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ABC MADRID 31-10-2013 página 85
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ABC MADRID 31-10-2013 página 85

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 31 DE OCTUBRE DE 2013 abc. es tv TELEVISIÓN Y RADIO 85 TVEO ROSA BELMONTE EL CRUSAÍTO Las monadas de Blatter consiguen que J. J. Santos presente un remedo de El informal o puso muy fácil Joseph Blatter. Por su aspecto y por sus torpes movimientos de pecador de la pradera. Aunque el presidente de la FIFA no sepa quién es Chiquito de la Calzada. Por él no le preguntaron. Claro, que tampoco sabe quién es Chikilicuatre: Uno, el brikindans; dos, el crusaíto; tres, el maiquelyanson; cuatro, el Robocop El suizo que dirige el máximo organismo del fútbol daba unos pasitos en Oxford imitando a Cristiano Ronaldo, en teoría por su marcialidad en el campo. No me extraña que Mackenzie McHale se ofenda en The Newsroom cuando Wikipedia la vincula a la universidad inglesa equivocada (había ido a Cambridge) Oxford y Cambridge son Messi y Cristiano. Joseph Blatter prefiere a Leo Messi. Y lo dijo bailando, como cuando Carmen Amaya inauguró la fuente con su nombre. Lo hizo estrellando una botella de Aguardiente Mata- Ratas y luego se puso a zapatear. Lo que pasa es que Blatter no es Carmen Amaya. J. J. Santos no dejó pasar la oportunidad de montar una pieza creativa en el informativo de Telecinco. Amanolándose Ajosepedrerolándose Con perdón. El martes por la noche, el director del área de Deportes de Mediaset intercaló vídeos de Chiquito de la Calzada en la chistosa actuación de Blatter. No una vez, varias. ¿Que hacía un movimiento? Pues Chiquito le daba la réplica y dejaba claro el copyright. Eran vídeos del artista en Crónicas Marcianas Un elaborado reportaje de autor para la sección. En el informativo matinal de ayer ya no salía, aunque se hablara de ello. De la gran ofensa. Es verdad que Lidia Camon (encargada de deportes a esas horas) recalcó, con espeluznante expresión, que lo de Blatter había sido al más puro estilo Chiquito de la Calzada Lo de J. J. Santos fue casi de la escuela de El informal Solo faltó Florentino Fernández y el chiste de la vaca. Infotainment en el negociado deportivo. Lo normal, vaya. Pero en Jugones (ayer, por ejemplo, que si Borat, que si Chiquito) Divertirse hasta morir. Hasta en los que van de serios. Claro, que con esa chaqueta gris que brillaba como la del señor que se casó con Toñi de Azúcar Moreno... L Welles se vio obligado a dar una rueda de prensa el 31 de octubre de 1938 para explicar la célebre emisión TVE La guerra de los medios: cómo nació el mito de Orson Welles En su 75 aniversario, se discute la noche de pánico creada por La guerra de los mundos F. MARÍN BELLÓN una frase de Alexander Woolcott, crítico del New Yorker Esto sólo viene a demostrar, mi brillante muchacho, que toda la gente inteligente estaba escuchando a un tonto y que todos los tontos te estaban escuchando a ti E Iglesias abarrotadas El propio Orson le cuenta a Peter Bogdanovich lo ocurrido en el libro Ciudadano Welles A los seis minutos de estar en antena, las centralitas de todas las emisoras de radio a lo largo y ancho del país empezaron a iluminarse como árboles de Navidad. Los hogares se quedaron desiertos y las iglesias se abarrotaron. Desde Nashville a Mineápolis la gente se lamentaba y se rasgaba las vestiduras en las calles. Antes de transcurridos los veinte minutos, nuestra sala de control estaba llena de policías vociferantes presos de agitación. No sabían a quién detener ni por qué, pero modificaron el tono del resto de la emisión. Descubrimos que la extensión de la capa- l 30 de octubre de 1938, un Orson Welles de 23 años inauguraba su leyenda mientras aterrorizaba a América al adaptar para la CBS la novela de H. G. Wells La guerra de los mundos Todo el mundo sabe que el país entero sufrió como cierta la supuesta retransmisión en directo de una invasión extraterrestre. Su verosimilitud es achacable al talento del director de Ciudadano Kane que ideó el formato de falso boletín informativo, y a la calidad de la compañía teatral Mercury, sin olvidar el excelente texto de su visionario autor. Destaca la capacidad del medio para manipular a las masas y explotar su lado más vulnerable, en una época castigada por la Gran Depresión y obsesionada con los platillos volantes. Faltaba poco para que el Proyecto Manhattan, con Franklin D. Roosevelt como presidente y Hitler a punto de invadir Polonia. Desde el estudio número uno de la Columbia en Nueva York, con diez voces, una nutrida orquesta y primitivos efectos sonoros, Welles dramatizó el libro de Wells hasta hacer pensar a los oyentes que los Estados Unidos estaban siendo colonizados de verdad. El primero tuvo enmarcada durante años cidad de nuestro país para dejarse arrastrar por una emoción había sido infravalorada ¿Exageraba? Tras la emisión del programa, se vio obligado a convocar una rueda de prensa. No tengo ningún interés en explicar al público los motivos para radiar la novela dijo, ni mucho menos para disculparme por haberles entusiasmado. Si han existido situaciones de pánico colectivo es solamente porque sé contar historias en la radio Hubo titulares en los periódicos que hablaban de reclamaciones judiciales que superaban los doce millones. ¿Cómo quieres que me declarara culpable? se exculparía ante Bogdanovich. Surgen las dudas Pero no todo fueron bravuconadas. El cineasta afirma que muchas reclamaciones sólo estaban en las imaginaciones calenturientas de los periódicos Como venían perdiendo gran parte de sus anunciantes, que se pasaban a la radio, creyeron que era una oportunidad de devolver el golpe Los profesores de Comunicación Jefferson Pooley y Michael Socolow sostienen en un artículo revisionista publicado en Slate que el programa no lo escuchó tanta gente y que el miedo fue una manipulación de la prensa en su guerra de medios. Los periódicos exageraron el pánico para demostrar a anunciantes y reguladores que la radio era un medio irresponsable y poco fiable aseguran. Lo que no supieron prever fue que sus ataques, como tantas veces, lograron el efecto contrario y la emisión de La guerra de los mundos acabó convertida en mito. Orson Welles Como (la prensa) venía perdiendo anunciantes, vio la oportunidad de devolver el golpe Pooley y Socolow Los periódicos exageraron el pánico para demostrar que la radio era un medio irresponsable y poco fiable

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