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ABC MADRID 14-11-2013 página 42
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  • EdiciónABC, MADRID
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42 SOCIEDAD JUEVES, 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 abc. es sociedad ABC Caso Prestige Una catástrofe sin culpables El juicio se salda con la absolución de los tres acusados por daños medioambientales y una condena menor al capitán por desobediencia JORGE PAN LA CORUÑA yer, en el undécimo aniversario del comienzo de la agonía del petrolero Prestige frente a las costas gallegas, se escribieron con tinta negra las últimas palabras de la historia de una de las mayores catástrofes ecológicas de España. Once años después de aquel primer S. O. S. del petrolero con bandera de Bahamas, el magistrado Juan Luis Pía de la Audiencia Provincial de La Coruña leyó la sentencia del largo juicio que intentaba depurar responsabilidades y que se saldó con la absolución de los tres acusados del delito por daños al medio ambiente. Se sentaban en el banquillo de los acusados- -al menos metafóricamente, pues ninguno estaba presente en el Palacio de Justicia coruñés- -el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras; su jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos y el entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López- Sors. A ponsabilidad penal por el vertido de más de once millones de litros de fueloil al mar, tampoco existe ningún tipo de responsabilidad civil. Es decir, la Audiencia Provincial de La Coruña no designa a nadie para pagar los 4.328 millones de euros en los que se estima la factura por los desperfectos del Prestige. De hecho, los casi 23 millones de euros que había depositado la aseguradora del barco, The London P I Club, para afrontar su responsabilidad civil le tendrán que ser devueltos. Se le hará saber que está a su disposición esa suma sin perjuicio de las medi- das cautelares que pudiesen pedir las partes ahora que la sentencia ya es pública, se dice en las conclusiones de ésta. Nadie sabe con exactitud cuál pudo ser la causa de lo ocurrido, ni cuál debería haber sido la respuesta apropiada a la situación de emergencia creada por la grave avería del Prestige, pero nadie puede negar el fallo estructural, ni pudo demostrar en el juicio dónde se produjo exactamente ni por qué razón A lo largo de toda la sentencia se repetían frases exculpatorias como esta, que incidían en el desconocimiento de los tres acusados. El mal estado del barco De los dos marineros de origen griego, Mangouras y Argyropoulos, la sentencia recalca que no eran conscientes del mal estado del barco que manejaban. Asegura el texto rubricado por Juan Luis Pía y los otros dos integrantes del tribunal, los magistrados Sanz Crego y Fernández Galiño, que no se puede demostrar que conociesen o asumiesen la debilidad estructural del buque y que ni sabían ni podían saber de la existencia de grandes deficiencias La sentencia concluye las líneas que dedica al estado del Prestige asegurando que nadie puede negar el fallo estructural, pero nadie ha podido demostrar donde se produjo exactamente ni por cual razón lo cual exime a los dos de sus responsabilidades a este respecto. Respecto al ex director general de Marina Mercante, José Luis López- Sors, el tribunal estima también que todas sus decisiones estuvieron orientadas a salvar vidas humanas y que, por tanto, es imposible calificar su conducta como delictuosa Según la sentencia, López- Sors decidió alejar el Prestige lo máximo posible de la costa gallega guiado El barco que tiñó Galicia de negro Una brecha en el casco del Prestige, el 13 de noviembre de 2002, fue el inicio de la peor marea negra de la historia de Europa y de una ola de solidaridad Sin responsabilidad civil Tan sólo el primero de ellos fue condenado, aunque por un delito relativamente menor: desobediencia grave a la autoridad, por lo que Mangouras recibió una pena de nueve meses de cárcel que no cumplirá debido a su avanzada edad. Asimismo, al no existir ninguna res- EFE

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