Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 18-09-2013 página 14
ABC MADRID 18-09-2013 página 14
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 18-09-2013 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página14
Más información

Descripción

14 OPINIÓN MIÉRCOLES, 18 DE SEPTIEMBRE DE 2013 abc. es opinion ABC TRIBUNA ABIERTA A LOS CUATRO VIENTOS Morgan Stanley vitorea a España La función de un buen titular es condensar la esencia de la noticia de la manera más llamativa, y se ve que a los economistas de Morgan Stanley les ha gustado esa técnica comunicativa tan contundente, porque su informe Viva España no puede expresar mejor su decidida apuesta por nuestro país. Las profundas reformas llevadas a cabo por el Gobierno han convencido a sus analistas de que España recibe una calificación de riesgo injusta en comparación con Italia. AUTORES Y EDITORES POR JOSÉ MIGUEL FERNÁNDEZ SASTRÓN Es el momento de exigir al legislador un criterio sobre la cuestión editorial, que defienda a los autores, y que establezca, además, unos principios que impidan prácticas que se alejan del espíritu del concepto de editor, en perjuicio de sus derechos A historia de las relaciones entre autores y editores ha sido muy prolífica en desavenencias a lo largo del tiempo. Hoy, en pleno siglo XXI, en un escenario de incertidumbre sobre el nuevo modelo de negocio que ha impuesto el desarrollo de internet, son muchas las quejas en el colectivo autoral, que se plantea la vigencia de esta figura en el nuevo entorno. La concentración de repertorios en manos de las cuatro grandes editoras multinacionales y su aspiración a una licencia directa que anularía a las entidades de gestión y dejaría a los autores en sus manos, sin capacidad de negociación colectiva, es otro motivo de alarma, ya que supondría un retorno a los tiempos de los llamados archiveros Para entender esto, es necesario asomarse a finales del siglo XIX y el auge del Género Chico Destacaba entre los editores Florencio Fiscowich, al que la mayoría de autores cedía a perpetuidad los derechos de todas sus obras presentes y futuras, casi un monopolio que nos recuerda al que, también en la práctica, han venido disfrutando las actuales editoras multinacionales. En este entorno, en abril de 1899, un grupo de autores acordó la constitución de la Sociedad de Autores de España, para emanciparse de la tutela de los editores con Vital Aza como presidente, Sinesio Delgado como secretario general y Ruperto Chapí entre sus vocales. La iniciativa no gustó entre los editores y Fiscowich inició una guerra contra la recién creada sociedad. Para ello promovió otra sociedad, la Asociación de Autores, Compositores y Propietarios de Obras Teatrales, conocida como la Contrasociedad Es digno de señalar, sin embargo, que la mayor dificultad que encontraron los pioneros de la SAE para lograr la emancipación vino de los propios autores, acostumbrados a la tutela de los editores y siempre proclives a la doctrina del más vale pájaro en mano... De ello se quejaba Sinesio Delgado cuando escribió: A ningún autor se le pasa por las mientes variar el sistema y todos prefieren los cuatro cuartos vistos a los miles de duros probables Sería injusto obviar que la intervención de los editores, que dotó a los autores de un cauce bien organizado para la difusión de sus obras, supuso un evidente progreso. Pero el mundo de la música ha cambiado mucho desde entonces. De hecho, podría decirse que ha cambiado todo menos los contratos editoriales, que mantienen el formato que se impuso en los tiempos del auge de la zarzuela. Y no sirve el argumento de la aportación histórica del colectivo editorial al desarrollo de la actividad autoral a la hora de justificar unas condiciones obsoletas. Nadie lo niega, pero tampoco a nadie se le ocurriría hoy en día desplazarse a través de calzadas romanas. Entendiendo la labor del editor como agente de los autores, su misión es hacer que dichas obras susciten el interés de la industria que las distribuye. Ayer eran las compañías líricas o los empresarios teatrales, hoy las grandes discográficas multinacionales, y el éxito de un autor se mide principalmente por su presencia en los repertorios por ellas distribuidos. Fue entonces cuando estas multinacionales crearon sus propias editoriales para acceder al 50 por ciento de los derechos generados por el repertorio de sus autores, obligados, al menos tácitamente, a aceptar esta condición, dada la privilegiada posición de éstas en el mercado. Es evidente que la naturaleza de esta actividad editorial circunstancial suena más a un peaje que a un servicio al autor. El problema es que, ante el cambio de modelo de negocio, la cosa no parece que vaya a variar mucho, y los nuevos actores del entorno de distribución de contenidos han aprendido bien el guión, y se apresuran a constituir sus propias editoriales circunstanciales Así lo hacen ya cadenas de televisión, operadores y grandes plataformas digitales, y, dado que se trata de una situación perfectamente legal, la pregunta es si tenemos una buena ley. Está claro que difícilmente los autores podremos conseguir unas mejores condiciones frente al peso de la industria sin una adecuada tutela legislativa. Si las condiciones laborales de los trabajadores de- L CARTAS AL DIRECTOR Mi derecho a decidir Observo, entre escéptico y preocupadísimo, lo que está sucediendo en España. Me alegra infinito que un medio de la importancia e influencia de ABC se haya decidido por fin a decirle al presidente de Gobierno que hay cosas previas y mucho más importantes que la economía. Espero que escuche. Va a hacer, en noviembre próximo, 35 años que voté que sí a la Constitución Española. Voté sí como casi todo el mundo, renunciando a muchas cosas, aceptando otras que no me gustaban y asumiendo algunas que me parecían peligrosísimas. Entre estas últimas estaba el Título VIII- -el Estado Autonómico- respecto al cual ya atisbaba yo que el nacionalismo haría un uso desleal. Así ha sido. Lo que por entonces no podía imaginar era que el PSOE le haría el juego al nacionalismo- -de los comunistas, mejor ni hablar- -y que la derecha a la que pertenezco se dejaría llevar, acomplejada, hasta donde hoy estamos. Cada día el nacionalismo alcanza una cota de poder superior a la del día anterior. Sin embargo, al día siguiente comienza a reivindicar algo nuevo, como si se partiese de cero, como si la cesión de ayer de nada hubiera servido y ni tan siquiera se hubiera producido. A cada cesión del resto de españoles no se corresponden la calma y el agradecimiento de los nacionalistas, sino, al revés, una nueva reivindicación más virulenta y radical que la anterior. Los insultos, vejaciones y menospre- PIEDRA pendiesen exclusivamente de un acuerdo entre las partes, hablaríamos de un escenario previo a la revolución industrial. Sin embargo, los autores, como trabajadores de la creación, no han visto evolución alguna en la legislación, que los abandona a su suerte. Nos encontramos ante una reforma de la Ley de Propiedad Intelectual que parece redactada a medida de la industria multinacional, y no anuncia buenas perspectivas para los autores y para la gestión colectiva. El propio Consejo General del Poder Judicial ha hecho una crítica llamada a la reflexión al Gobierno sobre el texto presentado. Es el momento de exigir al legislador un criterio sobre la cuestión editorial, que defienda a los autores, y que establezca, además, unos principios que impidan prácticas que se alejan del espíritu del concepto de editor, en perjuicio de sus derechos. Si no es así, seguiremos siendo David contra Goliath pero sin esperar ayuda de las alturas. JOSÉ MIGUEL FERNÁNDEZ SASTRÓN ES COMPOSITOR

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.