchó la voz de Leidlaw y la seguí

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