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ABC MADRID 02-08-2013 página 18
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ABC MADRID 02-08-2013 página 18

  • EdiciónABC, MADRID
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18 OPINIÓN VIERNES, 2 DE AGOSTO DE 2013 abc. es opinion ABC A LOS CUATRO VIENTOS El vídeo que barre en la web de ABC El vídeo emitido en exclusiva en la edición digital de ABC sobre la declaración ante el juez del maquinista del tren siniestrado en el trágico accidente de Galicia ha desatado un interés inusitado. Tanto que un gran número de televisiones se pusieron en contacto con el periódico a fin de poder contar con las imágenes de un documento periodístico excepcional. El vídeo ha sido seguido en la web de ABC por un auténtico aluvión de personas dispuestas a informarse sobre los pormenores de un suceso que ha conmocionado a España. Contra la provocación Ventas de coches: de Gibraltar parece que rueda No parece que el ministro de Exteriores, José Manuel GarcíaMargallo, vaya a quedarse quieto ante los desmanes y provocaciones de las autoridades de Gibraltar. De manera que el Gobierno ultima un paquete de medidas con las que hacer llegar a los responsables del Peñón el mensaje de que con los intereses nacionales no se juega. Sabia y contundente respuesta ante el desplante bravucón de quienes se comportan de manera intolerable. La venta de automóviles suele ser un indicador de la salud económica. Y a tenor del incremento registrado en julio, un 15 por ciento más que en el mismo mes del año anterior, cabe concluir que la situación empieza a dar signos de evidente recuperación. Bien es cierto que el plan PIVE ha podido influir decisivamente, pero no lo es menos que algo se mueve en un sector especialmente afectado por la crisis y que empieza a emitir síntomas evidentes de mejora. No se trata de echar las campanas al vuelo, pero los datos invitan al optimismo POSTALES JOSÉ MARÍA CARRASCAL INTENTO DE LINCHAMIENTO La oposición se lanzó en tromba contra Rajoy, exigiendo su dimisión y convocatoria de nuevas elecciones. La respuesta de éste fue un seco y rotundo no A frase más usada en el debate parlamentario de ayer fue diga la verdad sr. presidente Pero la verdad, en un debate político, y más en España, es materia maleable, habiendo tantas verdades como oradores, aunque, en este caso, podrían reducirse a dos: la de Rajoy, que reconoció haberse equivocado al confiar en Bárcenas, sin admitir haber hecho nada ilegal con ello, y las de una oposición que no le creía y exigía dimitiese. Tan convencida estaba de su verdad- -o si lo quieren, de la mentira del presidente- -que llevaba preparadas sus intervenciones antes de oírle. Hubo, sí, ciertos matices en ella, desde los que le reprochaban llegar tarde o no dar explicaciones suficientes a los que le acusaban de manera más o menos abierta de haberse enriquecido personalmente con la financiación irregular de su partido, algo que daban por descontado. Sin que faltasen los nacionalistas que barrían para casa, ya con el cupo de su autonomía, ya con el presidente del Tribunal Constitucional, en el que ven un enemigo, e incluso hubo algunos que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ciudad de la vicepresidenta, pusieron en entredicho el modelo de Estado salido de la Transición, el mismo que les ha dado el poder que tie- L nen y les permite arremeter contra él. Vean ustedes por donde los papeles de Bárcenas -sin haberse sustanciado- se convertían en torpedo contra nuestro ordenamiento constitucional y en intento de linchamiento del presidente del gobierno. Digo intento porque Rajoy se defendió con el rigor y la contundencia que nos tiene acostumbrados ante el acoso. Bajo la máxima de que la mejor defensa es el ataque, ridiculizó la amenaza socialista de presentar una moción de censura, invitándoles incluso a presentarla al estar convencido de que no llevará a ningún sitio, y, tras reconocer su error al haber confiando en su tesorero, recordó a sus críticos algo tan elemental en democracia como que es el que acusa quien debe probar la culpabilidad del acusado, mientras que demostrar la inocencia solo se ha dado en los peores tiempos del fascismo y el estalinismo No les convenció, como podía esperarse, y menos mal que el debate acabó tras dos turnos de réplicas, porque de haber continuado, estarían a estas horas aún debatiendo. ¿Se ha conseguido algo? Pues, contra lo que a primera vista pueda parecer, diría que sí. No porque se haya alcanzado un compromiso, que es el objetivo lógico de todo debate democrático- -excepto, al parecer, en nuestro país- sino porque quedaron claras al menos dos cosas, ambas importantes: que Rajoy no presentará la dimisión ni convocará nuevas elecciones. Lo que nos ahorra una crisis política en un momento en el que tenemos más que de sobra con la económica, al tiempo que garantiza que seguirá adelante con sus reformas, que, finalmente, parece que empiezan a dar resultados. Mientras, queda también claro que los críticos de Rajoy dependen enteramente de Bárcenas. Y pronto se enterarán del mal negocio que es depender de un individuo de su catadura. Todo lo demás es lo que vimos y oímos ayer en el Senado, donde se había reunido el Parlamento: amenazas, descalificaciones, insultos, insidias, bravatas, apuntar con el dedo, golpes en el pecho y alguna que otra procacidad. Cuanto más pequeños, más altas, cuanto menos representatividad, más cabreados. Pero esto es lo que hay, señoras y señores. Lo que hemos elegido. CARTAS AL DIRECTOR Rubalcaba mintió El Sr. Pérez Rubalcaba mintió ayer ante el Congreso, por lo menos cuando me citó entre las personas que, según él, habían reconocido haber cobrado dinero negro del Partido Popular. Su afirmación es rotundamente calumniosa y falsa. Difícilmente puede considerarse dinero negro la percepción para su entrega a terceros de cantidades de las que consta documentalmente tanto mi recibí, dejando constancia expresa de su finalidad, como el recibí de la entrega a su destinatario. Cuando en un discurso parlamentario se hace alusión a personas ausentes, atribuyéndoles hechos rotundamente calumniosos con abuso de la inmunidad parlamentaria, la tribuna de oradores se convierte en el parapeto de los cobardes. Por cierto, dijo el Sr. Pérez Rubalcaba no haber enviado nunca mensajes a un delincuente. Olvida que hizo algo peor. Acudió a la puerta de una prisión para despedir, con lágrimas en los ojos, a un compañero condenado en firme por la comisión de un gravísimo delito. JAIME IGNACIO DEL BURGO PAMPLONA Más campañas contra los incendios Hace unos años, al llegar el verano, se hacía una campaña informativa de prevención de incendios en televisión con la famosa canción de todos contra el fuego en la que se recordaba a la gente la necesidad de proteger el

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